lunes, 6 de octubre de 2014

LA KAABA ISLAMICA




LA KAABA ISLAMICA


INTRODUCCIÓN

La Kaaba es un lugar de oración, es el lugar santo más importante del Islam. Desde hace muchos siglos ha sido un lugar de inspiración para millones de personas. El sitio es importante no sólo para los musulmanes puesto que ya era lugar de oración y respeto desde hace mucho tiempo atrás, para otras personas antes de que el Islam saliera a la luz. Sorprende la sencillez del edificio y su poder de atracción que no ha perdido a través de los siglos, cada vez parece que aumenta cada vez más la fe y la esperanza de la gente. Cinco veces al día, millones de personas miran hacia este lugar, rezan y piden a Dios los proteja y disponga lo mejor para ellos y sus seres queridos. Piden, entre muchas cosas, que Dios sea benevolente hacia ellos el Día del Juicio Final.

El edificio de la Kaaba es sumamente sencillo y podría describirse con pocas palabras, pero lo que representa en su totalidad es sumamente difícil de describir, puesto que puede significar algo distinto para cada una de las personas que cree en él y que lo ven realmente como la casa o el Templo de Dios. La fe es difícil de describir y fe es lo que precisamente el edificio representa para todos los fieles musulmanes que deben ir a visitarlo, al menos una vez en la vida. "Dios ordenó a Abraham que exhortara a toda la humanidad a que venga a rezar a este lugar respondiendo al llamado de: “A Tu servicio, Oh Señor”. 

             El lugar puede ser muy sencillo pero la fe que representa y su historia es sumamente rica. Entre muchas otras cosas representa la unión de todos los musulmanes y la fuerza interior que este hecho puede representar para cada uno de los peregrinos; fenómeno que se refleja de distintas maneras, como la forma de sentir la espiritualidad y el fervor que cada persona tenga la necesidad de transmitir y demostrar hacia su Dios, el Dios que les da esperanza y que les da una razón de vivir, y de expresarse de una forma u otra todos los días. Por lo tanto, la Kaaba más que otra cosa es y seguirá siendo un lugar de inspiración para todo el que tenga fe y crea en ella. La fe de ir y visitarla algún día, para el musulmán, significa un gran acercamiento con la divinidad interior que cada uno de ello posee. La Kaaba además representa a una de las grandes religiones del mundo, que ha dado paz, otorgado dignidad y sentido, a mucha gente que no la conocía.  Ha hecho posible que mucha gente de lugares muy distintos y de distintos grupos étnicos convivan entre sí, bajo una misma fe. Este mismo papel unificador ya lo realizaba la Kaaba desde hace cientos de años antes de que Mohammad y el Islam aparecieran, pero lo hacía bajo la forma de varios dioses y ahora lo hace bajo la forma de un sólo y único Dios.

LA KAABA   (Ubicación)


            “¡Ho Señor de esta Casa! Testifico que he venido. No digas que no he venido. Perdóname y perdona a mi padre, si tú lo deseas. De otro modo perdóname a pesar de tu falta de deseo, porque he realizado mi peregrinaje como puedes ver.”[1]


Localizada en la provincia de Heraz, en la parte Oeste en la Actual Arabia Saudita, a ochenta kilómetros del Mar Rojo, se encuentra la Ciudad Sagrada de la Mecca, en una zona montañosa llamada hejaz. El origen de la palabra Mecca, tiene varias connotaciones. Se dice que es una traducción de la palabra árabe Baka´a, que significa “falta de arroyos”, lo cual hace referencia a la naturaleza seca del lugar, antes de la aparición del pozo del Zamzam cerca de la Kaaba. La ciudad ha sido importante desde tiempos inmemoriales, pues, por principio de cuentas se hallaba en el cruce de caminos del comercio de las caravanas, que llevaban consigo: especias, perfumes, metales preciosos, marfil y ceda, principalmente; llegaban a la ciudad procedente del Yemen y Hadramaut, rumbo al norte, hacia los mercados de Siria e Irak, teniendo la oportunidad, tanto de comerciar con el imperio persa como con el bizantino. 

            A parte del lucrativo comercio del que se beneficiaba la Mecca, contaba con un importante santuario, que albergaba los ídolos de las distintas tribus; y a partir de las grandes ferias que se celebraban en la ciudad, los peregrinos dejaban tras de sí buena cantidad de riquezas.[2] Esto la hizo sobresalir sobre otras ciudades importantes de su tiempo como fueron Yatrib (la futura Medina) y Taif, que también tenían características similares y contaban a su vez con santuarios a los cuales acudían los peregrinos. Posteriormente siguió siendo muy importante hasta nuestros días, pues la Ciudad de la Mecca se convirtió en la cuna del Islam; allí nació el profeta Muhammad el 20 de abril del año de 571 d.C., y su santuario se convirtió en el más importante de la fe islámica, “la Kaaba”, que se encuentra casi en el centro de la mezquita de la Mecca. Es el lugar de peregrinaje de los musulmanes, donde de acuerdo a uno de los cinco pilares del Islam, el creyente tiene que visitar el santuario de la Kaaba al menos una vez en su vida.

 DESCRIPCIÓN DEL SANTUARIO DE LA KAABA:
La Kaaba, sobre todo, representa la identidad del Islam con la religión de Abraham, y la unidad de todos los musulmanes. El nombre de “La Kaaba” no es un nombre propio, toma su nombre de la palabra árabe que hace referencia al cubo; sin embargo, es sólo un cubo a primera impresión, pues en realidad, de acuerdo a sus verdaderas dimensiones no lo es. Es una construcción sumamente sencilla, grande pero no enorme, pero de gran importancia para la fe del Islam. Es una construcción de bloques grises obscuros de dimensiones desiguales, toscamente tallados, elevados sobre un pedestal de mármol de 12 pies sobre el nivel del suelo, los ángulos de la construcción están orientados según los puntos cardinales. Las actuales dimensiones de la Kaaba son de 12 metros de ancho por 13 metros de largo, y pocos más de 14 metros de altura.[3] El material de los bloques grises que forman el santuario, es el producto de las colinas que rodean a la Mecca.
La pared donde se encuentra la puerta está orientada hacia el Noreste, y ésta se encuentra a 2.10 metros del piso, para entrar, se utiliza una escalera rodable especial para este propósito. La esquina del lado Norte, es llamada al-irkn (ángulo), la Oeste al-irkn al –shami, la del sureste al-rukn al-yamani, y la esquina del lado oriente es llamada al-irkn al-aswad (llamada así, por la piedra negra).[4] En el interior de la Kaaba, hay tres columnas de madera, las cuales soportan el techo. Los únicos objetos que se encuentran en el interior son un número de lámparas de oro y plata suspendidas del techo, así como una escalera de madera para subir al techo. En la parte interior de los muros, hay una serie de antiguas inscripciones, y el suelo está cubierto con piezas de mármol. En la esquina del lado Oriente, a 5 pies del piso se encuentra empotrada la famosa Piedra Negra, la cual es tocada y besada por los peregrinos; es de aproximadamente 12 pulgadas de diámetro, que ahora está rota en tres pedazos, unidos por y una banda de plata; el color de la piedra es mas bien rojizo oscuro con pequeñas partículas amarillas.[5] Es el punto a partir del cual los peregrinos empiezan las siete vueltas alrededor de la Kaaba durante la ceremonia. El origen de la piedra negra, es algo incierto, y la mayoría de los investigadores y viajeros, están de acuerdo en que parece ser parte de un meteorito. La parte de la pared entre la Piedra Negra y la puerta, es llamada al-multazam, debido a que lo visitantes la presionan con su pecho mientras rezan. En la esquina de lado Este, aproximadamente cinco pies sobre el nivel del suelo, también se encuentra empotrada otra piedra (al-hadjar al-as´ad), llamada la “afortunada”; esta piedra solamente es tocada y no besada durante la ceremonia. 
            Afuera del edifico se encentra el mizab al-rahma, “el conducto de la misericordia”; que es un conducto de oro para el agua, que se conduce por encima de la pared Norte-Oeste; la parte entre él y la esquina Oeste es el exacto punto de la kibla. El piso alrededor de la Kaaba esta cubierto de mármol, este espacio, es llamado haram, considerado como sagrado, donde nadie que no sea musulmán puede estar, espacio que se extiende hasta 12 millas.

LOS ALREDEDORES INMEDIATOS DE  LA KAABA
En la parte posterior al muro Norte-Oeste, hay un muro semi-circular (al-hatim), hecho con mármol blanco. Mide tres pies de altura por cinco pies de ancho, y termina a casi seis pies de la Kaaba. El espacio entre este muro y la Kaaba tiene consideraciones especiales, pues se dice que por un tiempo fue parte del edificio de la Kaaba. Muy  cerca de ahí esta el espacio llamado al-hidjr o hidjr Ismail, pues se dice que ahí están enterrados el patriarca y su madre Hagar. Frente a la puerta hay una ligera depresión en el piso, y de acuerdo a la tradición, Abraham y su hijo Ismael, mezclaron ahí para construir la Kaaba. Alrededor del edificio de la Kaaba, hay una serie de arcos, opuestos al muro Norte-Oeste; entre los arcos y la Kaaba, hay un pequeño edificio con un pequeño domo, el makam Ibrahim, en él hay una piedra, donde se dice que milagrosamente están marcados los pies de Abraham, donde se apoyó cuando estaba construyendo el santuario de la Kaaba.[6] También, cerca de ahí, opuesto a la Piedra Negra, se encuentra la kubba, pequeña estructura que resguarda el pozo del Zamzam. Su agua, que se considera sagrada, es sacada con cubetas por medio de una polea. Hay otros pequeños edificios en los alrededores del santuario, llamados makams, donde es la cede de cuatro escuelas ortodoxas de los imams. 

