PROBLEMAS DEL MEXICO CONTEMPORANEO
ESTRUCTURAS
ECONOMICAS DEL MEXICO POSREVOLUCIONARIO
1.
El milagro mexicano, industrialización,
unidad
nacional y civilismo.
2.
Desarrollo Estabilizador.
3.
Desarrollo Compartido.
4.
Neoliberalismo.
5.
Políticas fiscales.
6.
Indicadores económicos.
Aparato
productivo.
Sector
Primario.
Sector
Secundario.
Sector
Terciario.
El sistema político mexicano.
Partidos políticos.
Sindicatos.
Las reformas políticas.
Política exterior.
PROBLEMAS DEL MEXICO CONTEMPORANEO
Comúnmente
los investigadores ubican el inicio del México Contemporáneo con el inicio del
plan sexenal del general Lázaro Cárdenas del Río, 1934 a 1940. Para comenzar el
periodo de Cárdenas es el primer plan sexenal presidencial, los anteriores
periodos habían sido de cuatro años con la posibilidad de reelección y
acompañados de la figura de un vicepresidente, pero como resultado de la
Revolución Mexicana el principio de no-reelección presidencial en cualquiera de
sus modalidades, consecutiva o salteada, se hizo sagrado y se eliminó la figura
vicepresidencial.
La redacción de la nueva Constitución de 1917 permitió que
el país pudiera romper con el pasado e iniciara una nueva etapa llena de
cambios. Sin embargo, a pesar de la nueva oportunidad los gobiernos posteriores
a la redacción de dicha Carta Magna, por una razón u otra, simplemente no se
atrevían a ponerla en práctica; pues lógicamente traía cambios y afectaba
intereses particulares, tanto nacionales como extranjeros, que los gobiernos en
turno no querían confrontar. No es sino hasta el sexenio de Cárdenas cuando
efectivamente podemos hablar de que el pueblo empezó a gozar algunos frutos
emanados de la Revolución, y uno de ellos las garantías constitucionales.
A pesar de la creación de un marco jurídico-legal por medio
del cual se elegiría al nuevo presidente, los problemas por la sucesión
presidencial no dejaban de presentarse. Así, tenemos entre algunos de estos
problemas las rebeliones de 1923 de Adolfo de la Huerta, la de 1927 de
Francisco Serrano o la de 1929 con Gonzalo Escobar. Varios generales veteranos
de la Revolución se sentían con derecho de ocupar la silla presidencial como
“recompensa” a sus servicios prestados en ella; por ello, en cada elección,
siempre había algún inconforme que no dudaba en levantarse en armas en alguna
parte del país como medida de protesta. Para solucionar este problema el general
Plutarco Elías Calles decidió crear un partido oficial de Estado, el cual
enrolaría en sus filas a toda la “familia revolucionaria”, y por medio del
cual, en común acuerdo, se elegiría de forma ordenada quien sería el nuevo
presidente en turno; este partido fue el Partido Nacional Revolucionario o PNR,
que terminaría siendo el PRI de nuestros días.
Lázaro Cárdenas como producto de esta coyuntura llegó como
sus antecesores a la presidencia apoyado por el partido oficial. Cárdenas era
oriundo de Michoacán, también veterano de la Revolución y desde 1930 había sido
presidente del PNR. En 1933 ocupó la Secretaría de Guerra y pronto se
caracterizó por ser una persona sencilla y honesta; no obstante Cárdenas estaba
cobijado bajo la sombra del Jefe Máximo, Plutarco Elías Calles, y sabía que si
realmente quería ser él quien gobernara el país había que deshacerse de Calles
que continuaba gobernando de entre las sombras. Como era de esperarse Cárdenas
ganó las elecciones de 1934 sin problemas; pronto Calles optó por nombrarle su
gabinete con fieles partidarios a su figura, y entre ellos estaba su propio
hermano Rodolfo Calles quien ocupó el puesto de Secretario de Comunicaciones y
Obras Públicas. Era un cuadro sumamente conservador renuente al reparto
agrario, pese a que era uno de los principales postulados de la Revolución y de
muchos otros reclamos populares justos.
Cárdenas tenía que librarse del Jefe Máximo pero sin causar
otra guerra. Por lo cual, optó por apegarse al marco legal de la Constitución y
fue así que como primer paso optó por buscar el apoyo de las organizaciones de
grupos obreros y campesinos respetando su derecho a huelga, apuntaló a nuevos
líderes a fines a él como Vicente Lombardo Toledano como líderes de la recién
creada CTM (Confederación de Trabajadores de México); que sirvió de contra peso
a la CROM y la Confederación Nacional Campesina o CNC; apoyó el movimiento
campesino alentando el reparto agrario y atacó los intereses de ex-políticos
poderosos partidarios de Calles. Calles, como primer reacción, comenzó a hacer
públicas sus críticas al nuevo régimen y las tachó de ser un “maratón de
Radicalismo”, junio de 1935; como
respuesta, Cárdenas movilizó a las centrales obreras y campesinas que había
creado, parte del ejército y uno que otro cacique que lo apoyaba. La presión se
hizo intolerable y Calles finalmente tuvo que abandonar el país poniendo fin a
su régimen. Cárdenas reorganizó el partido oficial y creo el Partido
Revolucionario Mexicano (PRM), y recortó a todos los callistas de su gabinete
fortaleciendo la figura presidencial en una nueva institución. Cárdenas tuvo
así las manos libres para llevar a cabo algunos de los principales postulados
de la Revolución.
