LA KAABA ISLAMICA
INTRODUCCIÓN
La Kaaba es un
lugar de oración, es el lugar santo más importante del Islam. Desde hace muchos
siglos ha sido un lugar de inspiración para millones de personas. El sitio es importante no sólo para los musulmanes puesto que ya era lugar de
oración y respeto desde hace mucho tiempo atrás, para otras personas antes de
que el Islam saliera a la luz. Sorprende la sencillez del edificio y su poder de atracción que no ha perdido a través de los siglos, cada vez
parece que aumenta cada vez más la fe y la esperanza de la gente. Cinco veces
al día, millones de personas miran hacia este lugar, rezan y piden a Dios los
proteja y disponga lo mejor para ellos y sus seres queridos. Piden, entre
muchas cosas, que Dios sea benevolente hacia ellos el Día del Juicio Final.
El edificio de la Kaaba es sumamente sencillo y podría describirse con pocas palabras, pero lo que representa en su totalidad es sumamente difícil de describir, puesto que puede significar algo distinto para cada una de las personas que cree en él y que lo ven realmente como la casa o el Templo de Dios. La fe es difícil de describir y fe es lo que precisamente el edificio representa para todos los fieles musulmanes que deben ir a visitarlo, al menos una vez en la vida. "Dios ordenó a Abraham que exhortara a toda la humanidad a que venga a rezar a este lugar respondiendo al llamado de: “A Tu servicio, Oh Señor”.
El edificio de la Kaaba es sumamente sencillo y podría describirse con pocas palabras, pero lo que representa en su totalidad es sumamente difícil de describir, puesto que puede significar algo distinto para cada una de las personas que cree en él y que lo ven realmente como la casa o el Templo de Dios. La fe es difícil de describir y fe es lo que precisamente el edificio representa para todos los fieles musulmanes que deben ir a visitarlo, al menos una vez en la vida. "Dios ordenó a Abraham que exhortara a toda la humanidad a que venga a rezar a este lugar respondiendo al llamado de: “A Tu servicio, Oh Señor”.
El lugar puede
ser muy sencillo pero la fe que representa y su historia es sumamente rica.
Entre muchas otras cosas representa la unión de todos los musulmanes y la
fuerza interior que este hecho puede representar para cada uno de los
peregrinos; fenómeno que se refleja de distintas maneras, como la forma de
sentir la espiritualidad y el fervor que cada persona tenga la necesidad de
transmitir y demostrar hacia su Dios, el Dios que les da esperanza y que les
da una razón de vivir, y de expresarse de una forma u otra todos los días. Por
lo tanto, la Kaaba más que otra cosa es y seguirá siendo un lugar de
inspiración para todo el que tenga fe y crea en ella. La fe de ir y visitarla
algún día, para el musulmán, significa un gran acercamiento con la divinidad
interior que cada uno de ello posee. La Kaaba además representa a una de las
grandes religiones del mundo, que ha dado paz, otorgado dignidad y sentido, a
mucha gente que no la conocía. Ha hecho
posible que mucha gente de lugares muy distintos y de distintos grupos
étnicos convivan entre sí, bajo una misma fe. Este mismo papel unificador ya
lo realizaba la Kaaba desde hace cientos de años antes de que Mohammad y el
Islam aparecieran, pero lo hacía bajo la forma de varios dioses y ahora lo
hace bajo la forma de un sólo y único Dios.
LA KAABA
(Ubicación)
“¡Ho Señor de esta Casa! Testifico que he venido. No
digas que no he venido. Perdóname y perdona a mi padre, si tú lo deseas. De
otro modo perdóname a pesar de tu falta de deseo, porque he realizado mi
peregrinaje como puedes ver.”[1]
Localizada en la provincia
de Heraz, en la parte Oeste en la Actual Arabia Saudita, a ochenta kilómetros
del Mar Rojo, se encuentra la Ciudad Sagrada de la Mecca, en una zona montañosa
llamada hejaz. El origen de
la palabra Mecca, tiene varias connotaciones. Se dice que es una traducción de
la palabra árabe Baka´a, que significa “falta de arroyos”, lo cual hace
referencia a la naturaleza seca del lugar, antes de la aparición del pozo del
Zamzam cerca de la Kaaba. La ciudad ha sido importante desde tiempos
inmemoriales, pues, por principio de cuentas se hallaba en el cruce de caminos
del comercio de las caravanas, que llevaban consigo: especias, perfumes,
metales preciosos, marfil y ceda, principalmente; llegaban a la ciudad procedente
del Yemen y Hadramaut, rumbo al norte, hacia los mercados de Siria e Irak,
teniendo la oportunidad, tanto de comerciar con el imperio persa como con el
bizantino.
A parte del lucrativo comercio del que se beneficiaba la Mecca,
contaba con un importante santuario, que albergaba los ídolos de las distintas
tribus; y a partir de las grandes ferias que se celebraban en la ciudad, los
peregrinos dejaban tras de sí buena cantidad de riquezas.[2] Esto la hizo
sobresalir sobre otras ciudades importantes de su tiempo como fueron Yatrib (la
futura Medina) y Taif, que también tenían características similares y contaban
a su vez con santuarios a los cuales acudían los peregrinos. Posteriormente
siguió siendo muy importante hasta nuestros días, pues la Ciudad de la Mecca se
convirtió en la cuna del Islam; allí nació el profeta Muhammad el 20 de abril
del año de 571 d.C., y su santuario se convirtió en el más importante de la fe
islámica, “la Kaaba”, que se encuentra casi en el centro de la mezquita de la
Mecca. Es el lugar de peregrinaje de los musulmanes, donde de acuerdo a uno de
los cinco pilares del Islam, el creyente tiene que visitar el santuario de la
Kaaba al menos una vez en su vida.
DESCRIPCIÓN DEL SANTUARIO
DE LA KAABA:
La Kaaba, sobre todo,
representa la identidad del Islam con la religión de Abraham, y la unidad de
todos los musulmanes. El nombre de “La Kaaba” no es un nombre propio, toma su
nombre de la palabra árabe que hace referencia al cubo; sin embargo, es sólo un
cubo a primera impresión, pues en realidad, de acuerdo a sus verdaderas
dimensiones no lo es. Es una construcción sumamente sencilla, grande pero no
enorme, pero de gran importancia para la fe del Islam. Es una construcción de
bloques grises obscuros de dimensiones desiguales, toscamente tallados,
elevados sobre un pedestal de mármol de 12 pies sobre el nivel del suelo, los
ángulos de la construcción están orientados según los puntos cardinales. Las
actuales dimensiones de la Kaaba son de 12 metros de ancho por 13 metros de
largo, y pocos más de 14 metros de altura.[3] El material de
los bloques grises que forman el santuario, es el producto de las colinas que
rodean a la Mecca.
La
pared donde se encuentra la puerta está orientada hacia el Noreste, y ésta se
encuentra a 2.10 metros del piso, para entrar, se utiliza una escalera rodable
especial para este propósito. La esquina del lado Norte, es llamada al-irkn (ángulo), la Oeste al-irkn al –shami, la del sureste
al-rukn al-yamani, y la
esquina del lado oriente es llamada al-irkn
al-aswad (llamada así, por la piedra negra).[4] En el interior
de la Kaaba, hay tres columnas de madera, las cuales soportan el techo. Los
únicos objetos que se encuentran en el interior son un número de lámparas de
oro y plata suspendidas del techo, así como una escalera de madera para subir
al techo. En la parte interior de los muros, hay una serie de antiguas
inscripciones, y el suelo está cubierto con piezas de mármol. En la esquina del
lado Oriente, a 5 pies del piso se encuentra empotrada la famosa Piedra Negra,
la cual es tocada y besada por los peregrinos; es de aproximadamente 12
pulgadas de diámetro, que ahora está rota en tres pedazos, unidos por y una
banda de plata; el color de la piedra es mas bien rojizo oscuro con pequeñas
partículas amarillas.[5] Es el punto a
partir del cual los peregrinos empiezan las siete vueltas alrededor de la Kaaba
durante la ceremonia. El origen de la piedra negra, es algo incierto, y la
mayoría de los investigadores y viajeros, están de acuerdo en que parece ser
parte de un meteorito. La parte de la pared entre la Piedra Negra y la puerta,
es llamada al-multazam,
debido a que lo visitantes la presionan con su pecho mientras rezan. En la
esquina de lado Este, aproximadamente cinco pies sobre el nivel del suelo,
también se encuentra empotrada otra piedra (al-hadjar
al-as´ad), llamada la “afortunada”; esta piedra solamente es tocada y no
besada durante la ceremonia.
Afuera
del edifico se encentra el mizab
al-rahma, “el conducto de la misericordia”; que es un conducto de oro
para el agua, que se conduce por encima de la pared Norte-Oeste; la parte entre
él y la esquina Oeste es el exacto punto de la kibla.
El piso alrededor de la Kaaba esta cubierto de mármol, este espacio, es llamado
haram, considerado como
sagrado, donde nadie que no sea musulmán puede estar, espacio que se extiende
hasta 12 millas.
LOS ALREDEDORES INMEDIATOS
DE LA KAABA
En
la parte posterior al muro Norte-Oeste, hay un muro semi-circular (al-hatim), hecho con mármol
blanco. Mide tres pies de altura por cinco pies de ancho, y termina a casi seis
pies de la Kaaba. El espacio entre este muro y la Kaaba tiene consideraciones
especiales, pues se dice que por un tiempo fue parte del edificio de la Kaaba.