LA KISWA
      Toda la estructura de la Kaaba esta cubierta por una cortina negra llamada kiswa, a la cual en Egipto la llaman al-buk (el velo). Llega hasta el piso donde esta sujeta por unos listones y aros de cobre. Solamente hay dos aberturas, una para la conducción del agua y otra para la puerta. La kiswa solía fabricarse en Egipto, y sólo en casos de crisis se manufacturaba en Yemen; hasta el 1 346 H, en que el Rey Aabdulaziz dio la orden de construir una fábrica exclusiva para su fabricación en la Mecca, desde entonces se fabrica Arabia Saudita. Cada año se cambia la kiswa y se sustituye por una nueva, que es traída por los peregrinos desde su lugar de manufactura. La vieja kiswa es retirada entre el 25 y el 28 del mes de Zul--Kaada,[7] y la Kaaba se cubre temporalmente por una cortina blanca de seda; entonces se dice que la Kaaba es puesta en ihrami, periodo que dura un mes, es cuando el recinto se lava y purifica con el agua del sagrado pozo del Zamzam. Y al comienzo del Hadjdj, que hace referencia a la peregrinación, el Islam perpetua el recuerdo de las antiguas peregrinaciones pre-islámicas, la Kaaba es cubierta con una nueva kiswa. La kiswa se hace de seda pura, con la inscripción en bella caligrafía de: “No hay dios más que Dios y Muhammad es su Mensajero”. La altura de la kiswa es de 14 metros. En el tercio superior de esta altura se encuentra una franja (shahada) de 95 cm. de ancho y 47 metros de largo, con una inscripción de algunos versículos del Corán, rodeados de adornos islámicos y bordados con una relevante cubierta de hilo fuerte de plata, pintado de oro. Asimismo, la kiswa incluye la cortina de la puerta de la Kaaba, de 6.5 metros de alto y 3.5 metros de ancho, con bellas inscripciones de versículos coránicos y adornos islámicos, también cubiertos de hilos de plata, pintados en oro. La parte interna de la kiswa está forrada por una tela gruesa y está compuesta por cinco piezas, cada una de las cuales cubre un lado de la Kaaba y la quinta es la cortina que cubre la puerta. Estas piezas se unen entre sí, sobre la misma Kaaba, después de quitar la antigua kiswa. Se dice que cada kiswa necesita, de aproximadamente 670 kilogramos. de seda natural.[8] La antigua kiswa es considerada como una reliquia, y es vendida en pequeñas piezas a los creyentes por el Banu Shaiba, el que resguarda la puerta de la Kaaba.
           
LA KAABA EN LA TRADICIÓN ISLÁMICA
De acuerdo con la tradición islámica, el santuario de la Kaaba fue el primer santuario del mundo. Después de que Adán, el primer hombre sobre la tierra, fuera expulsado del paraíso, había ido errante por el mundo. Hasta que entre los valles del altiplano de Heraz, llegó al lugar donde ahora se encuentra la Mecca. Encontró un signo de perdón celestial:  un baldaquín de rubí sostenido por cuatro columnas de esmeralda. Debajo del baldaquín había una gran piedra. Alrededor de este símbolo dio siete vueltas.[9] El Arcángel Gabriel con sus alas, descubrió unos cimientos, los cual había sido dejado en la séptima tierra, y los ángeles arrojaron bloques de piedra que trajeron del Líbano, del Monte de los Olivos, de Djabal Djudt y de Hira, hasta que el espacio estuvo cubierto. Entonces Dios envió una tienda de rojo Jacinto del paraíso donde Adán vivió. Según una tradición se dice que parte del convenio que Dios hizo con Adán (y los posteriores hombres), se encuentra en la Piedra Negra, y que en el Último Día, estos saldrán para juzgar a los hombres.
Así, Adán  fue el primero en construir el santuario de la Kaaba; a semejanza del Templo de Dios en el Paraíso que Dios le mostró, llamada Baitul Ma´amoor: “El primer templo que fue fundado entre los hombres es el de Becca. Ha sido fundado para ser bendito y para servir de dirección á los humanos”.[10] Otras versiones dicen fueron los descendientes de Adán los que construyeron la Kaaba con las piedras dejadas por los ángeles. Shith, es mencionado como uno de ellos, y que después del Diluvio la Kaaba se destruyó, y los ángeles escondieron la piedra sagrada en Abu Kubais. Otras versiones dicen que el Diluvio no tocó siquiera la Kaaba, y que Noe ejecutó el tawaf alrededor de ella; una tradición más cuenta que el Diluvio sólo dejó una pila roja, y que fue la que Abraham encontró y donde edificó la Kaaba. Una versión, también cuenta que, cuando Abraham e Ismael terminaron la Kaaba, sólo faltaba una piedra “especial” para encajar en el ángulo dirigido hacia Oriente y que indicara el punto donde debían iniciarse las vueltas de devoción que había que realizar alrededor del templo. Ismael pasaba los días buscándola en los montes, volviendo cada noche con las manos vacías. Hasta que un día encontró el templo terminado: durante su ausencia, la gema resplandeciente, que simbolizaba el espíritu humano, había dejado la tumba de Adán en el monte Abu Qubais para volver a La Mecca, yendo a empotrarse en la esquina de la Kaaba, por fin la Kaaba estaba terminada. Existen diversas leyendas e historias sobre la Kaaba, sobre tesoros que oculta y que un monstruo protege, o de que hay una serie de malos augurios y serios problemas para aquellos que quieren modificarla o incluso restaurarla. 

También existen una serie de leyendas e historias con respecto al pozo del Zamzam, ya sea como poder curativo o como medio de Dios para expresar sus deseos y tomar partido por quien mejor convenga. Hay que mencionar que toda esta clase de leyendas y mitos donde el punto central es el santuario, en su tiempo, estaban en concordancia con las leyendas y mitos de los judíos y cristianos de esa parte de Arabia. Posteriormente el gran Diluvio la destruyó y Abraham y su hijo Ismael lo volvieron a reconstruir, colocando en uno de sus muros la Piedra Negra, que el Arcángel Gabriel trajo del cielo. En los primeros días, la Piedra Negra era en realidad blanca, y posteriormente se fue oscureciendo hasta el color que tiene en nuestros días, a causa de los pecados del hombre y el contacto con lo impuro durante el periodo pagano.
Los Árabes se consideran descendientes de Abraham por parte de su hijo Ismael cuya madre era Hagar.”Terah fue el padre de Abram, a Najor y a Haran, Haran fue el padre de Lot. Harán murió en su país natal de Ur de los Caldeos. Abram se casó con Sarai...”[11] De acuerdo a la Biblia, se dice que como Sarai no pudo tener hijos, persuadió a su esposo Abram (después asumió en nombre de Abraham) para que tomara como concubina a su esclava egipcia Hagar, pues ésta podría tener un hijo por ella; así lo hizo y ésta se embarazó, (todo esto sucedió mientras vivían ya en Canaán); Sarai se enceló, pues decía que ya su esclava la miraba con orgullo, y fue despreciando cada vez más a Hagar, hasta el punto en que ésta no pudo soportar más y huyó hacia el desierto. En su camino hacia Shur, un ángel de Dios se le apareció, y la persuadió de que regresara; poco después nació su hijo Ismael.[12] Tiempo después también nació el hijo de Sarai Isaac. Más tarde se habla de una segunda expulsión de Hagar y su hijo Ismael. Sara lo exigió, pues quería toda la herencia para su hijo Isaac, y no que la compartiera con Ismael. Así,  Sara ordenó a Abraham que los expulsara. En esta ocasión Dios toma partido por Sara, y persuadió a Abraham para que expulsara a Hagar y a su hijo Ismael, no sin antes asegurarle que no tenía nada de que preocuparse, puesto que también bendeciría a Hagar, y a Ismael lo haría el descendiente de muchos pueblos. Así, Hagar e Ismael marcharon hacia el desierto, y Dios veló por ellos. Cuando estuvieron a punto de morir de sed, Dios hizo brotar agua de un pozo, y cuidó de ellos. Ismael se convirtió en cazador y se casó con una mujer egipcia que su madre le consiguió.[13]

La tradición musulmana sostiene que madre e hijo permanecieron juntos en la Mecca, y que el pozo del cual hizo brotar agua para que no murieran de sed era el pozo del Zamzam, y que están sepultados en una fosa común hijr-Ismail, junto a la Kaaba. Pero al parecer Abraham los acompañó, puesto que padre e hijo construyeron la Kaaba, con piedras tomadas de las cinco (o siete) colinas: de Hira, Thabir, Líbano, del Monte de lo Olivos y de Djabal al-Ahmar cerca de la Mecca (hay otros nombres que también se mencionan); y también se sostiene que Abraham esta enterrado allí cerca. Abraham, al terminar la Kaaba proclamó la costumbre de la peregrinación para todos los hombres. Se dice que es el lugar donde todos los profetas, que han existido, están enterrados, sin embargo, la tumba de Muhammad está en Medina.
            Consecuentemente, Abraham es en realidad el primer musulmán; puesto que no era ni judío, ni cristiano, y Dios se le reveló por considerarlo puro y le mostró la verdadera religión, y Abraham se postró ante él. Posteriormente Dios le ordenó reconstruir la Kaaba como su verdadero santuario y hogar, y se aseguraría que su gente serían los custodios del santo lugar.