Consecuentemente, Cárdenas inició el tan esperado reparto
agrario. Como era de esperarse tuvo muchas oposiciones, como la rebelión armada
de Saturnino Cedillo en San Luis Potosí, pero con ayuda del pueblo las contuvo
a todas. Entre algunas acciones sobresalientes del régimen Cardenistas podemos
citar la creación de organismos populares para responder más eficazmente a las
necesidades del pueblo, la educación socialista, también buscó la eliminación de
caciques para fortalecer al Estado, el apoyo a la creación de cooperativas y en
su política exterior se recuerda el apoyo que le dio a los republicanos durante
la Guerra Civil Española, consecuentemente llegaron a México muchos refugiados
políticos. Hubo gran oposición a las medidas cardenistas, por ejemplo, las del
sector empresarial que calificó al régimen de Socialista o Comunista y
como respuesta, para defender sus propios derechos, en 1939 crearon el Partido
Acción Nacional o PAN, apoyaron a uniones de sinarquistas y formaron la
Confederación de Empresarios.
Cárdenas recibió un gran apoyo de los sectores populares,
obreros y campesinos pues ha sido el único presidente que pactó con ellos y les
cumplió, los posteriores presidentes también optaron por buscar el apoyo
popular pero cuando pasaba la crisis simplemente se olvidaban de las promesas
hechas pero continuaban manteniendo a los obreros a raya y los salarios
congelados.
Con Cárdenas se inició el periodo de reconstrucción
nacional. Se inició el modelo económico de economía mixta. Por medio del cual
el Estado anunciaba su intervención directa en todos los rubros de la economía
nacional, dejando los sectores secundarios a la iniciativa privada. Había gran
necesidad de abrir nuevos mercados, defender los alcances y logros de la
revolución, por lo cual en este sexenio podemos decir que se inicia la política
de “Crecimiento hacia Adentro” e Industrialización como proceso de
reconstrucción, y se impulsó la educación en todos sus niveles pues ésta se vio
como la auténtica palanca de desarrollo.
Gracias al apoyo que Cárdenas recibió de su sistema de
“política de masas” hizo posible uno de los máximos logros de la Revolución y
su sexenio, la expropiación petrolera de 1939 aprovechando el contexto de la II
Guerra Mundial; por lo que tuvo que acercarse a regímenes como el de China o la
Unión Soviética comunistas, como respuesta de los embargos petroleros aplicados
a nuestro país por los países capitalistas afectados por las expropiaciones.
ESTRUCTURAS ECONOMICAS
DEL MEXICO POSREVOLUCIONARIO
Bajo
la política Cardenista de “política de masas” hizo posible llevar a la práctica
algunos logros de la Revolución como la expropiación petrolera de 1939, y que
posteriores gobiernos nacionalizaran todo el sistema productivo nacional,
electricidad, riquezas del subsuelo, ríos, lagos mares, etc., pues de lo
contrario no se podía hablar de soberanía o independencia real, pues si el
estado no controla sus recursos básicos no podría impulsar su desarrollo;
además se impulsó la educación gratuita y obligatoria, los servicios médicos,
la construcción de infraestructura, las instituciones modernas que rigen el
estado bajo un sistema que pretende ser democrático y republicano inmerso en
una esfera demandante internacional.
Llegaron las elecciones para el periodo de 1940 a 1946 y
triunfó el candidato de Cárdenas, el general Manuel Ávila Camacho, sobre la
candidatura del general Juan Andrew Almazán no sin peligro de que estallaran
nuevas rebeliones. Después de que Ávila Camacho gobernó la nación el primer
presidente civil que tuvo el país fue el Licenciado Miguel Alemán Valdés, 1946
a 1952; luego Adolfo Ruíz Cortines de 1952 a 1958; seguido de Adolfo López Mateos
de 1958 a 1964; luego vino Gustavo Díaz Ordaz de 1964 a 1970; más tarde Luis
Echeverría Álvarez de 1970 a 1976; seguido por José López Portillo de 1976 a
1982; continuado por Miguel De la Madrid Hurtado de 1982 a 1988; luego Carlos
Salinas de Gortari de 1988 a 1994; después Ernesto Zedillo Ponce de León,
1994-2000; luego se da la transición a otro partido, el PAN, cuyo primer
candidato fue Vicente Fox Quezada del 2000 al 2006 y el segundo Felipe Calderón
Hinojosa del 2006 al 2012; para regresar de nuevo al PRI a Los Pinos con Enrique
Peña Nieto programado para el periodo de 2012 al 2018.
1. El milagro mexicano,
industrialización,
unidad nacional y civilismo.
Después de que Cárdenas se atreviera a
nacionalizar el petróleo, los siguientes gobiernos se dedicaron a controlar el
aparato productivo y energético del país, pues el Estado era quien realmente
debía dirigir y planificar la economía. Inicia la etapa nacionalista del Estado
rector sobre la vida socioeconómica de la nación; pues se pensaba que solamente
mediante un Estado fuerte nacionalista se podía ganar el progreso y la riqueza
entre las naciones.