Muy cerca de ahí esta el espacio llamado
al-hidjr o hidjr Ismail, pues se dice que
ahí están enterrados el patriarca y su madre Hagar. Frente a la puerta hay una
ligera depresión en el piso, y de acuerdo a la tradición, Abraham y su hijo
Ismael, mezclaron ahí para construir la Kaaba. Alrededor del edificio de la
Kaaba, hay una serie de arcos, opuestos al muro Norte-Oeste; entre los arcos y
la Kaaba, hay un pequeño edificio con un pequeño domo, el makam Ibrahim, en él hay una
piedra, donde se dice que milagrosamente están marcados los pies de Abraham,
donde se apoyó cuando estaba construyendo el santuario de la Kaaba.[6] También, cerca
de ahí, opuesto a la Piedra Negra, se encuentra la kubba, pequeña estructura que resguarda el pozo del
Zamzam. Su agua, que se considera sagrada, es sacada con cubetas por medio de
una polea. Hay otros pequeños edificios en los alrededores del santuario,
llamados makams, donde es
la cede de cuatro escuelas ortodoxas de los imams.
LA KISWA
Toda
la estructura de la Kaaba esta cubierta por una cortina negra llamada kiswa, a
la cual en Egipto la llaman al-buk
(el velo). Llega hasta el piso donde esta sujeta por unos listones y aros de
cobre. Solamente hay dos aberturas, una para la conducción del agua y otra para
la puerta. La kiswa solía fabricarse en Egipto, y sólo en casos de crisis se
manufacturaba en Yemen; hasta el 1 346 H, en que el Rey Aabdulaziz dio la orden
de construir una fábrica exclusiva para su fabricación en la Mecca, desde
entonces se fabrica Arabia Saudita. Cada año se cambia la kiswa y se sustituye
por una nueva, que es traída por los peregrinos desde su lugar de manufactura.
La vieja kiswa es retirada entre el 25 y el 28 del mes de Zul--Kaada,[7] y la Kaaba se
cubre temporalmente por una cortina blanca de seda; entonces se dice que la
Kaaba es puesta en ihrami,
periodo que dura un mes, es cuando el recinto se lava y purifica con el agua
del sagrado pozo del Zamzam. Y al comienzo del Hadjdj,
que hace referencia a la peregrinación, el Islam perpetua el recuerdo de las
antiguas peregrinaciones pre-islámicas, la Kaaba es cubierta con una nueva kiswa.
La kiswa se hace de seda pura, con la inscripción en bella caligrafía de: “No
hay dios más que Dios y Muhammad es su Mensajero”. La altura de la kiswa es de
14 metros. En el tercio superior de esta altura se encuentra una franja (shahada) de 95 cm. de ancho y 47
metros de largo, con una inscripción de algunos versículos del Corán, rodeados
de adornos islámicos y bordados con una relevante cubierta de hilo fuerte de
plata, pintado de oro. Asimismo, la kiswa incluye la cortina de la puerta de la
Kaaba, de 6.5 metros de alto y 3.5 metros de ancho, con bellas inscripciones de
versículos coránicos y adornos islámicos, también cubiertos de hilos de plata,
pintados en oro. La parte interna de la kiswa está forrada por una tela gruesa
y está compuesta por cinco piezas, cada una de las cuales cubre un lado de la
Kaaba y la quinta es la cortina que cubre la puerta. Estas piezas se unen entre
sí, sobre la misma Kaaba, después de quitar la antigua kiswa. Se dice que cada
kiswa necesita, de aproximadamente 670 kilogramos. de seda natural.[8] La antigua
kiswa es considerada como una reliquia, y es vendida en pequeñas piezas a los
creyentes por el Banu Shaiba, el que resguarda la puerta de la Kaaba.
LA KAABA EN LA TRADICIÓN
ISLÁMICA
De acuerdo con la tradición
islámica, el santuario de la Kaaba fue el primer santuario del mundo. Después
de que Adán, el primer hombre sobre la tierra, fuera expulsado del paraíso,
había ido errante por el mundo. Hasta que entre los valles del altiplano de
Heraz, llegó al lugar donde ahora se encuentra la Mecca. Encontró un signo de
perdón celestial: un baldaquín de rubí
sostenido por cuatro columnas de esmeralda. Debajo del baldaquín había una gran
piedra. Alrededor de este símbolo dio siete vueltas.[9] El Arcángel
Gabriel con sus alas, descubrió unos cimientos, los cual había sido dejado en
la séptima tierra, y los ángeles arrojaron bloques de piedra que trajeron del
Líbano, del Monte de los Olivos, de Djabal Djudt y de Hira, hasta que el
espacio estuvo cubierto. Entonces Dios envió una tienda de rojo Jacinto del
paraíso donde Adán vivió. Según una tradición se dice que parte del convenio
que Dios hizo con Adán (y los posteriores hombres), se encuentra en la Piedra
Negra, y que en el Último Día, estos saldrán para juzgar a los hombres.
Así,
Adán fue el primero en construir el
santuario de la Kaaba; a semejanza del Templo de Dios en el Paraíso que Dios le
mostró, llamada Baitul Ma´amoor: “El primer templo que fue fundado entre los
hombres es el de Becca. Ha sido fundado para ser bendito y para servir de
dirección á los humanos”.[10] Otras
versiones dicen fueron los descendientes de Adán los que construyeron la Kaaba
con las piedras dejadas por los ángeles. Shith, es mencionado como uno de
ellos, y que después del Diluvio la Kaaba se destruyó, y los ángeles
escondieron la piedra sagrada en Abu Kubais. Otras versiones dicen que el
Diluvio no tocó siquiera la Kaaba, y que Noe ejecutó el tawaf alrededor de ella; una tradición más cuenta
que el Diluvio sólo dejó una pila roja, y que fue la que Abraham encontró y
donde edificó la Kaaba. Una versión, también cuenta que, cuando Abraham e
Ismael terminaron la Kaaba, sólo faltaba una piedra “especial” para encajar en
el ángulo dirigido hacia Oriente y que indicara el punto donde debían iniciarse
las vueltas de devoción que había que realizar alrededor del templo. Ismael
pasaba los días buscándola en los montes, volviendo cada noche con las manos
vacías. Hasta que un día encontró el templo terminado: durante su ausencia, la
gema resplandeciente, que simbolizaba el espíritu humano, había dejado la tumba
de Adán en el monte Abu Qubais para volver a La Mecca, yendo a empotrarse en la
esquina de la Kaaba, por fin la Kaaba estaba terminada. Existen diversas
leyendas e historias sobre la Kaaba, sobre tesoros que oculta y que un monstruo
protege, o de que hay una serie de malos augurios y serios problemas para
aquellos que quieren modificarla o incluso restaurarla.
También existen una
serie de leyendas e historias con respecto al pozo del Zamzam, ya sea como
poder curativo o como medio de Dios para expresar sus deseos y tomar partido
por quien mejor convenga. Hay que mencionar que toda esta clase de leyendas y
mitos donde el punto central es el santuario, en su tiempo, estaban en
concordancia con las leyendas y mitos de los judíos y cristianos de esa parte
de Arabia. Posteriormente el gran Diluvio la destruyó y Abraham y su hijo
Ismael lo volvieron a reconstruir, colocando en uno de sus muros la Piedra
Negra, que el Arcángel Gabriel trajo del cielo. En los primeros días, la Piedra
Negra era en realidad blanca, y posteriormente se fue oscureciendo hasta el
color que tiene en nuestros días, a causa de los pecados del hombre y el
contacto con lo impuro durante el periodo pagano.
Los
Árabes se consideran descendientes de Abraham por parte de su hijo Ismael cuya
madre era Hagar.”Terah fue el padre de Abram, a Najor y a Haran, Haran fue el
padre de Lot. Harán murió en su país natal de Ur de los Caldeos. Abram se casó
con Sarai...”[11]
De acuerdo a la Biblia, se dice que como Sarai no pudo tener hijos, persuadió a
su esposo Abram (después asumió en nombre de Abraham) para que tomara como
concubina a su esclava egipcia Hagar, pues ésta podría tener un hijo por ella;
así lo hizo y ésta se embarazó, (todo esto sucedió mientras vivían ya en
Canaán); Sarai se enceló, pues decía que ya su esclava la miraba con orgullo, y
fue despreciando cada vez más a Hagar, hasta el punto en que ésta no pudo
soportar más y huyó hacia el desierto. En su camino hacia Shur, un ángel de
Dios se le apareció, y la persuadió de que regresara; poco después nació su
hijo Ismael.[12]
Tiempo después también nació el hijo de Sarai Isaac. Más tarde se habla de una
segunda expulsión de Hagar y su hijo Ismael. Sara lo exigió, pues quería toda
la herencia para su hijo Isaac, y no que la compartiera con Ismael. Así, Sara ordenó a Abraham que los expulsara. En
esta ocasión Dios toma partido por Sara, y persuadió a Abraham para que
expulsara a Hagar y a su hijo Ismael, no sin antes asegurarle que no tenía nada
de que preocuparse, puesto que también bendeciría a Hagar, y a Ismael lo haría
el descendiente de muchos pueblos. Así, Hagar e Ismael marcharon hacia el
desierto, y Dios veló por ellos. Cuando estuvieron a punto de morir de sed,
Dios hizo brotar agua de un pozo, y cuidó de ellos. Ismael se convirtió en
cazador y se casó con una mujer egipcia que su madre le consiguió.[13]
La tradición
musulmana sostiene que madre e hijo permanecieron juntos en la Mecca, y que el
pozo del cual hizo brotar agua para que no murieran de sed era el pozo del
Zamzam, y que están sepultados en una fosa común hijr-Ismail,
junto a la Kaaba. Pero al parecer Abraham los acompañó, puesto que padre e hijo
construyeron la Kaaba, con piedras tomadas de las cinco (o siete) colinas: de
Hira, Thabir, Líbano, del Monte de lo Olivos y de Djabal al-Ahmar cerca de la
Mecca (hay otros nombres que también se mencionan); y también se sostiene que
Abraham esta enterrado allí cerca. Abraham, al terminar la Kaaba proclamó la
costumbre de la peregrinación para todos los hombres. Se dice que es el lugar
donde todos los profetas, que han existido, están enterrados, sin embargo, la
tumba de Muhammad está en Medina.