            Establecimos la casa santa para ser el retiro y el asilo de los hombres, y dijimos: Tomad la morada de Abraham por oratorio. Recomendamos á Abraham y á Ismael esto: Haced pura mi casa para los que vengan á darle la vuelta, para los que vengan á hacer la oración, genuflexiones y postraciones

            Entonces Abraham dijo a Dios: Señor, concede la seguridad á esta comarca y el sustento de tus frutos á los que creen en Dios y en el día final. Yo la concederé á los infieles también; pero sólo gozarán de ella un espacio de tiempo limitado; después los empujaré hacia el castigo del fuego. ¡Qué horrible camino el suyo!

            Cuando Abraham é Ismael hubieron levantado los cimientos de la casa, exclamaron: Dignaos recibirla “OH Señor nuestro¡ pues tú entiendes y lo conoces todo.[14]

Los siglos pasaron, y la guarda de la Kaaba permaneció en la familia de Ismael, hasta que el nombre de Abde Manaf aparece. Él heredó estos servicios y la hizo mucho más prominente. Su hijo Hashim tomo el liderazgo, y extendió su culto a muchos otros poblados de Hejaz; tanto que muchos peregrinos comenzaron a hacer el peregrinaje año con año hacia el santo lugar. Así, una fiesta se instituyó en honor de los peregrinos; comida y agua se servía a todos los invitados por parte de los familiares de Hashim. Desde entonces, la Kaaba a sido fuente de inspiración para millones de personas. Se menciona el caso de As´ad Abu Karib, un gobernante del sur de Arabia, perteneciente a la dinastía Himyar. Llegó a La Mecca con el fin de conquistarla y saquear su santuario, pero al estar frente a esta que no pudo, y se conmovió, tanto así que optó por cubrir la Kaaba provisionalmente con hojas de palmera, y después la cubrió con un tejido a rayas que traía desde Yemen. Durante estos tiempos, la Kaaba sufrió algunas reconstrucciones, pero siempre siguiendo el modelo tradicional; se cuanta una reconstrucción realizada por unos descendientes de Amalek, tribu árabe conocida como los amalecitas. Entre los fundadores de la Mecca se cuenta a Zayd ibn-Kilab (Koreich o Qusay), quien se casó con la hija del entonces guardián de la Kaaba, y con el tiempo él tomó éste cargo.

Posteriormente, la gente se fue olvidando de Abraham y su religión, y fue llenado el santuario con muchos ídolos e imágenes, la gente se corrompió, y entró a la “Edad de la Ignorancia”, hasta que el Profeta Muhhamed, que es el descendiente de una larga línea de Profetas que Dios ha mandado llegó, y empezó de nuevo a predicar la verdadera fe del Islam tras de habérsele proveído con la ley divina del Corán. En el año 570, La Mecca estuvo en gran peligro, y a punto de ser arrasada cuando el cristiano Abrah, un gobernador etíope de al-Yamar, invadió La Mecca, y marchó sobre la Kaaba con el fin de destruirla, sin embargo, los elefantes que llevaba consigo se arrodillaron ante ella, mientras que el ejército era atacado por bandadas de pájaros que llevaban una piedra en el pico, así, nuevamente la Kaaba era protegida por el poder divino.[15] También los ejércitos abisinios estuvieron amenazando la Kaaba, antes de que fueran derrotados por los persas, en vísperas del nacimiento del Profeta.
Los descendientes de Muhammad pertenecían a la tribu de Qusay. Abd al-Muttalib, fue hijo de Hachim y abuelo de Muhammad, y al parecer reunía las condiciones de un típico “sacerdote” de la antigua Arabia; y se decía que estaba dotado del don de descubrir los sitios donde pudiera haber agua, así, él halló el venerado pozo del Zamzam, que Dios había hecho brotado a los pies de Ismael, y que con el tiempo se había vuelta a cubrir;[16]y contribuyó de esta manera a al grandeza de la Kaaba. Después de que Mohammad tomó La Mecca, hizo arreglos para el control tanto político como religioso de la nueva fe. Destruyó más de 360 ídolos que se habían colocado en la Kaaba. Cuando los tocó con su vara de Profeta, estos se desintegraron. La estatua de Hubbal, la cual se dice que fue colocada dentro de la Kaaba por Amr b. Luhaiy, fue retirada, al igual que las representaciones de los profetas. Al estar lavando la Kaaba con agua del Zamzam, se dice que Mamad colocó sus manos sobre los dibujos de Jesús y María, y dijo: “Lava todo excepto los que está bajo mis manos”; entonces retiró sus manos. También fue destruida una paloma echa de madera. Había también dos cuernos de un carnero de Abraham, los cuales no fueron destruidos, sino hasta la reconstrucción de la Kaaba por Abd al-Zubair.[17] “La verdad ha llegado y la falsedad se ha desvanecido”. Esto sucedió en el octavo año del Hijra, (enero de 630 d.C.), después de la victoria en la Mecca, por el Profeta del Islam.
Durante el periodo de la “Ignorancia”, Kusaiy, después de haber luchado contra la tribu de Khuzaá, había ganado el control del santuario. Controlaba aspectos tanto seculares como religiosos: administración del Dar al-Nadwa, las provisiones de los peregrinos, la comida y la bebida, y la supervisión de la Kaaba. Sus descendientes fueron:


Abd Manaf                                                             Abd al-Dar
      |                                                                                 |                 
Hashim                                                                       Uthman
      |                                                                                 |
Abd al-Muttalib                                                   Abd al-Uzza
 ____|_______                                                                 |
|                       |                                                                |
      Abbas                  Abu Talib                                                 Abu Talha  Abd Allah[18]


Sus descendientes administraron la Kaaba, hasta la conquista de Mohammad. El tío de Mohammad o, según otra tradición Alí, primo de Mohammad, pidió esta administración, y hubo algunas disputas por ello, hasta que finalmente los Ban-u Shaiba se nombraron como porteros de la Kaaba hasta nuestros días. Finalmente Mohammad puedo controlar la ciudad más importante y su santuario. Los nuevos acuerdos y arreglos con respecto a esto, se encuentran contenidos en la Sura IX, la cual se llama de “Inmunidad” o “Arrepentimiento”, haciendo muchos énfasis sobre los idólatras, y las actitudes de la nueva religión. En el año 10 de la época musulmana, Mohammad dirige él mismo la peregrinación; donde la Kaaba por primera vez, era totalmente para la fe del Islam, y ningún idólatra estuvo presente.  
Uno de los lugares más santos del Islam, es también, el pozo del Zamzam. Pues todos los musulmanes consideraban que sus aguas son curativas, tanto para los males del espíritu como del cuerpo. El mojar la túnica en el Zamzam era toda una bendición; el beber sus aguas otorgaba la gracia divina. El agua de por sí, se identifica con el culto diario. Pues casi todas las mezquitas tienen una fuente de agua para las abluciones que predecían a la oración, y a menudo, estas fuentes constituían el principal abasto de agua de la ciudad. Así, para el Profeta uno de los designios de mayor mérito era: “Dar agua al pueblo...”[19]

            En el comienzo, la comunidad musulmana dirigía sus predicaciones y rezos hacia Jerusalén, subsecuentemente, después de años y medio de al Hijra, el profeta les ordenó a los musulmanes dirigir sus rezos y plegarias hacia la Mecca, al el santuario de la Kaaba. La mezquita en Medina que está construida en el lugar donde pasó esto es llamada Mosjide Qiblatai  (lugar de las dos kiblas).

            Te hemos visto volver el rostro á todos los lados del cielo; queremos que en lo sucesivo lo vuelvas hacia una región en la cual tú te complacerás. Vuélvelo, pues, hacia la playa del oratorio sagrado. En cualquier lugar que estéis, volveos hacia esa playa. Los que han recibido las Escrituras saben que es la verdad que proviene del Señor, y Dios no desatiende sus acciones.
            Aun cuando hicieses en presencia de los que han recibido las Escrituras toda clase de milagros, no adoptarían tu kebla (dirección en la plegaría). Tú no adoptarás tampoco la suya. Entre ellos mismos, los unos no siguen la kebla de los otros. Si, después de la ciencia que tú has recibido, siguieses sus deseos, sería del número de los impíos.