Todo esto también
fue el producto no sólo de la Revolución mexicana, sino además de la presión
emanada de la esfera internacional. Acababa de pasar el llamado periodo entre guerras,
México no participó en la Gran Guerra o Primera Guerra Mundial pues tenía en
casa sus propios problemas, pero ahora se veía en la disyuntiva de qué posición
adoptar ante un nuevo conflicto internacional que se avecinaba conocido como la
Segunda Guerra Mundial por la gran cantidad de países que participaron en la
contiendo y sus respectivas colonias que inició en 1939. Se habían formaron dos
bandos antagónicos: el de los Aliados encabezados por Estados Unidos de
Norteamérica, Gran Bretaña, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y
Francia que representaban el “mundo libre”, y el otro dirigido por los países
del Eje: Alemania, Italia y Japón catalogados como opresores y autoritarios
bajo regímenes fascistas. Ambos bandos se disputaban mercados, zonas de
influencia y el predominio mundial; y México era presionado para apoyar a uno o
a otro bando.
Para que México
pudiera llevar a cabo su política nacionalista y de nacionalizaciones tuvo que
acercarse a países comunistas o enemigos de los países Aliados como China, la
URSS, Alemania e incluso Japón, pues estos decidieron comprar el petróleo y
otros productos mexicanos que EU y sus aliados no querían comprar como
represalia al embargo que siguió como resultados de las nacionalizaciones perpetuadas
por México. Así que, Estados Unidos y sus aliados, tuvieron que reconocer los
derechos del país de ser el rector de sus propios recursos y para evitar un
mayor acercamiento con sus enemigos decidieron reconocer y comprar el petróleo
y demás productos que el país pudiera ofrecer. México decidió así apoyar a los
países Aliados, pues ahora gozaba de un marco cómodo para negociar las
indemnizaciones de las empresas embargadas.
Por lo tanto, como
producto de la coyuntura nacional e internacional que se vivía, el impulsar los
nacionalismos extremos se convirtió en una necesidad. Para lograr esta meta se
utilizó la propaganda y la educación de las masas, tanto en las escuelas como
en otros ámbitos como la literatura, la pintura, el muralismo, las canciones,
películas y demás folklore nacional. Había de crearse un amor desmedido por la
patria y hacer sentir a todos identificados entre sí como ciudadanos de un país
compartiendo un territorio, cultura e historia en común; ya no importaban las
cuestiones raciales o de fe religiosa para sentirse “mexicano”, la nueva
historia podía, de una forma u otra, incluir a toda la sociedad civil y crear
una verdadera Unidad Nacional, que fue precisamente el lema del presidente
Manuel Ávila Camacho, donde todos deberían trabajar en común para lograr el
bienestar del país. Por lo cual se tomaron todas las medidas posibles para
evitar mayores confrontaciones con los grupos poderosos y con la Iglesia, la
izquierda mexicana, intelectuales y líderes sindicales, por ello se convocó a Cerrar Filas por el bien del país.
La presidencia de
Ávila Camacho inició la industrialización del país. Según los analistas y
economistas de la época la única forma de que un país realmente se enriqueciera
era por medio de la industrialización capitalista.[1]
Ello lo habían demostrado naciones como Inglaterra, EU o Alemania que gracias a
ella se habían convertido en países ricos. Por lo tanto, si México quería ser
un país rico tenía que industrializarse y la coyuntura presente daba pauta para
ello.
México acababa de
salir de una gran revolución, por lo que había que reconstruir la nación desde
sus cimientos, deseaba desligarse de su pasado agrario “medieval” porfirista;
el país apoyaría a los países beligerantes vendiéndoles no sólo materias
primas, sino que también demandaban productos acabados que ellos no podían
producir por estar en guerra, así que México debía fabricarlos por medio de la
industria, también apoyó con petróleo e incluso mandó trabajadores a EU
conocidos como “braceros”, pues había gran escases de mano de obra en aquel
país que desesperadamente la necesitaba. Gracias a estos factores México entró
en una etapa de gran prosperidad conocida como Milagro Mexicano, con
crecimientos enormes en la economía nacional de hasta el 50% del PIB anual.
Todos los
esfuerzos que hicieron los gobiernos desde Ávila Camacho a Gustavo Díaz Ordaz
se enfocaron en lograr la industrialización del país. Se inició así la
transformación de la economía nacional, que trató de pasar de una economía
agrícola o de producir productos meramente agrícolas a una industrial con
productos tecnológicos acabados. Podemos entender a la industrialización como
la capacidad que tiene un país de fabricar y desarrollar su propia tecnología
para explotar óptimamente sus recursos, evitando comprarla o hacerse
dependiente de ésta de otros países. Por lo tanto, para lograrla se tiene que
invertir grandes capitales en centros de investigación y estudios altamente
especializados que puedan desarrollarla. Son cuantiosas las inversiones que se
requieren pero las ganancias pueden ser mucho mayores.
Para lograr una
sociedad próspera desarrollada se requieren de más esfuerzos. En los primeros
sexenios los gobiernos echaron a andar otras políticas socioeconómicas
conocidas como Sustitución de Exportaciones y el Estado Benefactor. La nueva
política requirió de un Estado fuerte y la participación de la iniciativa
privada de una forma complementaria en rubros secundarios de la economía. El
Estado para garantizar la seguridad nacional tenía que controlar los pilares de
la economía, los cuales eran sus recursos naturales y energéticos, pues si
estos caían en malas manos podían paralizar y controlar a una nación entera,
por eso los recursos tenían que estar controlados por un Estado Cívico
Nacionalista.