Consecuentemente,
Abraham es en realidad el primer musulmán; puesto que no era ni judío, ni
cristiano, y Dios se le reveló por considerarlo puro y le mostró la verdadera
religión, y Abraham se postró ante él. Posteriormente Dios le ordenó
reconstruir la Kaaba como su verdadero santuario y hogar, y se aseguraría que
su gente serían los custodios del santo lugar.
Establecimos la casa santa
para ser el retiro y el asilo de los hombres, y dijimos: Tomad la morada de
Abraham por oratorio. Recomendamos á Abraham y á Ismael esto: Haced pura mi
casa para los que vengan á darle la vuelta, para los que vengan á hacer la
oración, genuflexiones y postraciones
Entonces
Abraham dijo a Dios: Señor, concede la seguridad á esta comarca y el sustento
de tus frutos á los que creen en Dios y en el día final. Yo la concederé á los
infieles también; pero sólo gozarán de ella un espacio de tiempo limitado;
después los empujaré hacia el castigo del fuego. ¡Qué horrible camino el suyo!
Cuando
Abraham é Ismael hubieron levantado los cimientos de la casa, exclamaron:
Dignaos recibirla “OH Señor nuestro¡ pues tú entiendes y lo conoces todo.[14]
Los siglos pasaron, y la
guarda de la Kaaba permaneció en la familia de Ismael, hasta que el nombre de
Abde Manaf aparece. Él heredó estos servicios y la hizo mucho más prominente.
Su hijo Hashim tomo el liderazgo, y extendió su culto a muchos otros poblados
de Hejaz; tanto que muchos peregrinos comenzaron a hacer el peregrinaje año con
año hacia el santo lugar. Así, una fiesta se instituyó en honor de los
peregrinos; comida y agua se servía a todos los invitados por parte de los
familiares de Hashim. Desde entonces, la Kaaba a sido fuente de inspiración
para millones de personas. Se menciona el caso de As´ad Abu Karib, un
gobernante del sur de Arabia, perteneciente a la dinastía Himyar. Llegó a La
Mecca con el fin de conquistarla y saquear su santuario, pero al estar frente a
esta que no pudo, y se conmovió, tanto así que optó por cubrir la Kaaba
provisionalmente con hojas de palmera, y después la cubrió con un tejido a
rayas que traía desde Yemen. Durante estos tiempos, la Kaaba sufrió algunas
reconstrucciones, pero siempre siguiendo el modelo tradicional; se cuanta una
reconstrucción realizada por unos descendientes de Amalek, tribu árabe conocida
como los amalecitas. Entre los fundadores de la Mecca se cuenta a Zayd ibn-Kilab
(Koreich o Qusay), quien se casó con la hija del entonces guardián de la Kaaba,
y con el tiempo él tomó éste cargo.
Posteriormente,
la gente se fue olvidando de Abraham y su religión, y fue llenado el santuario
con muchos ídolos e imágenes, la gente se corrompió, y entró a la “Edad de la
Ignorancia”, hasta que el Profeta Muhhamed, que es el descendiente de una larga
línea de Profetas que Dios ha mandado llegó, y empezó de nuevo a predicar la
verdadera fe del Islam tras de habérsele proveído con la ley divina del Corán.
En el año 570, La Mecca estuvo en gran peligro, y a punto de ser arrasada
cuando el cristiano Abrah, un gobernador etíope de al-Yamar, invadió La Mecca,
y marchó sobre la Kaaba con el fin de destruirla, sin embargo, los elefantes
que llevaba consigo se arrodillaron ante ella, mientras que el ejército era
atacado por bandadas de pájaros que llevaban una piedra en el pico, así,
nuevamente la Kaaba era protegida por el poder divino.[15] También los
ejércitos abisinios estuvieron amenazando la Kaaba, antes de que fueran
derrotados por los persas, en vísperas del nacimiento del Profeta.
Los
descendientes de Muhammad pertenecían a la tribu de Qusay. Abd al-Muttalib, fue
hijo de Hachim y abuelo de Muhammad, y al parecer reunía las condiciones de un
típico “sacerdote” de la antigua Arabia; y se decía que estaba dotado del don
de descubrir los sitios donde pudiera haber agua, así, él halló el venerado
pozo del Zamzam, que Dios había hecho brotado a los pies de Ismael, y que con
el tiempo se había vuelta a cubrir;[16]y contribuyó de
esta manera a al grandeza de la Kaaba. Después de que Mohammad tomó La Mecca,
hizo arreglos para el control tanto político como religioso de la nueva fe.
Destruyó más de 360 ídolos que se habían colocado en la Kaaba. Cuando los tocó
con su vara de Profeta, estos se desintegraron. La estatua de Hubbal, la cual
se dice que fue colocada dentro de la Kaaba por Amr b. Luhaiy, fue retirada, al
igual que las representaciones de los profetas. Al estar lavando la Kaaba con
agua del Zamzam, se dice que Mamad colocó sus manos sobre los dibujos de Jesús
y María, y dijo: “Lava todo excepto los que está bajo mis manos”; entonces
retiró sus manos. También fue destruida una paloma echa de madera. Había
también dos cuernos de un carnero de Abraham, los cuales no fueron destruidos,
sino hasta la reconstrucción de la Kaaba por Abd al-Zubair.[17] “La verdad ha
llegado y la falsedad se ha desvanecido”. Esto sucedió en el octavo año del
Hijra, (enero de 630 d.C.), después de la victoria en la Mecca, por el Profeta
del Islam.
Durante
el periodo de la “Ignorancia”, Kusaiy, después de haber luchado contra la tribu
de Khuzaá, había ganado el control del santuario. Controlaba aspectos tanto
seculares como religiosos: administración del Dar al-Nadwa, las provisiones de
los peregrinos, la comida y la bebida, y la supervisión de la Kaaba. Sus
descendientes fueron:
Abd Manaf
Abd al-Dar
|
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Hashim
Uthman
|
|
Abd al-Muttalib Abd al-Uzza
____|_______
|
| |
|
Sus descendientes
administraron la Kaaba, hasta la conquista de Mohammad. El tío de Mohammad o,
según otra tradición Alí, primo de Mohammad, pidió esta administración, y hubo
algunas disputas por ello, hasta que finalmente los Ban-u Shaiba se nombraron
como porteros de la Kaaba hasta nuestros días. Finalmente Mohammad puedo
controlar la ciudad más importante y su santuario. Los nuevos acuerdos y
arreglos con respecto a esto, se encuentran contenidos en la Sura IX, la cual
se llama de “Inmunidad” o “Arrepentimiento”, haciendo muchos énfasis sobre los
idólatras, y las actitudes de la nueva religión. En el año 10 de la época
musulmana, Mohammad dirige él mismo la peregrinación; donde la Kaaba por
primera vez, era totalmente para la fe del Islam, y ningún idólatra estuvo
presente.
Uno
de los lugares más santos del Islam, es también, el pozo del Zamzam. Pues todos
los musulmanes consideraban que sus aguas son curativas, tanto para los males
del espíritu como del cuerpo. El mojar la túnica en el Zamzam era toda una
bendición; el beber sus aguas otorgaba la gracia divina. El agua de por sí, se
identifica con el culto diario. Pues casi todas las mezquitas tienen una fuente
de agua para las abluciones que predecían a la oración, y a menudo, estas
fuentes constituían el principal abasto de agua de la ciudad. Así, para el
Profeta uno de los designios de mayor mérito era: “Dar agua al pueblo...”[19]
En
el comienzo, la comunidad musulmana dirigía sus predicaciones y rezos hacia
Jerusalén, subsecuentemente, después de años y medio de al Hijra, el profeta
les ordenó a los musulmanes dirigir sus rezos y plegarias hacia la Mecca, al el
santuario de la Kaaba. La mezquita en Medina que está construida en el lugar
donde pasó esto es llamada Mosjide
Qiblatai (lugar de las dos
kiblas).
Te hemos visto volver el
rostro á todos los lados del cielo; queremos que en lo sucesivo lo vuelvas
hacia una región en la cual tú te complacerás. Vuélvelo, pues, hacia la playa
del oratorio sagrado. En cualquier lugar que estéis, volveos hacia esa playa.
Los que han recibido las Escrituras saben que es la verdad que proviene del
Señor, y Dios no desatiende sus acciones.