            Los que han recibido las Escrituras conocen al Apóstol, como á sus propios hijos; pero la mayor parte ocultan la verdad que conocen.

            La verdad proviene de tu Señor, No seas, pues, de los que dudan.

            Cada uno tiene una playa del cielo hacia la cual se vuelve al orar. Vosotros obrad el bien á porfía dondequiera que estéis. Dios os reunirá á todos algún día, pues es omnipotente.

            De cualquier lugar que salgas, vuelve tu rostro hacia el oratorio sagrado. Es la verdad que proviene de tu Señor, y Dios no desatiende vuestras acciones.

            De cualquier lugar que salgas, vuelve tu rostro hacia el oratorio sagrado. En cualquier lugar que estéis, volved vuestro rostro hacia ese lado, á fin de que los hombres no tengan pretexto alguno de disputa contra vosotros. Respecto á los impíos, no los temaís; pero temedme, á fin de que yo realice mis beneficios para vosotros y que estéis en la senda derecha.[20]

En el siglo VII, estalló una guerra civil en La Mecca, entre las distintas fracciones del Islam, destruyeron parte del santuario de la Kaaba, que luego fue reconstruido, variando el estilo anterior de la estructura. Cada fracción del Islam rezaba en distintas partes de la Kaaba. En el año 317 de la Hégira (938 de la era cristiana); los miembros de una secta de musulmanes comunistas, robaron la Piedra Negra, no devolviéndola hasta después de veintidós años. En el siglo XVI, los turcos, ahora dueños de Arabia, iniciaron otra restauración (990 de la Hégira): se amplió el pórtico hasta las medidas actuales, de 160 y 170 metros por lado, quedaron las diecinueve puertas que había, pero ahora con ricas jambas y fastuosos batientes, y las ochocientas columnas que había, fueron sustituidas por pilastras alternadas con columnas de cuño nuevo, y después de derrotar la resistencia del imán del santuario y de una inundación (1661 de la Hégira, y 1039 del calendario cristiano), que destruyó el edificio, se restauró la Kaaba.[21]En 1981 los Wahhabis utilizaron tanque dentro del terreno del santuario para aplastar una revolución de los kahtani, que llevaban a cabo en contra del régimen saudí, y casi demolieron el muro sureste. Posteriormente fue restaurado por los mequíes. A pesar de tantos siglos, la Kaaba nunca ha perdido su importancia como el centro de la fe islámica hasta nuestros días, sino al contrario la fe se sigue manteniendo muy fuerte.

RITUALES ISLÁMICOS CON RESPECTO A LA KAABA
Primero están las ceremonias que conciernen la apertura y la limpieza de la Kaaba. En ciertos días la Kaaba se abre (a veces, se realiza durante el peregrinaje), primero se admiten los hombres y después las mujeres; entonces se realiza la oración (salata) en la Kaaba, lo cual se considera muy meritorio, pues se dice que el individuo se vuelve tan puro como en el día de su nacimiento. La Kaaba es lavada, durante una ceremonia, y el Gran Sharif y un número de peregrinos toman parte en ello. Primero entra el Sharif, quien después de la oración de dos rakas, lava el piso con agua del Zamzam, la cual sale por un orificio. Las paredes son lavadas con una especie de escoba echa de ramas de palmera. Posteriormente, el Sharif salpica todo con agua de rosas, y finalmente se fumiga el edificio con toda clase de perfumes. A continuación, el Sharif arroja la escoba a la multitud, y los peregrinos se pelean por poseerla, pues se dice que es de buena suerte. Así, en realidad se venera todo lo que entra en contacto con el santuario.

Otros diversos ritos concerniendo a la Kaaba, fueron conservados de la tradición preislámica. La peregrinación (hajj) a la Sagrada Mezquita de la Mecca, se reglamentó definitivamente en Medina, y es uno de los cinco pilares del Islam, hacer una visita a la Mecca, al menos una vez en la vida para todo musulmán. Para peregrinar a la Mecca, los hombres visten un hábito típico, cuya tradición se ha conservado a lo largo de los siglos. Este hábito consiste de dos piezas de tela blanca, una enredada alrededor de la cintura y la otra echada sobre el hombro izquierdo, envolviendo el pecho. Esto significa que los fieles proceden de todas las clases sociales y de países muy distintos. Se reglamentaron los días tradicionales en Dhu´l-hijja (el duodécimo del mes) y las ceremonias tradicionales de dar las siete vueltas en torno a la Kaaba (tamaf), a partir de la Piedra Negra, que marca la kibla, el correr (sa´y) entre las dos pequeñas eminencias de al-Safa y Marwah de las cercanías, el reunirse el noveno día del mes en el monte Arafat (a unas cuantas millas cerca de la Mecca). De acuerdo a la tradición islámica, los musulmanes realizan el sa´y  en conmemoración al hecho de que Hagar corrió de un lugar a otro siete veces entre estos puntos, buscando agua para su sediento hijo. La peregrinación comienza con una marcha hacia el Valle de Arafah, que dura del siete al ocho del Dhu-al-Hijjah. Las paradas se realizan en tipos de santuarios que se encuentran en las faldas de Arafah, nombrados al-Muzdalifah y Mina. El apedrear uno postes, que simbolizan al diablo, se realiza en el camino al Valle de Mina en Jamrat al-´Aqabah. En Mina al regreso de la Mecca, se hace el sacrificio de una oveja o camello, o de algún otro animal domestico con cuernos. Siempre toma lugar el 10 de Dhu-al-Hijjah, y se conoce en el mundo musulmán como el ´Id al-Adha (El Festival del Sacrificio).

            Dios ha hecho de la Kaaba una casa sagrada destinada á ser una estación para los hombres; ha establecido un mes sagrado y la ofrenda de la oveja, y los ornamentos suspendidos de las víctimas, á fin de que sepáis que conoce todo. Sabed también que Dios es terrible en sus castigos, pero al mismo tiempo indulgente y misericordioso.[22]

            Retiraréis primero animales consagrados á las ofrendas de numerosas ventajas, hasta el tiempo marcado; luego el lugar de los sacrificios será en la casa antigua.

             Para cada nación hemos instituido un rito, á fin de que los hombres repitan el nombre de Dios sobre el alimento que les concede de sus rebaños. Vuestro Dios es un Dios único. Abandonaos enteramente á él. Y tú ¡oh Muhammad! Anuncia propicias nuevas á los humildes.

            Cuyos corazones son embargados de espanto cuando oyen pronunciar el nombre de Dios, que soportan con paciencia los males que les hieren, que observan la oración y hacen la limosna de los bienes que les hemos repartido.
 
            Hemos destinado los camellos para servir en los ritos de los sacrificios; halláis también en ellos otras ventajas. Pronunciad, pues, el nombre de Dios sobre los que vais á inmolar. Deben permanecer en pie sobre tres pies, atados por el cuarto. Cuando la víctima ha caído, comed de ella y dad al que se contenta con lo que se le da, así como al que pide. Nosotros os los hemos sometido, á fin de que estéis agradecidos.[23]

Finalmente se termina con el razuramiento de la cabeza, y el cambio de ropas.[24] También se instituyó la costumbre de besar y abrazar La Piedra Negra empotrada en una de las esquinas de la Kaaba, así como el apedrear los pilares que representan al Diablo en las cercanías de Mina.[25]
Hay otro milagro muy importante para la fe islámica, y que muestra el aspecto divino de Muhammad y la Kaaba, es el viaje nocturno y la ascensión del Profeta a los cielos. El viaje tuvo lugar una noche, cuando Muhammad estaba en las inmediaciones de la Kaaba “idolatra”, el Arcángel Gabriel, tras una purificación previa lo llevó a Jerusalén (donde actualmente esta la mezquita del Domo de la Roca), y de ahí ascendió a los siete cielos hasta el trono de Dios, sobre un corcel llamado Borak,[26] Evento situado al final del periodo de la Mecca, anterior a la emigración a Medina, en el “año de las tribulaciones”.

             Gloria á aquel que ha transportado, durante la noche, á su servidor desde el templo sagrado de la Meca al templo lejano de Jerusalén, cuyo recinto hemos bendecido, para mostrarle nuestros milagros, Dios lo oye y lo ve todo.[27]

HISTORIA  DE LA kAABA
Los orígenes del santuario de la Kaaba son inciertos, pues no existen documentos históricos preislámicos de sus orígenes; pero lo cierto es que sus orígenes son muy antiguos, pues el santuario de la Mecca, al parecer, se encuentra mencionado en la Biblia, y se sabe de su existencia por diversos viajeros orientales y occidentales que hablan del lugar. Sus orígenes como lugar de culto, oración, veneración y peregrinaje, se remontan a varios siglos, antes incluso de la era cristiana. Así pues, podemos leer en el libro de los Salmos 84-1; lo que parece referirse al santuario de la Kaaba:

                       ¡Cómo amo tú Templo, oh Dios todo poderoso! Cómo deseo estar allí... qué felices son aquello cuya fortaleza viene de ti, que están tan ansiosos de hacer el peregrinaje al monte de Zión. Conforme ellos pasan a través del seco Valle de Baca,[28] que se convierte en un lugar de manantiales; las tempranas lluvias llenan sus piscinas...