Entonces, para
enriquecerse, los Estados tenían que impulsar la industrialización y el
nacionalismo, que no sólo significaba un amor desmedido por la patria, sino
también hacia todo lo nacional. La gente debía consumir lo que el país
produjera para que la riqueza no se escapara de las fronteras nacionales. Por
lo tanto, para que la gente no comprara productos extranjeros el país debía
producirlos. A esto hace referencia el termino de Sustitución de Importaciones.
Mientras menos comprara el país en el extranjero (importaciones) y mientras más
vendiera (exportaciones), el país se enriquecería y se crearían mayores fuentes
de trabajo e ingresos para todos los mexicanos.
A su vez para
impulsar más el consumo de productos nacionales el gobierno echó mano a
políticas proteccionistas. Las políticas proteccionistas, como su nombre lo
indica, tendían a hacer lo posible por privilegiar lo nacional y a productores
o a empresarios mexicanos. Una forma de lograr ésto era hacer que los productos
extranjeros que entraran al país fueran más caros que los nacionales, y para
lograrlo se les cobrarían más impuestos o simplemente no se les dejaría pasar a
los mercados nacionales, pues podrían significar una competencia hacia lo
propio.
Otra forma muy
empleada por los gobiernos era el dar incentivos o premios económicos a los
productores nacionales para que sus productos fueran más baratos y compitieran
con los extranjeros. Prácticamente todos los países practicaban políticas
similares para proteger su mercado interno y superar el subdesarrollo.
La otra política importante
para lograr superar la pobreza y el subdesarrollo fue la implantación del
llamado Estado Benefactor. Una gran lección que enseñó la crisis de 1929 o Gran
Depresión en EU que se propagó por todo el mundo, fue que no era suficiente con
producir riquezas y hacerse de grandes capitales, sino que había que
distribuirlos entre toda la gente para evitar así las crisis económicas. Las
crisis económicas se dan básicamente por el estancamiento de riquezas y
servicios en pocas manos, así lo que hay que hacer es evitar esto; es a lo que
se dedica el llamado Estado Benefactor.
El Estado como
garante de la economía y el bienestar social, tiene que crear mecanismo legales
para distribuir la riqueza y los servicios en todo el país, a esta política también se le conoce como
teoría keynesiana o keynesianismo. Propuesta por el economista ingles John
Maynard Keynes (1883-1946)en su obra Teoría
general del empleo, el interés y el dinero de 1936, que se utilizó para dar
respuesta a la crisis económica mundial. Propone entre muchas cosas, la
intervención del Estado, el aumento de salarios, prestaciones, creación de
servicios de beneficencia para que circulen los capitales, haya más consumo y
trabajo y se eleve el nivel de vida de la gente y el país sea más competitivo.
A pesar de las
grandes criticas que ha sufrido este modelo económico por parte de los
neoliberales por la alta participación del Estado en la economía, es el modelo
que más éxito ha tenido para salir de las crisis económicas y como ejemplo
simplemente podemos mencionar el de Japón. Esta nación sufrió gravemente con la
IIGM pero tras implantar el Modelo Benefactor correctamente, ya para la década
de los 60 se había convertido en un potencia mundial.
2. Desarrollo Estabilizador.
La política económica que se aplicó durante
el periodo comprendido entre 1954 y 1970 se conoce con el nombre de Desarrollo
Estabilizador. El presidente Adolfo Ruiz Cortines inició dicha política
económica. No obstante el inicio del milagro mexicano y la industrialización
éstos no se consumaron como debían, ya que la riqueza no se distribuía, así que
los gobiernos tuvieron que hacer ciertos ajustes a la economía. Fueron varios
los errores que se cometieron para que el país no se desarrollara como las
circunstancias lo hubieran permitido. Entre éstos podemos mencionar a la
corrupción, el mal desempeño de las administraciones, y la mala planeación, lo
que se tradujo en que la industrialización no se realizó porque el país simplemente
no desarrolló tecnología propia y siguió comprándola en el exterior casado por
la mala distribución de los recursos.
Si bien ya había
terminado la Segunda Guerra Mundial, inició un nuevo conflicto conocido en el
mundo como Guerra Fría. La cual consistió en una guerra no declarada entre el
bloque capitalista encabezado por EU y el socialista dirigido por la URSS;
ambos bloques comenzaron a competir en todo por demostrar cual tenía el mejor
sistema socioeconómico que permitiría conseguir la hegemonía mundial. Como
siempre, México no esta aislado de estos conflictos, por lo que constantemente
tenía que negociar con una y otra parte, aunque se le consideraba oficialmente
como capitalista. Como la IIGM había terminado e iniciaba otro conflicto igual
de desgastante, los países que participaron en la guerra retomaron sus lugares
en la esfera mundial, por lo que volvieron a industrializarse y empezaron a
proteger sus economías y mercados dejando de prescindir de muchos productos y
servicios mexicanos.[2]
Entonces México no
supo realmente industrializarse cuando tuvo la oportunidad y sólo se quedó al
nivel de las manufacturas y así no podía entrar al juego de las grandes naciones.
Otro error crucial que cometieron las administraciones fue que en pos de la
industria descuidaron enormemente el sector primario, esto es a la agricultura,
a pesar de que México tenía buenos suelos y prácticamente toda su historia
había sido un país agrícola productor de alimentos. Prácticamente todos los
recursos se dedicaron a la industria y al campo simplemente se le dejó en el
olvido; consecuentemente el país empezó a importar cada vez más alimentos y
tecnología por lo que recurrió al endeudamiento externo y a la inflación.