Aun cuando hicieses en presencia de
los que han recibido las Escrituras toda clase de milagros, no adoptarían tu kebla (dirección en la plegaría). Tú no adoptarás tampoco
la suya. Entre ellos mismos, los unos no siguen la kebla de los otros. Si, después de la ciencia que tú has
recibido, siguieses sus deseos, sería del número de los impíos.
Los que han recibido las
Escrituras conocen al Apóstol, como á sus propios hijos; pero la mayor parte
ocultan la verdad que conocen.
La verdad proviene de tu
Señor, No seas, pues, de los que dudan.
Cada uno tiene una playa del cielo hacia la cual se
vuelve al orar. Vosotros obrad el bien á porfía dondequiera que estéis. Dios os
reunirá á todos algún día, pues es omnipotente.
De cualquier lugar que
salgas, vuelve tu rostro hacia el oratorio sagrado. Es la verdad que proviene
de tu Señor, y Dios no desatiende vuestras acciones.
De cualquier lugar que
salgas, vuelve tu rostro hacia el oratorio sagrado. En cualquier lugar que
estéis, volved vuestro rostro hacia ese lado, á fin de que los hombres no
tengan pretexto alguno de disputa contra vosotros. Respecto á los impíos, no
los temaís; pero temedme, á fin de que yo realice mis beneficios para vosotros
y que estéis en la senda derecha.[20]
En el siglo VII, estalló una
guerra civil en La Mecca, entre las distintas fracciones del Islam, destruyeron
parte del santuario de la Kaaba, que luego fue reconstruido, variando el estilo
anterior de la estructura. Cada fracción del Islam rezaba en distintas partes
de la Kaaba. En el año 317 de la Hégira (938 de la era cristiana); los miembros
de una secta de musulmanes comunistas, robaron la Piedra Negra, no
devolviéndola hasta después de veintidós años. En el siglo XVI, los turcos,
ahora dueños de Arabia, iniciaron otra restauración (990 de la Hégira): se
amplió el pórtico hasta las medidas actuales, de 160 y 170 metros por lado,
quedaron las diecinueve puertas que había, pero ahora con ricas jambas y
fastuosos batientes, y las ochocientas columnas que había, fueron sustituidas
por pilastras alternadas con columnas de cuño nuevo, y después de derrotar la
resistencia del imán del santuario y de una inundación (1661 de la Hégira, y
1039 del calendario cristiano), que destruyó el edificio, se restauró la Kaaba.[21]En 1981 los
Wahhabis utilizaron tanque dentro del terreno del santuario para aplastar una
revolución de los kahtani, que llevaban a cabo en contra del régimen saudí, y
casi demolieron el muro sureste. Posteriormente fue restaurado por los mequíes.
A pesar de tantos siglos, la Kaaba nunca ha perdido su importancia como el
centro de la fe islámica hasta nuestros días, sino al contrario la fe se sigue
manteniendo muy fuerte.
RITUALES ISLÁMICOS
CON RESPECTO A LA KAABA
Primero están las ceremonias
que conciernen la apertura y la limpieza de la Kaaba. En ciertos días la Kaaba
se abre (a veces, se realiza durante el peregrinaje), primero se admiten los
hombres y después las mujeres; entonces se realiza la oración (salata) en la
Kaaba, lo cual se considera muy meritorio, pues se dice que el individuo se
vuelve tan puro como en el día de su nacimiento. La Kaaba es lavada, durante
una ceremonia, y el Gran Sharif y un número de peregrinos toman parte en ello.
Primero entra el Sharif, quien después de la oración de dos rakas, lava el piso con agua del
Zamzam, la cual sale por un orificio. Las paredes son lavadas con una especie
de escoba echa de ramas de palmera. Posteriormente, el Sharif salpica todo con
agua de rosas, y finalmente se fumiga el edificio con toda clase de perfumes. A
continuación, el Sharif arroja la escoba a la multitud, y los peregrinos se
pelean por poseerla, pues se dice que es de buena suerte. Así, en realidad se
venera todo lo que entra en contacto con el santuario.
Otros
diversos ritos concerniendo a la Kaaba, fueron conservados de la tradición
preislámica. La peregrinación (hajj)
a la Sagrada Mezquita de la Mecca, se reglamentó definitivamente en Medina, y
es uno de los cinco pilares del Islam, hacer una visita a la Mecca, al menos
una vez en la vida para todo musulmán. Para peregrinar a la Mecca, los hombres
visten un hábito típico, cuya tradición se ha conservado a lo largo de los
siglos. Este hábito consiste de dos piezas de tela blanca, una enredada
alrededor de la cintura y la otra echada sobre el hombro izquierdo, envolviendo
el pecho. Esto significa que los fieles proceden de todas las clases sociales y
de países muy distintos. Se reglamentaron los días tradicionales en Dhu´l-hijja (el duodécimo del
mes) y las ceremonias tradicionales de dar las siete vueltas en torno a la
Kaaba (tamaf), a partir de
la Piedra Negra, que marca la kibla, el correr (sa´y)
entre las dos pequeñas eminencias de al-Safa y Marwah de las cercanías, el
reunirse el noveno día del mes en el monte Arafat (a unas cuantas millas cerca
de la Mecca). De acuerdo a la tradición islámica, los musulmanes realizan el sa´y en conmemoración al hecho de que Hagar corrió
de un lugar a otro siete veces entre estos puntos, buscando agua para su
sediento hijo. La peregrinación comienza con una marcha hacia el Valle de
Arafah, que dura del siete al ocho del Dhu-al-Hijjah. Las paradas se realizan
en tipos de santuarios que se encuentran en las faldas de Arafah, nombrados
al-Muzdalifah y Mina. El apedrear uno postes, que simbolizan al diablo, se
realiza en el camino al Valle de Mina en Jamrat al-´Aqabah. En Mina al regreso
de la Mecca, se hace el sacrificio de una oveja o camello, o de algún otro
animal domestico con cuernos. Siempre toma lugar el 10 de Dhu-al-Hijjah, y se
conoce en el mundo musulmán como el ´Id al-Adha (El Festival del Sacrificio).
Dios ha hecho de la Kaaba una
casa sagrada destinada á ser una estación para los hombres; ha establecido un
mes sagrado y la ofrenda de la oveja, y los ornamentos suspendidos de las
víctimas, á fin de que sepáis que conoce todo. Sabed también que Dios es
terrible en sus castigos, pero al mismo tiempo indulgente y misericordioso.[22]
Retiraréis primero animales
consagrados á las ofrendas de numerosas ventajas, hasta el tiempo marcado;
luego el lugar de los sacrificios será en la casa antigua.
Para cada
nación hemos instituido un rito, á fin de que los hombres repitan el nombre de
Dios sobre el alimento que les concede de sus rebaños. Vuestro Dios es un Dios
único. Abandonaos enteramente á él. Y tú ¡oh Muhammad! Anuncia propicias nuevas
á los humildes.
Cuyos corazones son
embargados de espanto cuando oyen pronunciar el nombre de Dios, que soportan
con paciencia los males que les hieren, que observan la oración y hacen la
limosna de los bienes que les hemos repartido.
Hemos destinado los camellos
para servir en los ritos de los sacrificios; halláis también en ellos otras
ventajas. Pronunciad, pues, el nombre de Dios sobre los que vais á inmolar.
Deben permanecer en pie sobre tres pies, atados por el cuarto. Cuando la
víctima ha caído, comed de ella y dad al que se contenta con lo que se le da,
así como al que pide. Nosotros os los hemos sometido, á fin de que estéis
agradecidos.[23]
Finalmente se termina con el
razuramiento de la cabeza, y el cambio de ropas.[24] También se
instituyó la costumbre de besar y abrazar La Piedra Negra empotrada en una de
las esquinas de la Kaaba, así como el apedrear los pilares que representan al
Diablo en las cercanías de Mina.[25]
Hay
otro milagro muy importante para la fe islámica, y que muestra el aspecto
divino de Muhammad y la Kaaba, es el viaje nocturno y la ascensión del Profeta
a los cielos. El viaje tuvo lugar una noche, cuando Muhammad estaba en las
inmediaciones de la Kaaba “idolatra”, el Arcángel Gabriel, tras una
purificación previa lo llevó a Jerusalén (donde actualmente esta la mezquita
del Domo de la Roca), y de ahí ascendió a los siete cielos hasta el trono de
Dios, sobre un corcel llamado Borak,[26] Evento situado
al final del periodo de la Mecca, anterior a la emigración a Medina, en el “año
de las tribulaciones”.
Gloria á
aquel que ha transportado, durante la noche, á su servidor desde el templo
sagrado de la Meca al templo lejano de Jerusalén, cuyo recinto hemos bendecido,
para mostrarle nuestros milagros, Dios lo oye y lo ve todo.[27]
HISTORIA DE LA kAABA
Los orígenes del santuario
de la Kaaba son inciertos, pues no existen documentos históricos preislámicos
de sus orígenes; pero lo cierto es que sus orígenes son muy antiguos, pues el
santuario de la Mecca, al parecer, se encuentra mencionado en la Biblia, y se
sabe de su existencia por diversos viajeros orientales y occidentales que
hablan del lugar. Sus orígenes como lugar de culto, oración, veneración y
peregrinaje, se remontan a varios siglos, antes incluso de la era cristiana.