También se encuentra otra mención del lugar en II Samuel 23: 24-39: “Eliphelet hijo de Ahasbai de Maacah...” Viajeros tales como Diodorus de Sicilia[29], hablan acerca del santuario en el lugar: “...Y un templo ha sido construido allí, el cual es muy santo y excesivamente reverenciado por los árabes...” También Ptolomeo[30], hace referencia a un lugar llamado “Macoraba”, nombre identificado también como La Mecca, donde se localiza un santuario al sur de Arabia que es de gran importancia para estas tribus.
El Valle de la Mecca, ya desde mucho antes del nacimiento de Mohammad, era el centro de Arabia, por su santuario, que a pesar de que en tiempos preislámicos existían varios santuarios como éste, éste al parecer era el más importante, quizás debido a su localización geográfica, pues era el lugar obligado de paso de tribus árabes, que llevaban sus productos por toda la península. Esta clase de santuarios estaban localizados, en los oasis y fuentes de agua. No es difícil imaginar que en un lugar como Arabia, donde escasea tanto el agua, los lugares donde se encontraran fueran fuente de veneración y encuentro para las tribus caravaneras de la antigüedad; necesidad que en su tiempo llenó el pozo del Zamzam, al cual acudían los beduinos para conseguir agua. Al parecer en un principio, en el lugar don de actualmente se encuentra edificio de la Kaaba como tal, había sólo una tienda sagrada (bayt), que abrigaba los diversos ídolos, y probablemente a comienzos de la era cristiana, la Kaaba empezó a tomara su forma cúbica[31].  Así pues, este lugar era especial para los distintos grupos étnicos, pues además allí tenían sus divinidades, y cada cual las adoraba de acuerdo a su manera.

Consecuentemente, otros santuarios como al-Buss, santuario de al-´Uzza en Hurad, en al-Najla Samiyya; al-Rabba, santuario de al-Lat, en Ta´if y en Nayran, y otros tantos se fueron opacando ante el santuario de la Mecca. En Al Ulá había un templo dedicado a Wad; había otros tres santuarios dedicados a tres diosas en las cercanías de La Mecca, al parecer también muy importantes, tenían sus santuarios entre esta ciudad y La Mecca, y el santuario de Manat, en Qudayd, al borde del mar Rojo, entre La Mecca y Yatrib;[32] e igualmente habían santuarios en la región nabatea, y en la región de Haurán que rivalizaron con el de la Mecca, a parte de los ya mencionados; habían deidades tales como Nasr (buitre), o ´Awf (el gran pájaro)[33]; donde la influencia septientrional era más fuerte, eran donde más abundaban y podían tener cerca un pozo para las abluciones; otras divinidades eran la de aws, de los jazrayíes de Yatrib, de los hudayl y de los juza´a, que eran los más cercanos entre la Mecca y Yatrib. En el camino de Yemen, estaban los de Du-l-Jalasa en Tabala, en la Tihama, adorados sobre todo por los de la tribu de los daws, de los jat´am y de los bayila; el de al-Fals, en el país de los tayy, adorado por estos últimos; el de Du-l-Sara, principal divinidad de los árabes del norte, cercanos a Petra; el de ´Amm-Anas, adorado por la tribu Yemen de los jawlan; el de Sa´d, de los Kinana; el de Tuda, divinidad tamudea; el de Wadd, en Duman al-Yadal: el de Yasghut y Ya´uq, divinidades de las tribus yemeníes de los madhiy y de los hamdan.[34]

 Los conceptos de diosas en la religión semítica, por ejemplo de la cual hay indicios en el Islam, son conceptos menos personales de lo divino, y cuando se habla de diosas, se habla mas bien haciendo referencia a lugares, objetos y a atributos relacionados con esos lugares, tales como la “omnipotente”, la “dispensadora”,[35] etc.
Habían toda clase de creencias, creencias en un poli demonismo, o pluralidad de espíritus protectores que residían en el agua, los bosques y las piedras, incluso se habla de antiguos sacrificios humanos entre algunas tribus árabes,[36] y que fueron muy extendidos en la tierra de Canaán, y que en otras regiones sobrevivieron en le sacrificio de muchachas, y de lo cual se encuentran vestigios en el Corán: “A muchos politeístas les han presentado sus dioses como  una buena acción el asesinato de sus hijos”[37]. Muchas de estas creencias están enraizadas en antiguas creencias del viejo panteón de los antiguos semitas;[38]  como el uso de los fuegos sagrados de los árabes, y que sobrevivió el de la aceptación, conocido en el Corán, (3, 183). En especial el de las piedras, que eran objeto especial de veneración; pues quizás con la gran escasez material de la Arabia preislámica, las piedras funcionaban como representaciones imaginarias y abstractas de lo divino, así como altares. El culto a las piedras (litolatría, adoración de betilos), en especial “piedras divinas”, caídas del cielo también se encuentran en otras antiguas culturas, como entre los primitivos hebreos. El culto a las piedras y rocas e muy antiquísimo, y popular entre los pueblos de la antigüedad. Las piedras, en lo general, simbolizan el ser, el sello de lo perdurable e imperecedero, la cohesión y la conformidad con uno mismo. Las piedras caídas del cielo, explican el origen de la vida, la solidificación del ritmo del creador, así, los meteoritos, sobre todo, fueron muy adorados. Entre las piedras más conocidas que se han venerado, están: la Piedra Negra de Pessionante, imagen anicónica de la Gran Madre frigia, que fue llevada a Roma durante la última guerra púnica, los órfalos griegos, que Guénon dice no ser sino betilos. Del hebreo Beith-El (La Casa de Dios), “de conformidad con Dios”.[39]  Este es el origen de la Piedra Negra de la Kaaba, que era uno de los ídolos más importantes, y constituía el gran fetiche de los joraichitas, y que algunos investigadores identifican con la deidad Hubal, aun que esto difiere mucho; pues Hubal era la divinidad del grupo tribal Kinana-Qurays, que ocupaba la zona de la Mecca y los territorios aledaños. Se dice que era famoso por su oráculo cleromántico, que consultaban los peregrinos y toda clase de visitantes. El movimiento de los hums (zelotes ¿?), parece que contribuyó a la expansión de su culto. Muchos de los ídolos, incluso, eran llevados consigo por los distintos grupos en sus desplazamientos, como guías y amuletos de protección.[40]

En el antiguo Oriente, algunas piedras también eran señal de la presencia divina, y se les ofrecía ofrendas líquidas, o se les ungía con aceite y sangre. Entre los hurritas y los hititas, la idea de la roca, era como una imagen primaria de la divinidad donde, por ejemplo, el padre del dios Kumarbi, engendra de una roca a su hijo Ulli Kummi.[41] Con el tiempo, el santuario de la Mecca, se fue llenando de esta clase de ídolos, que como La Piedra Negra, tenía gran carácter unificador de las distintas tribus. Había también divinidades femeninas[42] como al-´Uzza, al-Lat y Manat. La tribu de los qays ´aylan, adoraban a la primera, sobre los taqif, que adoraban a la segunda, y los aws, los jazray, los juza´a y los hudayl, adoraban a la tercera. También había dioses más genéricos, patrones de las tribus. Se hacían también diversas clases de penitencias y sacrificios, como el sacrificio de camellos, que se llevaba a cabo en distintas épocas del año en esta clase de santuarios. No se identifican clases sacerdotales, pero sí arúspices y adivinos, y sólo había guardianes; cada tribu se ganaba la responsabilidad de cuidar el santuario por determinado tiempo.

Con respecto a las tres divinidades femeninas ya mencionadas, éstas son las que se identificaban como las hijas de Alá, y mencionadas en los versos satánicos, posteriormente citados. También estas tres deidades son identificadas como las tres caras del planeta Venus, que fue el astro principal para los pastores del desierto árabe, y a Hubal, se le da un carácter lunar, pues era adorado principalmente por los Kinaníes, que rendían culto a la luna. Al-´Uzza, que era la más grande de las tres, era considerada por algunas tribus como la madre de las otras, y todas tenían por paredro a al-Lah; pues les llamaban banat al-Lah, esto es, “las hijas de al-Lah”. Al-Lah o Allah, forma asimilada de al-Ilah, equivalente del acadio II y del cananeo El; confundida con la primera persona de la trinidad semítica, que se constituye por el Padre, la Madre y el Hijo. Así, en algún momento, se identificó por Madre a al-´Uzza, por el Hijo, Hubal, y por las dos hijas, al-Lat y Manat, y al parecer opacaron la figura de  Allah, que era el Padre de todos, el Dios Universal. Entonces, el principal cometido de Muhammad era volver a restituir la figura de Allah como principal y único Dios; de la misma forma como lo había hecho Abraham con Elohim y Moisés con Yavé.[43]