Un problema
provocó otro y otro. El descuido del campo y el intento de industrialización
produjo un éxodo de personas del campo a las ciudades, las cuales no estaban
preparadas para recibir a tantos migrantes en tan poco tiempo. Ciudades como la
de México, Tijuana y Guadalajara sufrieron de una alarmante explosión
demográfica que demandaba casas, trabajos, escuelas, servicios públicos como el
alumbrado, alcantarillado, vías de acceso, servicios de limpia, seguridad,
servicios médicos, etc., que el estado simplemente no podía proveer lo que
provocó la aparición de cinturones de miseria, ciudades perdidas, gran
delincuencia, contaminación y la aparición de las economías informales y el tráfico
de drogas y productos de dudosa procedencia. En pocas palabras estos problemas
han rebasado al Estado hasta nuestros días.
El país recibió
muchos recursos desde la década de 1940, creció económicamente pero no logró el
desarrollo, ya que no distribuyó los recursos entre los sectores más necesitados
de la población. Como medida aplicó el Desarrollo Estabilizador, que como su
nombre lo indica pretendía “estabilizar” la vida socioeconómica del país. Entre
las medidas que se aplicaron destacan las siguientes: Se pretendió controlar la
inflación por medio del control de precios de productos agrícolas y de la
canasta básica, el Estado creó más empleos por medio de compañías paraestatales
que estableció, siguió empleando divisas obtenidas por las exportaciones del
país a través del sector paraestatal en el ramo industrial, siguió empleado
recurso obtenidos de otros sectores como el turismo, el minero y el de los
hidrocarburos para apoyar a la industria, para aumentar el control del Estado
se crearon corporativos subordinados al aparato burocrático estatal de
organizaciones de masas y sindicatos. Se impulsó la financiación de proyectos
públicos con ahorros voluntarios nacionales y del exterior, se otorgaron
mayores estímulos fiscales a empresario nacionales, se inyectaron recursos para
desarrollar obras de infraestructura, se impulsó un apoyo al campo conocido
como Revolución Verde para hacerlo más productivo, se crearon programas de
asistencia social como Conasupo (1961), y se amplio la participación civil
otorgando el voto a la mujer (1953), se crea el ISSSTE, CECATIS, etc., se
intensificaron las políticas proteccionistas a las manufacturas nacionales y la
tasa de crecimiento del Producto Nacional Bruto (PNB) se mantuvo entre el 6 y
7% anual impulsando la producción de bienes de consumo para el mercado interno,
la inflación se mantuvo en sus niveles más bajos del 2.6% anual manteniendo al
peso en una paridad de $12.50 con respecto al dólar por más de 20 años y se
logró la estabilidad de los precios. Esta política tuvo relativo éxito y se
consideró que el Milagro Mexicano continuaba.
A
pesar de las intensiones del gobierno por controlar la inflación, el
endeudamiento, los movimiento sociales y el mantenimiento de una balanza
comercial favorable los problemas continuaron. El crecimiento, con el tiempo,
demostró ser ficticio y de poco alcance, el país seguía endeudándose y cada vez
más vio recortarse o limitarse los programas sociales, la burocracia seguía
creciendo y el gobierno se corrompía cada vez más en todos sus niveles.
A finales de la
década de 1960 el gobierno tuvo que aplicar una política autoritaria, tanto
para mantener la economía estable como para controlar a los sectores populares
cada vez más conscientes de su realidad, por lo que optó por reprimir huelgas y
protestas pretextando que eran comunistas pero lo único que dio como resultado
fue la aparición de guerrillas en las ciudades y en el campo que intensificaron
los problemas del país; estos movimientos sociales se inspiraron en movimientos
internacionales como la revolución cubana y otras que abogaban por una sociedad
más justa y equitativa bajo modelos socialistas. Aunque los mayores esfuerzos
del gobierno fueron en lo económico y social, los logros esperados no fueron
duraderos pues un sector muy reducido de la sociedad prácticamente seguía
controlando la mitad del ingreso total del país.
El
gobierno terminaba la década de 1960 y se negaba a aceptar su verdadera realidad,
por lo que se esmeraba en mostrar un ambiente de paz, estabilidad y progreso
ante el exterior que no existía en el interior. Para ello organizó las
olimpiadas de 1968 y luego el mundial de 1970 que se tiñeron de rojo por los
sucesos de Tlatelolco y por la Guerra Sucia y la guerra abierta que tenía el
gobierno con las guerrillas que surgieron.[3]
3. Desarrollo Compartido.
México inició la década de 1970 en medio de
una grave crisis social y económica. La balanza comercial presentaba un grave
déficit, la inversión pública y privada disminuyeron, el campo cada vez estaba
más arruinado, el desempleo y la inflación alcanzaban límites inesperados; y
los movimientos sociales demandaban cada vez mejores tratos y mejoras en su
nivel de vida. La administración de Luis Echeverría que inició el presente
modelo gozaba de un gran desprestigio y resentimiento, por su responsabilidad
en la persecución de las organizaciones populares y la matanza de los
estudiantes el 2 de octubre de 1968. Así, para corregir las deficiencias del
Desarrollo Estabilizador, aunque sin desecharlo totalmente, se diseñó la política
económica conocida como Desarrollo Compartido que tenía como principal objetivo
favorecer a la población más necesitada.