Así pues, podemos leer en el libro de los Salmos 84-1; lo que parece referirse
al santuario de la Kaaba:
¡Cómo amo tú
Templo, oh Dios todo poderoso! Cómo deseo estar allí... qué felices son aquello
cuya fortaleza viene de ti, que están tan ansiosos de hacer el peregrinaje al
monte de Zión. Conforme ellos pasan a través del seco Valle de Baca,[28]
que se convierte en un lugar de manantiales; las tempranas lluvias llenan sus piscinas...
También se encuentra otra mención
del lugar en II Samuel 23: 24-39: “Eliphelet hijo de Ahasbai de Maacah...”
Viajeros tales como Diodorus de Sicilia[29], hablan acerca
del santuario en el lugar: “...Y un templo ha sido construido allí, el cual es muy
santo y excesivamente reverenciado por los árabes...” También Ptolomeo[30], hace
referencia a un lugar llamado “Macoraba”, nombre identificado también como La
Mecca, donde se localiza un santuario al sur de Arabia que es de gran
importancia para estas tribus.
El
Valle de la Mecca, ya desde mucho antes del nacimiento de Mohammad, era el
centro de Arabia, por su santuario, que a pesar de que en tiempos preislámicos
existían varios santuarios como éste, éste al parecer era el más importante,
quizás debido a su localización geográfica, pues era el lugar obligado de paso
de tribus árabes, que llevaban sus productos por toda la península. Esta clase
de santuarios estaban localizados, en los oasis y fuentes de agua. No es
difícil imaginar que en un lugar como Arabia, donde escasea tanto el agua, los
lugares donde se encontraran fueran fuente de veneración y encuentro para las
tribus caravaneras de la antigüedad; necesidad que en su tiempo llenó el pozo
del Zamzam, al cual acudían los beduinos para conseguir agua. Al parecer en un
principio, en el lugar don de actualmente se encuentra edificio de la Kaaba
como tal, había sólo una tienda sagrada (bayt), que abrigaba los diversos
ídolos, y probablemente a comienzos de la era cristiana, la Kaaba empezó a
tomara su forma cúbica[31]. Así pues, este lugar era especial para los
distintos grupos étnicos, pues además allí tenían sus divinidades, y cada cual
las adoraba de acuerdo a su manera.
Consecuentemente,
otros santuarios como al-Buss, santuario de al-´Uzza en Hurad, en al-Najla
Samiyya; al-Rabba, santuario de al-Lat, en Ta´if y en Nayran, y otros tantos se
fueron opacando ante el santuario de la Mecca. En Al Ulá había un templo
dedicado a Wad; había otros tres santuarios dedicados a tres diosas en las
cercanías de La Mecca, al parecer también muy importantes, tenían sus
santuarios entre esta ciudad y La Mecca, y el santuario de Manat, en Qudayd, al
borde del mar Rojo, entre La Mecca y Yatrib;[32] e igualmente
habían santuarios en la región nabatea, y en la región de Haurán que
rivalizaron con el de la Mecca, a parte de los ya mencionados; habían deidades
tales como Nasr (buitre), o ´Awf (el gran pájaro)[33]; donde la
influencia septientrional era más fuerte, eran donde más abundaban y podían
tener cerca un pozo para las abluciones; otras divinidades eran la de aws, de
los jazrayíes de Yatrib, de los hudayl y de los juza´a, que eran los más
cercanos entre la Mecca y Yatrib. En el camino de Yemen, estaban los de
Du-l-Jalasa en Tabala, en la Tihama, adorados sobre todo por los de la tribu de
los daws, de los jat´am y de los bayila; el de al-Fals, en el país de los tayy,
adorado por estos últimos; el de Du-l-Sara, principal divinidad de los árabes
del norte, cercanos a Petra; el de ´Amm-Anas, adorado por la tribu Yemen de los
jawlan; el de Sa´d, de los Kinana; el de Tuda, divinidad tamudea; el de Wadd,
en Duman al-Yadal: el de Yasghut y Ya´uq, divinidades de las tribus yemeníes de
los madhiy y de los hamdan.[34]
Los conceptos de diosas en la religión
semítica, por ejemplo de la cual hay indicios en el Islam, son conceptos menos
personales de lo divino, y cuando se habla de diosas, se habla mas bien
haciendo referencia a lugares, objetos y a atributos relacionados con esos
lugares, tales como la “omnipotente”, la “dispensadora”,[35] etc.
Habían
toda clase de creencias, creencias en un poli demonismo, o pluralidad de
espíritus protectores que residían en el agua, los bosques y las piedras,
incluso se habla de antiguos sacrificios humanos entre algunas tribus árabes,[36] y que fueron
muy extendidos en la tierra de Canaán, y que en otras regiones sobrevivieron en
le sacrificio de muchachas, y de lo cual se encuentran vestigios en el Corán:
“A muchos politeístas les han presentado sus dioses como una buena acción el asesinato de sus hijos”[37]. Muchas de estas
creencias están enraizadas en antiguas creencias del viejo panteón de los
antiguos semitas;[38] como el uso de los fuegos sagrados de los
árabes, y que sobrevivió el de la aceptación, conocido en el Corán, (3, 183).
En especial el de las piedras, que eran objeto especial de veneración; pues
quizás con la gran escasez material de la Arabia preislámica, las piedras
funcionaban como representaciones imaginarias y abstractas de lo divino, así
como altares. El culto a las piedras (litolatría, adoración de betilos), en
especial “piedras divinas”, caídas del cielo también se encuentran en otras
antiguas culturas, como entre los primitivos hebreos. El culto a las piedras y
rocas e muy antiquísimo, y popular entre los pueblos de la antigüedad. Las
piedras, en lo general, simbolizan el ser, el sello de lo perdurable e
imperecedero, la cohesión y la conformidad con uno mismo. Las piedras caídas
del cielo, explican el origen de la vida, la solidificación del ritmo del
creador, así, los meteoritos, sobre todo, fueron muy adorados. Entre las
piedras más conocidas que se han venerado, están: la Piedra Negra de
Pessionante, imagen anicónica de la Gran Madre frigia, que fue llevada a Roma
durante la última guerra púnica, los órfalos griegos, que Guénon dice no ser
sino betilos. Del hebreo Beith-El (La Casa de Dios), “de conformidad con Dios”.[39] Este es el origen de la Piedra Negra de la
Kaaba, que era uno de los ídolos más importantes, y constituía el gran fetiche
de los joraichitas, y que algunos investigadores identifican con la deidad
Hubal, aun que esto difiere mucho; pues Hubal era la divinidad del grupo tribal
Kinana-Qurays, que ocupaba la zona de la Mecca y los territorios aledaños. Se
dice que era famoso por su oráculo cleromántico, que consultaban los peregrinos
y toda clase de visitantes. El movimiento de los hums (zelotes ¿?), parece que
contribuyó a la expansión de su culto. Muchos de los ídolos, incluso, eran
llevados consigo por los distintos grupos en sus desplazamientos, como guías y
amuletos de protección.[40]
En el antiguo
Oriente, algunas piedras también eran señal de la presencia divina, y se les
ofrecía ofrendas líquidas, o se les ungía con aceite y sangre. Entre los
hurritas y los hititas, la idea de la roca, era como una imagen primaria de la
divinidad donde, por ejemplo, el padre del dios Kumarbi, engendra de una roca a
su hijo Ulli Kummi.[41] Con el tiempo,
el santuario de la Mecca, se fue llenando de esta clase de ídolos, que como La
Piedra Negra, tenía gran carácter unificador de las distintas tribus. Había
también divinidades femeninas[42] como al-´Uzza,
al-Lat y Manat. La tribu de los qays ´aylan, adoraban a la primera, sobre los
taqif, que adoraban a la segunda, y los aws, los jazray, los juza´a y los
hudayl, adoraban a la tercera. También había dioses más genéricos, patrones de
las tribus. Se hacían también diversas clases de penitencias y sacrificios,
como el sacrificio de camellos, que se llevaba a cabo en distintas épocas del
año en esta clase de santuarios. No se identifican clases sacerdotales, pero sí
arúspices y adivinos, y sólo había guardianes; cada tribu se ganaba la
responsabilidad de cuidar el santuario por determinado tiempo.
Con respecto a
las tres divinidades femeninas ya mencionadas, éstas son las que se
identificaban como las hijas de Alá, y mencionadas en los versos satánicos,
posteriormente citados. También estas tres deidades son identificadas como las
tres caras del planeta Venus, que fue el astro principal para los pastores del
desierto árabe, y a Hubal, se le da un carácter lunar, pues era adorado
principalmente por los Kinaníes, que rendían culto a la luna. Al-´Uzza, que era
la más grande de las tres, era considerada por algunas tribus como la madre de
las otras, y todas tenían por paredro a al-Lah; pues les llamaban banat al-Lah, esto es, “las hijas
de al-Lah”. Al-Lah o Allah, forma asimilada de al-Ilah, equivalente del acadio
II y del cananeo El; confundida con la primera persona de la trinidad semítica,
que se constituye por el Padre, la Madre y el Hijo. Así, en algún momento, se identificó
por Madre a al-´Uzza, por el Hijo, Hubal, y por las dos hijas, al-Lat y Manat,
y al parecer opacaron la figura de
Allah, que era el Padre de todos, el Dios Universal. Entonces, el
principal cometido de Muhammad era volver a restituir la figura de Allah como
principal y único Dios; de la misma forma como lo había hecho Abraham con
Elohim y Moisés con Yavé.[43]
En
un principio el santuario de La Mecca tenía distintas dimensiones a las
actuales, y al parecer sólo tenía las paredes sin el techo y las paredes eran
tan altas como una persona. Con el tiempo, fue sufriendo toda clase de
modificaciones. Los ídolos se colocaban dentro y alrededor del santuario.