            En un principio el santuario de La Mecca tenía distintas dimensiones a las actuales, y al parecer sólo tenía las paredes sin el techo y las paredes eran tan altas como una persona. Con el tiempo, fue sufriendo toda clase de modificaciones. Los ídolos se colocaban dentro y alrededor del santuario. Posteriormente se le fue dotando de un techo y una puerta. Se dice que Tubba, As´ad Abu Kari al Himyari, quien llegó a la Mecca, proveyó al edificio con la primera kiswa y una puerta con candado, aun que, según Procopio, el primer velo fue donado al santuario por un rey angarita siete siglos antes de Mohammad.[44]

La forma de cubo del santuario puede tener algunas interpretaciones. Como la tradición islámica lo señala, el santuario de la Kaaba se hizo  de forma cúbica, de acuerdo al modelo del templo de Dios en el cielo, que se le permitió ver a Adán, o de acuerdo al modelo dictado según el Arcángel Gabriel, según otros. Lo cierto es que la forma cúbica ha tenido un significado especial en la antigüedad; puesto que de acuerdo a sus dimensiones, todas iguales, se le considera una forma de representación perfecta, y como lo perfecto esta relacionado siempre con la divinidad, el cubo, representa así la forma del palacio o templo de Dios, donde éste habita, en la perfección. Muestra de esto lo podemos observar en el Antiguo Testamento, en el Apocalipsis de Juan 21: 15-17, donde describe a la “Jerusalén celestial” como la forma de un cubo:

            ... El ángel que me habló tenía una vara de oro para medir la ciudad sus puertas, y sus muros. La ciudad era perfectamente cuadrada, la longitud, la anchura y la altura eran iguales. El ángel midió la ciudad con su vara de medir: eran mil quinientas millas de largo y lo mismo era de ancho y de altura... Los cimientos de piedra de los muros de la ciudad estaban adornados con toda clase de piedras preciosas...

Así, la forma cúbica para los santuarios era una representación del palacio de Dios en la tierra. Muchas ideas de este tipo, del judaísmo y  del cristianismo se fueron transmitiendo en la Arabia preislámica.
 
Los records históricos del santuario comienzan realmente en la época de Mohammad. En su tiempo, el santuario se quemó por causa del incienso de una mujer. De los restos de la madera de un barco bizantino que encalló en las costas, se empezó la nueva construcción de la Kaaba a cargo de un cristiano copto llamada Bakum. Las dimensiones del santuario se duplicaron. Se construyó de capaz alternativas de piedra y madera, y se le colocó un techo. La puerta fue colocada sobre el nivel del piso como forma de protección y de restringir su acceso, y al entrar se tenía que utilizar una escalera.[45] Fue entonces cuando las principales tribus reñían entre sí por tener el derecho de colocar al Piedra Negra en su lugar. Mohammad, colocó la piedra en un manto, y cada jefe de la tribu tomó una esquina, los cuatro jefes la levantaron y la llevaron hasta el lugar donde debería colocarse, y el mismo Muhammad la tomó y la colocó en su sitio. De acuerdo a la tradición, la Kaaba había sido proveída de dos puertas sobre el nivel del piso, la del lado Oriente funcionaria como entrada, y la del lado Oeste como salida, pero estas alteraciones sólo duraron por un corto periodo. Entonces se dice que Muhammad no hizo más alteraciones al edificio.
En el 64 de la  Hégira. (683) Ibn al-Zubair, como anticalifa fue atacado por al Husain b. Numair en Mecca, en estos ataques, la Kaaba fue grandemente dañada, y un fuego producido partió La Piedra Negra en tres partes. Cuando los Omeyas se retiraron de la Mecca, Ibn al-Zubair, reconstruyó la Kaaba, e unió La Piedra Negra con una cinta de plata. En el 74 de la Hégira (693 época cristiana), al-Hadjdjadj b. Yusuf conquistó la Mecca y asesinó a Ibn al-Zubair; tapó la puerta Oeste y le dio a la Kaaba la forma que actualmente tiene.[46] Desde en entonces ha habido mucha resistencia en alterar la Kaaba, y sólo en los momentos de peligro, como en inundaciones, y cuando hubo peligro de colapso (como en 1611) se hacen las distintas renovaciones y reparaciones a la estructura. Durante la invasión Karmaciana en el 317 (929), La Piedra Negra fue robada, y después de unos veintidós años fue devuelta por ordenes de Califa fatimita  al-Mansur (como ya se mencionó más arriba). En 1627 se le volvió a restaurar de manera completa.

            No hay muchas muestras de sentimientos profundos de Muhammad hacia la Kaaba en los primeros tiempos de las revelaciones del Corán, y más bien éstos aparecen posteriormente, y aparecen más por razones políticas que religiosas. En los primeros tiempos de la revelación del Corán, parece que Muhammad quiere modelar más el Islam sobre el judaísmo y el cristianismo. En primer lugar antes de irse de La Mecca, Muhammad había escogido Jerusalén como dirección hacia donde debían de dirigirse las plagarías (kibla), de acuerdo a las costumbres judías, y así también fue tomando otros elementos tales como: el ayuno (ashura) en el décimo día del primer mes, correspondiente al el día de la expiación judía, la oración del medio día (siempre mirando hacia Jerusalén) y el culto especial del sabat judío ( que en realidad comienza en viernes por la tarde), que más tarde se hizo en viernes para el Islam, ideas tales como el Día del Juicio Final, etc. Uno de las premisas más importantes que Mohammad comenzó a difundir, fue la idea de que él era el continuador de una larga tradición de profetas que Dios había estado mandando al mundo como Adán, Lot, Noé, José, Juan el Bautista y Jesús; el enviar profetas constituía parte esencial de los designios divinos. 

         En el Corán, se citan veintiocho profetas. De estos cuatro son árabes, dieciocho son personajes del Viejo Testamento y tres (Zacarías, Juan el Bautista y Jesús) son del Nuevo Testamento. Moisés había recibido la Tawrah (la Tora) judía, correspondiente al Pentateuco; David había recibido el Zabur, identificado como los Salmos; Jesús recibía el Indjil, esto es el Evangelio, y ahora Muhammad recibía el Corán (La Recitación). La mayoría de ellos habían sido judíos, y finalmente él era el continuador de Cristo que había sido cristiano, y prueba de ello eran las revelaciones del Corán. Prueba  también de ello, era la Biblia, tanto en su Antiguo como en su Nuevo Testamento, y así también, el Corán era la continuación de estos dos libros. Así pues, Muhammad intenta encajar en todo este gran proyecto divino, con el fin de dar legitimidad plena a su mensaje. Pero para que esto funcionara, necesitaba el reconocimiento de las comunidades de judíos que habitaban en Medina. Por ello, fue muy condescendiente con ellos, y estuvo dispuesto a permitirles que conservaran sus formas de culto y sus demás costumbres religiosas.

Sin embargo, los judíos se negaron a reconocerlo como profeta, y mucho menos a reconocerlo en la misma línea que sus demás profetas como Moisés o Salomón y de confirmar la Tora, e incluso se mofaban de él y de sus revelaciones, negándole toda clase de aspectos con el divino; esto puso en gran peligro el proyecto de Mohammad, pues ponía en duda todo lo que Mohammad predicaba con respecto al Islam.[47] Finalmente, Mohammad recibió la solución y llegó la ruptura definitiva con los judíos. Fue cuando Mohammad recibió las revelaciones de cambiar la kibla hacia la Mecca; aun que ya desde antes de la Hégira, un miembro del clan de Salima, le había propuesto dirigir la oración hacia La Mecca y no hacia Jerusalén (11 de febrero del 624).  Mohammad alegó entonces, que los judíos habían cambiado las santas escrituras y que por eso él no aparecía en ellas, así pues, parte de la Biblia no era fuente fidedigna puesto que había sido manipulada y alterada por los judíos; también fue cuando utilizó la historia de Abraham como el primer portador de la nueva religión, y posteriormente la corrupción de la humanidad hacia el judaísmo y hacia el cristianismo; así, el Islam asumía el aspecto monopolizador como mensaje auténtico de Dios para los hombres. Quedaba establecido que el judaísmo había sido la religión de Moisés, y que el cristianismo la religión de Jesús, ahora Abraham (al-Hanif), como no había sido ni judío ni cristiano, encajaba en la idea de un tipo de Islam antiguo, que ahora de nueva cuenta resurgía englobando a las demás religiones purificándolas y reivindicando sus errores,[48] y que así mismo, él, Mohammad era el último en la cadena de profetas. Fue entonces, cuando convirtió a La Mecca y a su santuario de la Kaaba como el verdadero lugar de postración y como la cede políticas de la nueva religión.[49] Consecuentemente, los musulmanes han buscado “rastros” de Mohammad y el Islam en la Biblia:

             Estas son las bendiciones que Moisés, el hombre de Dios, pronunció al pueblo de Israel antes de que él muriera.
            El Señor vino del Monte Sinai; él se levantó como el sol sobre Edom y brilló sobre su pueblo desde el Monte Parán. Diez mil ángeles estuvieron con él, un flamante fuego en su mano derecha.[50]

Explicación[51]: Según las fuentes musulmanas, significa que al decir que viene del Sinai, se refiere a la aparición de Moisés, y al decir “sobre Edom” (Seir), se refiere a Jesús. El profeta que brilló sobre Monte Parán, no puede ser más que el Profeta Mohammad, donde se establecieron hace mucho tiempo los hijos de Ismael. Pues según la tradición, Parán es Farán; y se comenta que Farán es uno de los nombres de La Mecca. Puesto que la palabra Farán se parece a la palabra árabe Farrán, la cual significa “dos refugiados”. Entonces, el lugar tomó el nombre de los dos refugiados que eran Hagar y su hijo Ismael; y que según otros, en el Pentateuco se traduce una frase que alude a: “el desierto del Parán”. Y con respecto a la frase: “Diez mil ángeles”, supuestamente se refiere al momento de la conquista de La Mecca por Mohammad, llevando consigo el mensaje del Corán. Así mismo, también se alude a “Un Mensaje de Arabia”, en Isaías 21: 13-17:

             Este es un mensaje de Arabia. Gente de Dedan, ustedes cuyas caravanas acampan en la tierra infértil de Arabia, dan agua a la gente sedienta que llega a ustedes. Ustedes gente de la tierra de Tema, dan comida a los refugiados. Gente está huyendo de las espadas que están listas para asesinarlos, de arcos que están listos para disparar, de todos los peligros de la guerra.
            El Señor me dijo, “En exactamente un año la grandeza de las tribus de Kedar llegará a su fin. Los arqueros son los hombres más valientes de Kedar, pero pocos de ellos sobrevivirán. Yo, el Señor Dios de Israel, he hablado”.