A
partir de este momento las metas de los programas o modelos económicos son muy
poco claras. Todas hacen énfasis en que acabaran con la pobreza y la
desigualdad, pero ya no queda claro el cómo, pues en sí se caracterizan por ser
modelos populistas altamente demagógicos, pues sólo buscan convencer a las
masas de otorgar su voto y consentimiento al régimen en cuestión.
El
Desarrollo Compartido permeó los gobiernos de Luis Echeverría Álvarez y José
López Portillo. Los objetivos del
presente modelo consistían en ampliar el gasto público, mejorar la distribución
del ingreso, fortalecer la economía, aumentar los empleos, aumentar aún más la
participación estatal en la vida productiva del país, establecer la soberanía
del país sobre sus recursos naturales, etc. No obstante estos objetivos, el
gobierno en algún momento desvió sus responsabilidades y lo único que resultó
fue una mayor crisis.
Para
mejora su imagen el gobierno liberó a presos políticos, decretó leyes de
amnistía, incorporó a opositores a su gobierno, hizo promesas de mayores
libertades y participación democrática permitiendo a los partidos pequeños
mayor presencia en las diputaciones.
Estos
gobiernos se caracterizaron por ser altamente populistas con carácter
demagógico.[4]
Prometieron grandes cosas que simplemente no se podían realizar de esa manera.
Echeverría con el fin de crear más empleos y conciliarse con los estudiantes y
los trabajadores afectados por las reformas estatales, optó por el
endeudamiento, solamente en su periodo la deuda externa aumentó cinco veces y
engrosó la burocracia estatal creando cientos de Secretarías de Estado y
paraestatales, la mayoría de ellas totalmente improductivas que llevarían al
Estado a la quiebra.[5]
El pedir prestamos a instituciones como el Fondo Monetarios Internacional (FMI)
o el Banco Mundial (BM), se convirtió en la solución fácil y rápida de los
gobiernos, pero con cada préstamo otorgado la soberanía del país quedaba
negociada y el debilitamiento del Estado se hacía inminente. La devaluación del
peso paso de $12.50 a $15.36 por dólar y la deuda aumentó a más de 19000 m.d.d.
Se
crearon escuelas y hospitales junto a otros programas de asistencias social
como CONAPO, INFONAVIT o FONACOT. La deuda seguía creciendo y el país estaba al
bordo del caos. Para entonces el gobierno ya había abandonado completamente la
política de industrialización, sustitución de importaciones y comenzaba el
declive del Estado Benefactor.
Dentro
de este modelo económico incluimos el Modelo de la Alianza para la Producción
que implantó José López Portillo. No obstante el nombre del nuevo modelo, éste
en realidad continuó con una política económica y social muy similar a la de su
predecesor, sin grandes cambios, y teniendo como común denominador el
endeudamiento que ascendió a 20948 mdd en 1977, la inflación alcanzó el 27.2%,
la corrupción y el subdesarrollo también iban en aumento. El presidente hizo un
llamado a los empresarios y a los sindicatos para que juntos superaran la
crisis –la solución somos todos-
decía. Sin embargo, lo que verdaderamente caracteriza a este periodo, es el
inicio de la petrolización de la economía.
Desde
inicios del siglo XX el país se había caracterizado por sus riquezas
petroleras. Sin embargo, bajo este sexenio se encontraron importantes
yacimientos en Tabasco y Campeche; yacimientos que se pensó eran casi
inagotables y que consecuentemente sacarían al país de la crisis. Ente 1978 y
1979 el gobierno destinó el 20% del gasto público a Pemex. Los precios del
petróleo en el mundo estaban por las nubes debido al conflicto que se vivía en
el mundo con el embargo petrolero echo por los países árabes a occidente por
los problemas con la creación del Estado de Israel en Palestina y por la
Revolución iraní.
La primera de estas crisis fue en la década de 1960, y la
otra en 1979. Ya desde 1973 la Organización de Países Exportadores de Petróleo
(OPEP), había limitado la producción para elevar los precios y presionar a
occidente para que dejara de apoyar a Israel. Por lo tanto, Estados Unidos
presionó a México a que explotara sus propias reservas para disminuir el
impacto del boicot petrolero de los países de la OPEP; desde entonces México
empezó a depender en gran medida de este hidrocarburo, y fue así como “petrolizó”
su economía. El petróleo se vio como
palanca de desarrollo y el gobierno empezó a hablar de saber administrar la riqueza.
Después
los precios del petróleo decayeron, el país no supo aprovechar la riqueza que
acumuló, y sí acumuló más deudas y altos niveles de corrupción en los cuales el
mismo presidente y sus más allegados quedó evidenciado; y más aún siguió
descuidando los demás sectores productivos y tendió a depender casi totalmente
del petróleo, situación que se ha prolongado hasta nuestros días. La
dependencia del país hacia el exterior se hizo cada vez más evidente y se
intensificó.
4. Neoliberalismo.
Por
miedo a que se repitiera una crisis semejante a la de 1929, casi todos los
países adoptaron el modelo del “Estado de Bienestar” después de la Segunda
Guerra Mundial. A pesar del progreso que se presentaba y la mejor calidad de
vida, ciertas elites empresariales no tenían mucha participación directa en
este modelo económico, por lo cual empezaron a sabotearlo tachándolo de
comunistas o socialista, y mediante varias estratagemas infiltraron gente en
los gobiernos y los empujaron al endeudamiento y a la burocratización excesiva.