Posteriormente se le fue dotando de un techo y una puerta. Se dice que Tubba,
As´ad Abu Kari al Himyari, quien llegó a la Mecca, proveyó al edificio con la
primera kiswa y una puerta con candado, aun que, según Procopio, el primer velo
fue donado al santuario por un rey angarita siete siglos antes de Mohammad.[44]
La
forma de cubo del santuario puede tener algunas interpretaciones. Como la
tradición islámica lo señala, el santuario de la Kaaba se hizo de forma cúbica, de acuerdo al modelo del
templo de Dios en el cielo, que se le permitió ver a Adán, o de acuerdo al
modelo dictado según el Arcángel Gabriel, según otros. Lo cierto es que la
forma cúbica ha tenido un significado especial en la antigüedad; puesto que de
acuerdo a sus dimensiones, todas iguales, se le considera una forma de
representación perfecta, y como lo perfecto esta relacionado siempre con la
divinidad, el cubo, representa así la forma del palacio o templo de Dios, donde
éste habita, en la perfección. Muestra de esto lo podemos observar en el
Antiguo Testamento, en el Apocalipsis de Juan 21: 15-17, donde describe a la
“Jerusalén celestial” como la forma de un cubo:
... El ángel que me habló tenía
una vara de oro para medir la ciudad sus puertas, y sus muros. La ciudad era
perfectamente cuadrada, la longitud, la anchura y la altura eran iguales. El
ángel midió la ciudad con su vara de medir: eran mil quinientas millas de largo
y lo mismo era de ancho y de altura... Los cimientos de piedra de los muros de
la ciudad estaban adornados con toda clase de piedras preciosas...
Así, la forma cúbica para los
santuarios era una representación del palacio de Dios en la tierra. Muchas
ideas de este tipo, del judaísmo y del
cristianismo se fueron transmitiendo en la Arabia preislámica.
Los
records históricos del santuario comienzan realmente en la época de Mohammad.
En su tiempo, el santuario se quemó por causa del incienso de una mujer. De los
restos de la madera de un barco bizantino que encalló en las costas, se empezó
la nueva construcción de la Kaaba a cargo de un cristiano copto llamada Bakum.
Las dimensiones del santuario se duplicaron. Se construyó de capaz alternativas
de piedra y madera, y se le colocó un techo. La puerta fue colocada sobre el
nivel del piso como forma de protección y de restringir su acceso, y al entrar
se tenía que utilizar una escalera.[45] Fue entonces
cuando las principales tribus reñían entre sí por tener el derecho de colocar
al Piedra Negra en su lugar. Mohammad, colocó la piedra en un manto, y cada
jefe de la tribu tomó una esquina, los cuatro jefes la levantaron y la llevaron
hasta el lugar donde debería colocarse, y el mismo Muhammad la tomó y la colocó
en su sitio. De acuerdo a la tradición, la Kaaba había sido proveída de dos
puertas sobre el nivel del piso, la del lado Oriente funcionaria como entrada,
y la del lado Oeste como salida, pero estas alteraciones sólo duraron por un
corto periodo. Entonces se dice que Muhammad no hizo más alteraciones al
edificio.
En
el 64 de la Hégira. (683) Ibn al-Zubair,
como anticalifa fue atacado por al Husain b. Numair en Mecca, en estos ataques,
la Kaaba fue grandemente dañada, y un fuego producido partió La Piedra Negra en
tres partes. Cuando los Omeyas se retiraron de la Mecca, Ibn al-Zubair,
reconstruyó la Kaaba, e unió La Piedra Negra con una cinta de plata. En el 74
de la Hégira (693 época cristiana), al-Hadjdjadj b. Yusuf conquistó la Mecca y
asesinó a Ibn al-Zubair; tapó la puerta Oeste y le dio a la Kaaba la forma que
actualmente tiene.[46] Desde en
entonces ha habido mucha resistencia en alterar la Kaaba, y sólo en los
momentos de peligro, como en inundaciones, y cuando hubo peligro de colapso
(como en 1611) se hacen las distintas renovaciones y reparaciones a la
estructura. Durante la invasión Karmaciana en el 317 (929), La Piedra Negra fue
robada, y después de unos veintidós años fue devuelta por ordenes de Califa
fatimita al-Mansur (como ya se mencionó
más arriba). En 1627 se le volvió a restaurar de manera completa.
No
hay muchas muestras de sentimientos profundos de Muhammad hacia la Kaaba en los
primeros tiempos de las revelaciones del Corán, y más bien éstos aparecen
posteriormente, y aparecen más por razones políticas que religiosas. En los
primeros tiempos de la revelación del Corán, parece que Muhammad quiere modelar
más el Islam sobre el judaísmo y el cristianismo. En primer lugar antes de irse
de La Mecca, Muhammad había escogido Jerusalén como dirección hacia donde
debían de dirigirse las plagarías (kibla),
de acuerdo a las costumbres judías, y así también fue tomando otros elementos
tales como: el ayuno (ashura)
en el décimo día del primer mes, correspondiente al el día de la expiación
judía, la oración del medio día (siempre mirando hacia Jerusalén) y el culto
especial del sabat judío ( que en realidad comienza en viernes por la tarde),
que más tarde se hizo en viernes para el Islam, ideas tales como el Día del
Juicio Final, etc. Uno de las premisas más importantes que Mohammad comenzó a
difundir, fue la idea de que él era el continuador de una larga tradición de
profetas que Dios había estado mandando al mundo como Adán, Lot, Noé, José,
Juan el Bautista y Jesús; el enviar profetas constituía parte esencial de los
designios divinos.
En el Corán, se citan veintiocho profetas. De estos cuatro
son árabes, dieciocho son personajes del Viejo Testamento y tres (Zacarías,
Juan el Bautista y Jesús) son del Nuevo Testamento. Moisés había recibido la
Tawrah (la Tora) judía, correspondiente al Pentateuco; David había recibido el
Zabur, identificado como los Salmos; Jesús recibía el Indjil, esto es el
Evangelio, y ahora Muhammad recibía el Corán (La Recitación). La mayoría de
ellos habían sido judíos, y finalmente él era el continuador de Cristo que
había sido cristiano, y prueba de ello eran las revelaciones del Corán.
Prueba también de ello, era la Biblia,
tanto en su Antiguo como en su Nuevo Testamento, y así también, el Corán era la
continuación de estos dos libros. Así pues, Muhammad intenta encajar en todo
este gran proyecto divino, con el fin de dar legitimidad plena a su mensaje.
Pero para que esto funcionara, necesitaba el reconocimiento de las comunidades
de judíos que habitaban en Medina. Por ello, fue muy condescendiente con ellos,
y estuvo dispuesto a permitirles que conservaran sus formas de culto y sus
demás costumbres religiosas.
Sin embargo,
los judíos se negaron a reconocerlo como profeta, y mucho menos a reconocerlo
en la misma línea que sus demás profetas como Moisés o Salomón y de confirmar
la Tora, e incluso se mofaban de él y de sus revelaciones, negándole toda clase
de aspectos con el divino; esto puso en gran peligro el proyecto de Mohammad, pues
ponía en duda todo lo que Mohammad predicaba con respecto al Islam.[47] Finalmente,
Mohammad recibió la solución y llegó la ruptura definitiva con los judíos. Fue
cuando Mohammad recibió las revelaciones de cambiar la kibla hacia la Mecca;
aun que ya desde antes de la Hégira, un miembro del clan de Salima, le había
propuesto dirigir la oración hacia La Mecca y no hacia Jerusalén (11 de febrero
del 624). Mohammad alegó entonces, que
los judíos habían cambiado las santas escrituras y que por eso él no aparecía
en ellas, así pues, parte de la Biblia no era fuente fidedigna puesto que había
sido manipulada y alterada por los judíos; también fue cuando utilizó la
historia de Abraham como el primer portador de la nueva religión, y
posteriormente la corrupción de la humanidad hacia el judaísmo y hacia el
cristianismo; así, el Islam asumía el aspecto monopolizador como mensaje
auténtico de Dios para los hombres. Quedaba establecido que el judaísmo había
sido la religión de Moisés, y que el cristianismo la religión de Jesús, ahora
Abraham (al-Hanif), como no
había sido ni judío ni cristiano, encajaba en la idea de un tipo de Islam
antiguo, que ahora de nueva cuenta resurgía englobando a las demás religiones
purificándolas y reivindicando sus errores,[48] y que así
mismo, él, Mohammad era el último en la cadena de profetas. Fue entonces,
cuando convirtió a La Mecca y a su santuario de la Kaaba como el verdadero
lugar de postración y como la cede políticas de la nueva religión.[49]
Consecuentemente, los musulmanes han buscado “rastros” de Mohammad y el Islam
en la Biblia:
Estas son
las bendiciones que Moisés, el hombre de Dios, pronunció al pueblo de Israel
antes de que él muriera.