Interpretación:  En primer termino, todo esto sucede en el escenario es Arabia. En segundo termino, se habla de gente que está huyendo de una gran amenaza. Esto supuestamente se refiere a la huída de Mohammad de La Mecca, hecho trascendental en la historia de Arabia. Y que la frase de que exactamente en un años Kedar llegará a su fin, alude a la batalla de Badr, que tomo lugar un año después de la huída de Muhammad; y que en esa batalla, los coreishits de la Meca (Kedar), fueron derrotados.

La costumbre de cubrir la Kaaba con la kiswa, se dice que fue introducida por Tubba, y el hacerlo anualmente es ya una costumbre moderna. La Kaaba se cubre con esta tela, porque al ser considerada como un objeto sagrado, tiene que estar cubierta. Incluso, durante el califato de Omar, estuvo a punto de derrumbarse por tatas mantas que tenía. Las kiswas usadas para cubrir la Kaaba, han sido de toda clase de colores. Los Wahhabis, incluso la cubrieron con una kiswa roja, y el hecho de que ahora sea negra es más por costumbre. La costumbre de cubrir objetos sagrados es muy antigua, así como los ritos que se hacen cada vez que se cambian, se pueden comparar a los de la antigüedad para casos similares. El tabernáculo judío, lo altos lugares del Caanán,[52]el trono de Salomón[53], el trono de los obispos, el mahmal, y las sagradas tiendas en la antigua Arabia, así como el Sidrat al-Muntaha en el Paraíso; todos han sido cubiertos con telas que han sido de distintos colores.[54]

Con todos estos rasgos, la Kaaba posee muchas de las características usuales de los antiguos santuarios semitas. Alrededor de la Kaaba (“La casa de Dios”) es tierra consagrada  (haram), marcada por piedras; la cual impone restricciones a las personas consideradas como “impuras”. El haram, también es visto como el lugar de tregua de Dios. Durante el tiempo de peregrinación todo conflicto bélico debe cesar, por el tiempo que duren los ritos, por lo tanto no se permiten armas dentro de esta área ni el derramamiento de sangre. La Kaaba y el haram, son considerados también como lugares de refugio y protección, como las antiguos ciudades de refugio judías.
La peregrinación a lugares santos, fue introducida desde los antiguos tiempos de los semitas, y hay varias referencias de ello en el Antiguo Testamento: “Celebren tres festivales al año para honrarme. En el mes de Abib, el mes en el cual dejaron Egipto, celebren el festival... Cada año en estos tres festivales todos sus hombres deben venir a adorarme, al Señor su Dios.”[55] Al parecer, en un principio, las peregrinaciones eran una característica del culto hacia el Sol, pues las ceremonias coincidían con el equinoccio de Otoño; constituían una clase de despedida al calor del sol, y daban la bienvenida a Quzah, el dios del trueno y la fertilidad. En la Arabia preislámica, después de las ferias anuales del norte de Arabia, se hacía una peregrinación en el mes de Dhu-al-Hijjah a la Kaaba y a ´Arafah. Así, posteriormente, en el séptimo año del Hijrah, Mohammad adaptó esta costumbre en el Islam.
Incluso los orígenes de la palabra “Allah” (el Dios), también son antiguos y de gran significado. Allah, ya era una deidad en el panteón de la Kaaba, era importante pero no la principal. El nombre aparece en dos inscripciones al Sur de Arabia, una encontrada en al-´Ula (en Minaean), y la otra es Sabaean; y abunda en sus formas de HLH, en las inscripciones de Lihyanite del siglo quinto a.C. Este dios es traído al parecer de Siria, y llegó a ser una de las principales deidades. En las inscripciones de Safa, el mismo nombre aparece como Hallah. También se encuentra una variante del mismo nombre en Siria, en al-Jimal. Incluso el nombre del padre de Mohammad era ´Abd-Allah (´Abdullah), el esclavo o predicador de Allah; puesto que la divinidad patrona de los Qusay, que era la tribu de Mohammad era Allah.[56]Al parecer en un principio, el nombre de Allah era al-Rahman, “El Compasivo”; que también era popular en Arabia, y el nombre sobrevivió en la fórmula de “En el nombre de Dios, el Compasivo, el Clemente”.[57] 

CONCLUSIONES

Además de ser un objeto de arte, la Kaaba es un objeto de fe religiosa. Los elementos físicos que la componen son pocos y muy sencillos, pero el significado de cada uno de estos elementos es muy grande y antiguo. Cada uno de los elementos que componen la Kaaba tiene su historia y razón de ser. Casi la mayoría de los motivos y el edificio en sí, son herencia de la Arabia del tiempo de la “ignorancia”, adaptados a la nueva fe musulmana (a la sumisión a Dios). Fue sumamente difícil deshacerse de ello, y suficiente fue que todo ello fuera dedicado a un solo Dios, sin tantas representaciones. El cambio realmente fue muy brusco, tomando en consideración que esta clase de concepciones y fenómenos abstractas, tardan mucho tiempo y generaciones en ser aceptadas por la gente, y sin embargo, el profeta Mohammad, logró hacerlo en el periodo que duró su vida, y logró sentar las bases necesarias para que el Islam floreciera y se expandiera. Pero para llevar a cabo este proyecto de construcción de una religión de carácter universal, fue necesario de una cede “política-religiosa”. 
          Se necesitaba un lugar y elementos físicos, a los cuales recurrir, y que funcionaran como símbolos fuertes de lo espiritual, que aun que ésta se declarara unánime, para adorar a un solo Dios, fue inevitable hacerlo sin tener cierta referencia física de la deidad. Por ello, se tuvo que adoptar lo ya existente; pues no fue suficiente con existir la palabra de Dios representada en un libro (El Corán); la gente necesitaba de un lugar físico para expresarse, y comunicarse más “directamente” con Dios.  Como se dijo más arriba, muchos elementos de la antigua Arabia sobrevivieron como es el caso de la famosa Piedra Negra. Aun que se insista tanto en un monoteísmo, no se puede dudar de una cierta adoración a esta piedra, siendo o no mandada por Dios, no deja de sorprender la devoción a la que es objeto, sin mencionar otras piedras también muy veneradas, como la piedra donde se encuentran las huellas de Abraham, o la piedra que es cubierta por el Domo de la Roca en Jerusalén. En sí, todo lo que entró en contacto con lo divino, no pudo ser evitado, ser objeto de reverencia y devoción. Sin embargo, través de todos estos elementos se puede llegar a entender las distintas formas de pensar que han existido, y la evolución y el trasfondo que éstos tienes, y que nos dan pistas para entender el pasado y la cosmovisión existente.

A través de las obras religiosas, que bajo este punto de vista, también son arte, por que como el arte, estas “obras divinas”, representan y transmiten emociones para el que las contempla, sea o no creyente, pues mantienen un dialogo y transmiten ideas. Como una mera obra de arte, puede ser examinada bajo muy distintos puntos de vista, tanto desde el estético, como el histórico o el religioso; y bajo cada uno de ellos, se van a encontrar muchas explicaciones e interpretaciones, y bajo ciertos parámetros todos ellos pueden ser válidos, o simplemente interesantes, puesto que aun que las versiones cambien de una tradición a otra, lo importante es notar, cómo una obra tal como la Kaaba puede despertar, no sólo devoción divina, sino también despertar e inspirar la imaginación, por ello es que pueden haber tantas interpretaciones a cerca de su origen, tanto divino, como terrenal.