Por lo cual se optó por cambiar la estrategia. Contra este
tipo de Estados que planificaban la economía, los economistas de extrema
derecha, inventaron la teoría radical del Neoliberalismo
que va de la mano con la globalización.[6] Se
combatió los excesos de la intervención del Estado en la Economía para
implantar el nuevo sistema.
Defendían el libre comercio sin trabas gubernamentales,
pues según ellos insistían en que la libertad de comercio era el motor de la
economía y lo que ordenaría todo de forma natural. El neoliberalismo promueve
un capitalismo agresivo, en el cual el Estado hace y promueve solo a los
grandes consorcios que son los que van a producir los trabajos y a crear mayor
competitividad según ellos-, pero de esta forma es más fácil especular con todo.
Y se opta por controlar los precios de los productos y congelar los salarios
“artificialmente” a su propia conveniencia.
El neoliberalismo fue implantado
oficialmente en la década de 1980 bajo los gobiernos de Ronald Reagan
(1981-1989) en Estados Unidos, quien también repetía “el Estado no es la solución, es el problema”, y el de Margaret
Tatcher (1979-1990) en Inglaterra, éstos fueron sus principales promotores,
debido a la alianza que tienen los consorcios anglosajones de ambos países. Después
del fin de la Guerra Fría –con la caída de la URSS- promovieron el modelo económico
en todo el mundo. Bajo el discurso del libre mercado Washington, el Grupo de
los 7 (los países más industrializados), el Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional impusieron la globalización y el neoliberalismo; ello implicó el
debilitamiento de las economías nacionales.
La economía globalizada se implantó con los organismos financieros
internacionales como el FMI y el BM El trabajo de estos organismos es promover
el libre comercio, las privatizaciones y el fin de los Estados Nacionales
fuertes. Los bancos fueron los principales beneficiados de esta política
económica pues son instituciones diseñadas para especular. Bancos de inversión
a largo plazo como son J. P. Morgan, Lehman Brothers, Merry-Lynch, Bear Sterns
y Morgan-Stanley. Con la crisis económica estos bancos también fueron los
primeros que George Bush Jr. rescató del colapso económico con dinero de los
contribuyentes.
Los gobiernos neoliberales ayudan más a las empresas que al
pueblo, pues paradójicamente ayudan y rescatan aquellas empresas y bancos
causantes de la crisis sin pidirles cuentas. Las ganancias obtenidas son
privadas, mientras que las deudas se socializan y el pueblo termina pagándolas.
Los altos ejecutivos de estas empresas se convirtieron en políticos ocupando
puestos de altos funcionarios, que luego son ellos mismos los que emiten leyes
para proteger a sus empresas. Por ejemplo: Michael Bloomberg, alcalde de Nueva
York, es el dueño de la empresa Bloomerg L.P., empresa de Medios de
Comunicación y Servicios de Información Financiera, Donald Bren, como Promotor
Inmoviliario, es el manda más del Condado de Orange en California, el
funcionario Gary Magress posee los derechos del agua en Colorado, etc.
Estados Unidos, desde la década de 1980, impulsó en los países en
vías de desarrollo las políticas neoliberales bajo el pretexto de fortalecer el
libre comercio, la democracia y la libertad; ello refuerza los intereses de las
multinacionales como General Electric, General Motors, General Foods, etcétera.
El neoliberalismo trata de acabar con los sindicatos, dándoles todas las
facilidades a las grandes compañías privatizándolo todo y descuidando a los
pequeños y medianos productores, que son los que en todos los países producen
cerca del 80% de los empleos. En el neoliberalismo la ganancia es lo único que
cuenta no la persona, ello implica una total deshumanización de la economía.
Promover el libre comercio en una economía globalizada y dominada por monopolios
multinacionales beneficia solo a los monopolios.
El neoliberalismo intenta disminuir y en la medida de lo posible
desaparecer al Estado y manipular al gobierno. Con ello el Estado ha cedido a
las multinacionales el control de territorios enteros, y por si fuera poco
busca privatizar las ganancias pero socializar las pérdidas y los riesgos para
que puedan ser cubiertos por el pueblo. Esta política ha tenido graves
repercusiones en nuestro país hasta nuestros días, pues es notorio que desde
que se implantó el nivel de vida y el poder adquisitivo de la población más
necesitada ha disminuidao y las grandes fortunas de unos cuantos siguen en
aumento.
En México se implantó el Neoliberalismo desde el gobierno de
Miguel De la Madrid Hurtado y lo impulsó a lo grande Carlos Salinas con la
firma del Tratado de Libre Comercio firmado con E.U. y Canada, condenando a millones
de familias a la pobreza.[7]
Impulsó las privatizaciones de todo el sector productivo del país que siguen en
voga hasta nuestros días sin ninguna precausión.[8]
Así, por lo tanto:
-El gobierno
no pretende aumentar el gasto público, descuidando programas de asistencia
social.
-Privatiza
las empresas estatales pues alegan que no son costeables.
-Da libertad
económica a los empresarios nacionales y extranjeros.
-Elimina
controles de precios y que los empresarios los regulen.
-Regulación
y congelamiento de salarios.
-Apertura
comercial, sin proteccionismos
-Sustitución
del capital industrial por el bancario.
-Firma de
tratados de libre comericio.
-Recates
financieros a empresas privadas con recursos del Estado (FOBAPROA).
Y como
resultados se ha tenido:
-Mayor
desigualdad entre ricos y pobres.
-Pérdida del
poder adquisitivo.