El Señor vino del Monte Sinai; él
se levantó como el sol sobre Edom y brilló sobre su pueblo desde el Monte
Parán. Diez mil ángeles estuvieron con él, un flamante fuego en su mano
derecha.[50]
Explicación[51]: Según las
fuentes musulmanas, significa que al decir que viene del Sinai, se refiere a la
aparición de Moisés, y al decir “sobre Edom” (Seir), se refiere a Jesús. El
profeta que brilló sobre Monte Parán, no puede ser más que el Profeta Mohammad,
donde se establecieron hace mucho tiempo los hijos de Ismael. Pues según la
tradición, Parán es Farán; y se comenta que Farán es uno de los nombres de La
Mecca. Puesto que la palabra Farán se parece a la palabra árabe Farrán, la cual
significa “dos refugiados”. Entonces, el lugar tomó el nombre de los dos
refugiados que eran Hagar y su hijo Ismael; y que según otros, en el Pentateuco
se traduce una frase que alude a: “el desierto del Parán”. Y con respecto a la
frase: “Diez mil ángeles”, supuestamente se refiere al momento de la conquista
de La Mecca por Mohammad, llevando consigo el mensaje del Corán. Así mismo,
también se alude a “Un Mensaje de Arabia”, en Isaías 21: 13-17:
Este es un
mensaje de Arabia. Gente de Dedan, ustedes cuyas caravanas acampan en la tierra
infértil de Arabia, dan agua a la gente sedienta que llega a ustedes. Ustedes
gente de la tierra de Tema, dan comida a los refugiados. Gente está huyendo de
las espadas que están listas para asesinarlos, de arcos que están listos para
disparar, de todos los peligros de la guerra.
El Señor me dijo, “En exactamente
un año la grandeza de las tribus de Kedar llegará a su fin. Los arqueros son
los hombres más valientes de Kedar, pero pocos de ellos sobrevivirán. Yo, el
Señor Dios de Israel, he hablado”.
Interpretación: En primer termino, todo esto sucede en el
escenario es Arabia. En segundo termino, se habla de gente que está huyendo de
una gran amenaza. Esto supuestamente se refiere a la huída de Mohammad de La
Mecca, hecho trascendental en la historia de Arabia. Y que la frase de que
exactamente en un años Kedar llegará a su fin, alude a la batalla de Badr, que
tomo lugar un año después de la huída de Muhammad; y que en esa batalla, los coreishits de la Meca (Kedar),
fueron derrotados.
La
costumbre de cubrir la Kaaba con la kiswa, se dice que fue introducida por
Tubba, y el hacerlo anualmente es ya una costumbre moderna. La Kaaba se cubre
con esta tela, porque al ser considerada como un objeto sagrado, tiene que
estar cubierta. Incluso, durante el califato de Omar, estuvo a punto de
derrumbarse por tatas mantas que tenía. Las kiswas usadas para cubrir la Kaaba,
han sido de toda clase de colores. Los Wahhabis, incluso la cubrieron con una
kiswa roja, y el hecho de que ahora sea negra es más por costumbre. La
costumbre de cubrir objetos sagrados es muy antigua, así como los ritos que se
hacen cada vez que se cambian, se pueden comparar a los de la antigüedad para
casos similares. El tabernáculo judío, lo altos lugares del Caanán,[52]el trono de
Salomón[53], el trono de
los obispos, el mahmal, y las sagradas tiendas en la antigua Arabia, así como
el Sidrat al-Muntaha en el Paraíso; todos han sido cubiertos con telas que han
sido de distintos colores.[54]
Con
todos estos rasgos, la Kaaba posee muchas de las características usuales de los
antiguos santuarios semitas. Alrededor de la Kaaba (“La casa de Dios”) es tierra
consagrada (haram), marcada por piedras; la cual impone
restricciones a las personas consideradas como “impuras”. El haram, también es
visto como el lugar de tregua de Dios. Durante el tiempo de peregrinación todo
conflicto bélico debe cesar, por el tiempo que duren los ritos, por lo tanto no
se permiten armas dentro de esta área ni el derramamiento de sangre. La Kaaba y
el haram, son considerados también como lugares de refugio y protección, como
las antiguos ciudades de refugio judías.
La
peregrinación a lugares santos, fue introducida desde los antiguos tiempos de
los semitas, y hay varias referencias de ello en el Antiguo Testamento:
“Celebren tres festivales al año para honrarme. En el mes de Abib, el mes en el
cual dejaron Egipto, celebren el festival... Cada año en estos tres festivales
todos sus hombres deben venir a adorarme, al Señor su Dios.”[55] Al parecer, en
un principio, las peregrinaciones eran una característica del culto hacia el
Sol, pues las ceremonias coincidían con el equinoccio de Otoño; constituían una
clase de despedida al calor del sol, y daban la bienvenida a Quzah, el dios del
trueno y la fertilidad. En la Arabia preislámica, después de las ferias anuales
del norte de Arabia, se hacía una peregrinación en el mes de Dhu-al-Hijjah a la
Kaaba y a ´Arafah. Así, posteriormente, en el séptimo año del Hijrah, Mohammad
adaptó esta costumbre en el Islam.
Incluso
los orígenes de la palabra “Allah” (el Dios), también son antiguos y de gran
significado. Allah, ya era una deidad en el panteón de la Kaaba, era importante
pero no la principal. El nombre aparece en dos inscripciones al Sur de Arabia,
una encontrada en al-´Ula (en Minaean), y la otra es Sabaean; y abunda en sus
formas de HLH, en las inscripciones de Lihyanite del siglo quinto a.C. Este
dios es traído al parecer de Siria, y llegó a ser una de las principales
deidades. En las inscripciones de Safa, el mismo nombre aparece como Hallah.
También se encuentra una variante del mismo nombre en Siria, en al-Jimal.
Incluso el nombre del padre de Mohammad era ´Abd-Allah (´Abdullah), el esclavo
o predicador de Allah; puesto que la divinidad patrona de los Qusay, que era la
tribu de Mohammad era Allah.[56]Al parecer en
un principio, el nombre de Allah era al-Rahman, “El Compasivo”; que también era
popular en Arabia, y el nombre sobrevivió en la fórmula de “En el nombre de
Dios, el Compasivo, el Clemente”.[57]
CONCLUSIONES
Además de ser un objeto de arte,
la Kaaba es un objeto de fe religiosa. Los elementos físicos que la componen
son pocos y muy sencillos, pero el significado de cada uno de estos elementos
es muy grande y antiguo. Cada uno de los elementos que componen la Kaaba tiene
su historia y razón de ser. Casi la mayoría de los motivos y el edificio en sí,
son herencia de la Arabia del tiempo de la “ignorancia”, adaptados a la nueva
fe musulmana (a la sumisión a Dios). Fue sumamente difícil deshacerse de ello,
y suficiente fue que todo ello fuera dedicado a un solo Dios, sin tantas
representaciones. El cambio realmente fue muy brusco, tomando en consideración
que esta clase de concepciones y fenómenos abstractas, tardan mucho tiempo y
generaciones en ser aceptadas por la gente, y sin embargo, el profeta Mohammad,
logró hacerlo en el periodo que duró su vida, y logró sentar las bases
necesarias para que el Islam floreciera y se expandiera. Pero para llevar a
cabo este proyecto de construcción de una religión de carácter universal, fue
necesario de una cede “política-religiosa”.
Se necesitaba un lugar y elementos
físicos, a los cuales recurrir, y que funcionaran como símbolos fuertes de lo
espiritual, que aun que ésta se declarara unánime, para adorar a un solo Dios,
fue inevitable hacerlo sin tener cierta referencia física de la deidad. Por
ello, se tuvo que adoptar lo ya existente; pues no fue suficiente con existir
la palabra de Dios representada en un libro (El Corán); la gente necesitaba de
un lugar físico para expresarse, y comunicarse más “directamente” con
Dios. Como se dijo más arriba, muchos
elementos de la antigua Arabia sobrevivieron como es el caso de la famosa
Piedra Negra. Aun que se insista tanto en un monoteísmo, no se puede dudar de
una cierta adoración a esta piedra, siendo o no mandada por Dios, no deja de
sorprender la devoción a la que es objeto, sin mencionar otras piedras también
muy veneradas, como la piedra donde se encuentran las huellas de Abraham, o la
piedra que es cubierta por el Domo de la Roca en Jerusalén. En sí, todo lo que
entró en contacto con lo divino, no pudo ser evitado, ser objeto de reverencia
y devoción. Sin embargo, través de todos estos elementos se puede llegar a
entender las distintas formas de pensar que han existido, y la evolución y el
trasfondo que éstos tienes, y que nos dan pistas para entender el pasado y la
cosmovisión existente.
A través de
las obras religiosas, que bajo este punto de vista, también son arte, por que
como el arte, estas “obras divinas”, representan y transmiten emociones para el
que las contempla, sea o no creyente, pues mantienen un dialogo y transmiten
ideas. Como una mera obra de arte, puede ser examinada bajo muy distintos
puntos de vista, tanto desde el estético, como el histórico o el religioso; y
bajo cada uno de ellos, se van a encontrar muchas explicaciones e
interpretaciones, y bajo ciertos parámetros todos ellos pueden ser válidos, o
simplemente interesantes, puesto que aun que las versiones cambien de una
tradición a otra, lo importante es notar, cómo una obra tal como la Kaaba puede
despertar, no sólo devoción divina, sino también despertar e inspirar la
imaginación, por ello es que pueden haber tantas interpretaciones a cerca de su
origen, tanto divino, como terrenal.