            Aun que lo hallan hecho los hombres, y lo hallan reconstruido y modificado tantas veces, lo importante es que todas las personas que contribuyeron a su edificación, de una forma u otra, lo hicieron porque sintieron una inspiración. De una forma u otra, como el profeta, recibieron el llamado, y decidieron edificarla y crearla tantas veces como fuera necesario, hasta que la obra quedara terminada y complaciera al Señor. Esta inspiración sólo pudo haber venido desde lo más alto, de los divino, del Dios mismo; y la prueba más tangible de todo ello, es que después de tantos años y tantos problemas que la Kaaba ha visto pasar, ésta, como el mismo Corán, no pierden su magia de atracción y de inspiración; por ello son obras tan importantes. La gente le reza todo el tiempo, y más en el periodo del Ramadán. El mes sagrado, cuando el profeta revelo por primera vez el Corán, y todos los secretos y las normas, que todo buen y devoto musulmán debe seguir.
           
La Kaaba es simplemente La Casa de Dios y es la más perfecta, pues dentro de su aparente simpleza se encuentra su perfección; pues al parecer, siempre lo que es más importante y primordial suele ser lo más simple, que el ser humano lo complique es simplemente el símbolo de su ignorancia. La Kaaba esta cargada de muchos símbolos y como tales son interpretados de varias formas, y son símbolos, que continuamente se siguen alimentando y al mismo tiempo siguen produciendo algo. La Kaaba, aparentemente consume mucha energía o interés de parte de los peregrinos que la visitan, pero al mismo tiempo da algo a cambio, y devuelve lo que se le da de muchas otras maneras; así, este intercambio se lleva a cabo, una de las cosas más importantes que da como pago, es la fe, la identidad y el sentido de pertenencia a alguna comunidad, donde todos, realmente puedan y se sientan iguales ante lo mismo, que en este caso es Dios, un Dios que siempre es justo y bueno para todos los que son merecedores de su cariño y protección, por eso es muy importante complacerlo, pues es el dador de vida; y esto se hace a través de la Kaaba. El sentido de pertenencia, de identidad, de igualdad y mucho más, lo ofrece la Kaaba, La Casa de Dios que se encuentra en la ciudad santa de la Mecca. Existen muchas formas de arte, de las cuales no se ha podido llegar a un acuerdo, pero, de lo que sí todos están de acuerdo, es que el arte debe despertar emociones y sentimientos, así como transmitir y establecer un diálogo con el público a través de sus símbolos formas y colore; y nada comunica ni emociona más al musulmán que el Corán y la Kaaba.


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[1] Hitti Khuri, Philip, History of de Arabs, tenth edition, New York, St. Martín Press, 1970, p.134.  Frase de un beduino hacia la Kaaba, después de realizar su caminata ritual.
[2] Stewart, Desmond, El Islam, Las Grandes Épocas de la Humanidad, U.S.A., N.V., (Nederland), 1971, pp. 13-14.
[3] Enciclopedia Universal Ilustrada, Europeo-Americana, t. X, Madrid, Espasa, ils., 1976 pp. 7-8.
[4] E.J. Brill´s, First Encyclopaedia of Islam, 1913-1936, New York, edited by M.Th. Houtsma, A.J. Wensinck, ils. 1993, p. 584.
[5] Idem.
[6] Idem.
[7] Penúltimo del calendario árabe, y el décimo día del mes siguiente Zul-Higga, es el último del año musulmán.
[8] Folleto del Ministro de Información de la embajada Saudita, Información Exterior: Reino de Arabia Saudita, La Marcha de la Construcción, s.n., pp. 133-134.
[9] Conti, Flavio, “La Kaaba, a tu llamado Señor, a tu llamado”, en Juan Salvat, Las Cien Maravillas. Arquitectura, Hombre y Ambiente, tomo VIII, España, Salvat editores, 1981, pp. 101-102.
[10] Corán Sura III-90. Para todas las citas sobre el Corán se utilizó la siguiente versión: Mahoma, El Corán, El libro Sagrado del Islam, España,  M.S. Editores, 1995.
[11] Génesis 11:27-28. Para todas las citas de la Biblia, se utilizó la siguiente versión: La Santa Biblia, New York, American Bible Society, 1976.
[12] Génesis 16
[13] Génesis 21:9-21.
[14] Corán Sura II: 119-121.
[15] Conti, Flavio, Ob. cit., p 103.
[16]  Marín Correa Manuel, Historia de las religiones, Volumen III, Barcelona, Biblioteca Marín, 1975, p. 9.
[17] E.J. Brill´s, Ob. cit., p 587.
[18] Idem.
[19] Steward, Desmond, Ob. cit., pp. 44-45.
[20] Corán, Sura II-130-145.
[21] Conti, Flavio, Ob. cit. p. 104.
[22] Corán, Sura V: 98.
[23] Corán, Sura XXII: 34-37. El titulo de esta sura es “La peregrinación de la Meca”
[24] Hitti, Khuri, Ob. cit.,  pp.133-134.
[25] Gibb, H.A.R., El Mahometismo, 2ª. Edición, México, Fondo de Cultura Económica, 1966 (Breviarios 58), p.64
[26] Ser halado con cara de mujer, cuerpo de caballo y cola de pavo real. Al parecer, de esta historia se tomaron elementos que fueron utilizados por Dante en la Divina Comedia.
[27] Corán Sura XVII “El viaje Nocturno”.
[28] Baca es un antiguo nombre de la Mecca.
[29] Historiadores griego del primer siglo a.C., escribe la Biblioteca Histórica, libro que describe varias partes del mundo conocido. Vid: Diodoru, Diodorus of  Sicily, vol. II, translated by C. H. Oldfaher, London, Massachusetts, Cambridge & Harvard Press, 1985, p.217
[30] Claudius Ptolomeo, ( 90-168 d.C.), matemático, astrónomo y geógrafo de Alejandría. Emprendió la tarea de realizar un Atlas del mundo habitable. No era un geógrafo muy descriptivo. Enumeró más de ciento quince ciudades o villas en la Arabia Félix. Vid. Claudious Ptolemy The Geography, translated and edited by Edward Luther Stevenson, New York, Dover Publications, 1991, p.139.,
[31] Puech, Henri-Charles, Historia de las Religiones Siglo Veintiuno, Las religiones en el Mundo Mediterráneo y en el Oriente Próximo – II, Volumen 6, México, siglo veintiuno editores, 1986, pp. 341-342.
[32] Watt, Montgomery, Mahoma, profeta y hombre de estado, Barcelona, Labor, 1967, p. 61. Estas son las tres diosas a las que se hace referencia como las hijas de Allah, en los versos satánicos. Vid. Corán LIII-19-23; 22, 51.
[33] Elementos que parecen hacer referencia a la existencia de un cierto totemismo entre los antiguos árabes.
[34] Puech, Henri-Charles, ob. Cit., P. 344.
[35] Se dice, que de estos principios pueden venir los 99 atributos o nombres preciosos de Allah. Así, al referirse a “las hijas de Allah”, se estarían refiriendo a otras manifestaciones y relaciones abstractas de Dios, pero esto fue malinterpretado.
[36] Gibbon, Edward, Decline and fall of the Roman Empire, t. 2, Introduction by Christopher Dawson, London Eveyman Library, 1975, pp. 226-228.
[37] Corán 6, 137; y 140 y 151.
[38] Cid, Carlos y Manuel Riu, Historia de las religiones, España, Ramón Sopena, 2000, p. 358.
[39] Cirlot, Juan-Eduardo, Diccionario de símbolos, Barcelona, Editorial Labor, 1992, p. 362. En el Antiguo Testamento, hay diversas muestras sobre el simbolismo hacia las piedras. Vid. Éxodo 20-25, etc.
[40] Puech, Henri-Charles, Las religiones Antiguas, Historia de las religiones siglo XXI, v. II, México, siglo veintiuno editores, 2001, p. 54.
[41] Biedermann, Hans, Diccionario de Símbolos, España, Editorial Paidos, 1996, pp. 399-400.
[42] Corán 53, 19-20.
[43] Puech, Henri-Charles, Las religiones en le mundo Mediterráneo..., ob Cit., p345.
[44] Enciclopedia Universal Ilustrada, Europeo Americana, Ob. Cit., pp. 7-8.
[45] E.J. Brill´s, Ob. cit., p. 586.
[46] Idem.
[47] Watt, Montgomery, Ob. cit., p. 90.
[48] Gibb, H.A.R., Ob. cit., p.47.
[49] Watt, Montgomery, Ob. cit. p. 104.
[50] Deuteronomio 33: 1-2.
[51] Esta clase de interpretaciones, sólo se citan como referencias, puesto que las interpretaciones tanto de la Biblia como del Corán o de cualquier otro texto antiguo, pueden variar de acuerdo a los intereses, por lo que se necesitan mayores referencias o pruebas históricas que permitan llegar a una conclusión general y más aceptable.
[52] Ezequiel XVI-16:  “... Tú usaste algunas de tus ropas para decorar tus lugares de oración, ...”
[53] La Kaaba es considerada como la “Casa de Dios”, o su trono.
[54] E.J. Brill´s, Ob. cit., p. 591.
[55] Éxodos, 23: 14.17. Otros ejemplos se encuentran en: Éxodos 34: 22-23 y I Samuel. I:3.
[56] Hitti, Khuri, Philip, Ob. cit., p. 101. 
[57] Gibb, H.A.R., Ob. cit., p. 9.

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