Aun
que lo hallan hecho los hombres, y lo hallan reconstruido y modificado tantas
veces, lo importante es que todas las personas que contribuyeron a su edificación,
de una forma u otra, lo hicieron porque sintieron una inspiración. De una forma
u otra, como el profeta, recibieron el llamado, y decidieron edificarla y
crearla tantas veces como fuera necesario, hasta que la obra quedara terminada
y complaciera al Señor. Esta inspiración sólo pudo haber venido desde lo más
alto, de los divino, del Dios mismo; y la prueba más tangible de todo ello, es
que después de tantos años y tantos problemas que la Kaaba ha visto pasar,
ésta, como el mismo Corán, no pierden su magia de atracción y de inspiración;
por ello son obras tan importantes. La gente le reza todo el tiempo, y más en
el periodo del Ramadán. El mes sagrado, cuando el profeta revelo por primera
vez el Corán, y todos los secretos y las normas, que todo buen y devoto
musulmán debe seguir.
La Kaaba es
simplemente La Casa de Dios y es la más perfecta, pues dentro de su aparente
simpleza se encuentra su perfección; pues al parecer, siempre lo que es más
importante y primordial suele ser lo más simple, que el ser humano lo complique
es simplemente el símbolo de su ignorancia. La Kaaba esta cargada de muchos
símbolos y como tales son interpretados de varias formas, y son símbolos, que
continuamente se siguen alimentando y al mismo tiempo siguen produciendo algo.
La Kaaba, aparentemente consume mucha energía o interés de parte de los
peregrinos que la visitan, pero al mismo tiempo da algo a cambio, y devuelve lo
que se le da de muchas otras maneras; así, este intercambio se lleva a cabo,
una de las cosas más importantes que da como pago, es la fe, la identidad y el
sentido de pertenencia a alguna comunidad, donde todos, realmente puedan y se
sientan iguales ante lo mismo, que en este caso es Dios, un Dios que siempre es
justo y bueno para todos los que son merecedores de su cariño y protección, por
eso es muy importante complacerlo, pues es el dador de vida; y esto se hace a
través de la Kaaba. El sentido de pertenencia, de identidad, de igualdad y
mucho más, lo ofrece la Kaaba, La Casa de Dios que se encuentra en la ciudad
santa de la Mecca. Existen muchas formas de arte, de las cuales no se ha podido
llegar a un acuerdo, pero, de lo que sí todos están de acuerdo, es que el arte
debe despertar emociones y sentimientos, así como transmitir y establecer un
diálogo con el público a través de sus símbolos formas y colore; y nada
comunica ni emociona más al musulmán que el Corán y la Kaaba.
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[1] Hitti Khuri, Philip, History of de Arabs, tenth edition, New
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de un beduino hacia la Kaaba, después de realizar su caminata ritual.
[2]
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Épocas de la Humanidad, U.S.A., N.V., (Nederland), 1971, pp. 13-14.
[3] Enciclopedia Universal Ilustrada,
Europeo-Americana, t. X, Madrid, Espasa, ils., 1976 pp. 7-8.
[4] E.J. Brill´s, First Encyclopaedia of Islam, 1913-1936, New York, edited by M.Th.
Houtsma, A.J. Wensinck, ils. 1993, p. 584.
[7]
Penúltimo del calendario árabe, y el décimo día del mes siguiente Zul-Higga, es
el último del año musulmán.
[8] Folleto del
Ministro de Información de la embajada Saudita, Información Exterior: Reino de Arabia Saudita, La Marcha de la
Construcción, s.n., pp. 133-134.
[9] Conti, Flavio,
“La Kaaba, a tu llamado Señor, a tu llamado”, en Juan Salvat, Las Cien Maravillas. Arquitectura, Hombre y
Ambiente, tomo VIII, España, Salvat editores, 1981, pp. 101-102.
[10] Corán Sura
III-90. Para todas las citas sobre el Corán se utilizó la siguiente versión:
Mahoma, El Corán, El libro Sagrado del
Islam, España, M.S. Editores, 1995.
[11] Génesis 11:27-28. Para todas las citas
de la Biblia, se utilizó la siguiente versión: La Santa Biblia, New York, American Bible Society, 1976.
[12]
Génesis 16
[13]
Génesis 21:9-21.
[14]
Corán Sura II: 119-121.
[15] Conti, Flavio, Ob. cit., p 103.
[16] Marín Correa Manuel, Historia de las religiones, Volumen III, Barcelona, Biblioteca
Marín, 1975, p. 9.
[17] E.J. Brill´s, Ob. cit., p 587.
[19] Steward, Desmond, Ob.
cit., pp. 44-45.
[20] Corán, Sura
II-130-145.
[22]
Corán, Sura V: 98.
[23]
Corán, Sura XXII: 34-37. El titulo de esta sura es “La peregrinación de la
Meca”
[24] Hitti, Khuri, Ob. cit., pp.133-134.
[25] Gibb, H.A.R., El Mahometismo,
2ª. Edición, México, Fondo de Cultura Económica, 1966 (Breviarios 58), p.64
[26] Ser halado con
cara de mujer, cuerpo de caballo y cola de pavo real. Al parecer, de esta
historia se tomaron elementos que fueron utilizados por Dante en la Divina
Comedia.
[27]
Corán Sura XVII “El viaje Nocturno”.
[28] Baca es un
antiguo nombre de la Mecca.
[29] Historiadores
griego del primer siglo a.C., escribe la Biblioteca Histórica, libro que
describe varias partes del mundo conocido. Vid: Diodoru, Diodorus of Sicily, vol. II,
translated by C. H. Oldfaher, London, Massachusetts, Cambridge & Harvard
Press, 1985, p.217
[30] Claudius
Ptolomeo, ( 90-168 d.C.), matemático, astrónomo y geógrafo de Alejandría.
Emprendió la tarea de realizar un Atlas del mundo habitable. No era un geógrafo
muy descriptivo. Enumeró más de ciento quince ciudades o villas en la Arabia
Félix. Vid. Claudious
Ptolemy The Geography, translated and edited by Edward Luther Stevenson,
New York, Dover Publications, 1991, p.139.,
[31] Puech,
Henri-Charles, Historia de las Religiones
Siglo Veintiuno, Las religiones en el Mundo Mediterráneo y en el Oriente
Próximo – II, Volumen 6, México, siglo veintiuno editores, 1986, pp.
341-342.
[32] Watt,
Montgomery, Mahoma, profeta y hombre de
estado, Barcelona, Labor, 1967, p. 61. Estas son las tres diosas a las que
se hace referencia como las hijas de Allah, en los versos satánicos. Vid.
Corán LIII-19-23; 22, 51.
[33] Elementos que
parecen hacer referencia a la existencia de un cierto totemismo entre los
antiguos árabes.
[34] Puech,
Henri-Charles, ob. Cit., P. 344.
[35]
Se dice, que de estos principios pueden venir los 99 atributos o nombres
preciosos de Allah. Así, al referirse a “las hijas de Allah”, se estarían
refiriendo a otras manifestaciones y relaciones abstractas de Dios, pero esto
fue malinterpretado.
[36] Gibbon, Edward, Decline and fall of the Roman Empire, t.
2, Introduction by Christopher Dawson, London Eveyman Library, 1975, pp.
226-228.
[37]
Corán 6, 137; y 140 y 151.
[38] Cid, Carlos y
Manuel Riu, Historia de las religiones,
España, Ramón Sopena, 2000, p. 358.
[39] Cirlot,
Juan-Eduardo, Diccionario de símbolos,
Barcelona, Editorial Labor, 1992, p. 362. En el Antiguo Testamento, hay
diversas muestras sobre el simbolismo hacia las piedras. Vid. Éxodo 20-25,
etc.
[40] Puech, Henri-Charles,
Las religiones Antiguas, Historia de las
religiones siglo XXI, v. II, México, siglo veintiuno editores, 2001, p. 54.
[41] Biedermann,
Hans, Diccionario de Símbolos,
España, Editorial Paidos, 1996, pp. 399-400.
[42]
Corán 53, 19-20.
[45] E.J. Brill´s, Ob. cit., p. 586.
[46] Idem.
[47] Watt, Montgomery, Ob.
cit., p. 90.
[48] Gibb, H.A.R., Ob.
cit., p.47.
[49] Watt, Montgomery, Ob. cit.
p. 104.
[50]
Deuteronomio 33: 1-2.
[51] Esta clase de
interpretaciones, sólo se citan como referencias, puesto que las
interpretaciones tanto de la Biblia como del Corán o de cualquier otro texto
antiguo, pueden variar de acuerdo a los intereses, por lo que se necesitan
mayores referencias o pruebas históricas que permitan llegar a una conclusión
general y más aceptable.
[53]
La Kaaba es considerada como la “Casa de Dios”, o su trono.
[54] E.J. Brill´s, Ob. cit., p. 591.
[55]
Éxodos, 23: 14.17. Otros ejemplos se
encuentran en: Éxodos 34: 22-23 y I Samuel.
I:3.
[56] Hitti, Khuri, Philip, Ob. cit.,
p. 101.
[57] Gibb, H.A.R., Ob.
cit., p. 9.
MAACÁ (Aram-maacá) Siria, NO La Meca
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