-Mayor
inflación, alza de precios.
-Disminución
del gasto social en salarios, educación, salud, vivienda y empleo.
-Proliferación
de la pobreza, el desempleo, concentración de capitales.
-Proliferación
de actividades ilícitas comerciales, narcotráfico y delincuencia organizada.
Todo indica
que el Estado mexicano, no importa que parido este en el gobierno, sigue
implantando medidas económicas neoliberales dictadas por el FMI y el BM, y a
pesar de las voces de alarma que se han dejado sentir tanto en el extranjero
como en México tales como recesión económica, pobreza en crecimiento, altos
índices de violencia, etc., se niega a escuchar y sigue implantandolas. Muchos
países como Rusia, la India o Brasil han abandonado dicho modelo por lo
catastrófico que ha resultado, pero México sigue fiel a sus preceptos.
5. Políticas fiscales.
Las políticas fiscales son el conjunto de
medidas que el gobierno aplica para regular las transacciones del régimen
tributario, el gasto público, el endeudamiento tanto externo como interno; así
como a las operaciones de organismos autónomos como componentes del gasto
nacional. Todo ello determina el público.
El gobierno se ha caracterizado por gastar más de lo que
percibe. Siendo así, existen varios mecanismos por los cuales el gobierno se
hace de recursos, primero: a través de toda clase de impuestos (IVA, ISR, IETU,
etc.), las percepciones que recibe de las compañías paraestatales como Pemex- y
los préstamos que pide al exterior o al interior. Al gastar más de lo que
percibe, desde los años de 1970 principalmente, el gobierno mexicano tiende a
aumentar impuestos, incluso a una escala mayor que la de países altamente
industrializados, por lo que los productores nacionales tienden a aumentar los
precios a su vez. Si embargo, aún así al gobierno no le alcanza para cubrir el
déficit por lo que tiene que recurrir al endeudamiento en el extranjero, pero
ello tampoco es suficiente, y entonces empieza a expedir más dinero circulante
al mercado lo cual provoca inflación y consecuentemente se presenta un alza
desmedida en los precios y el país pierde la oportunidad de mejorar su
competitividad al impedir el desarrollo y la mejor distribución de la riqueza
en el país.
El aparato
productivo mexicano y del mundo en los últimos siglos ha sido regido por el
Capitalismo. El capitalismo surge cuando el mercado alcanza su máximo grado de
desarrollo a nivel mundial. Es uno de los resultados de la revolución
industrial inglesa; donde prácticamente todo llega a tener un valor y un
precio, entre ello incluido el trabajo. El valor del trabajo se cubre con un
salario pagado en dinero y el dinero, a su vez, tiene un precio llamado
interés. Contrario a lo que el capitalismo clásico defiende el precio y el
valor de las cosas no está fijado únicamente por la oferta y la demanda. Bajo
el capitalismo el dinero tiene un papel
sumamente importante pues con este objeto material se dota de la capacidad para
medir el valor social de otros objetos materiales, animales, gente y trabajo.
Así, el dinero, como patrón de valor se intercambia por bienes y servicios.
Como en el capitalismo todas las
transacciones económicas se hacen con dinero y por ende todo se adquiere con
dinero, todo el mundo trata de adquirir tanto dinero como sea posible. El ser
humano, desde que se percató de ello, trata de enfocar todo su esfuerzo y
habilidades para adquirir más dinero, por lo mismo la producción, distribución
y consumo de bienes y servicios están enfocados para acumular más dinero, para
obtener más beneficios y acumular todo el capital que sea posible. El ritmo de
la producción capitalismo se desenvuelve conforme se obtienen beneficios, y a su
vez conforme la gente compra, usa, gasta y destruye bienes y servicios.
Las economías socialistas y comunistas
trataron que, por medio del estado, la riqueza generada se repartiera de forma
más equitativa y justa entre la población. Para ello se trataron de desarrollar
mercados adecuados de distribución, que permitieran evitar una sociedad sin
clases o niveles, lo cual fue muy cuestionable, pues sus intentos a similitud
del capitalismo también estaban orientados hacia la acumulación de más capital.
Los modelos económicos actuales han
provocan desigualdades y sociedades cada vez más estratificadas. Para evitar
que las desigualdades y la propiedad privada crezca es necesaria la
intervención de un Estado fuerte para evitar que los pobres expropien la
riqueza y privilegios de los ricos y viceversa.
Inglaterra fue el primer país en el mundo que
implantó el libre cambio a mediados del siglo XIX tras convertirse en el primer
país capitalista y productor de bienes. Pero la competencia internacional
pronto surgió y otros países buscaron también industrializarse y proteger sus
productos a través de barreras arancelarias, y resguardarse del libre comercio
propuesto por Inglaterra, surgiendo así el proteccionismo de Estado, y
consecuentemente aparecieron otros Estado capitalistas. Sin embargo, Inglaterra
junto con Estados Unidos y luego otros países buscaron seguir en la delantera y
desarrollaron nuevos métodos para obtener más ganancias y acumular más dinero;
concluyeron que la industria era muy cara y riesgosa, había que lidiar con toda
clase de problemas y riesgos, a parte de lidiar con los trabajadores, huelgas, paros,
incrementos salariales y otras prestaciones; los banqueros empezaron a
intervenir cada vez más en los asuntos y los negocios de los industriales,
hasta que los desplazaron y optaron por obtener ganancias en base a la
especulación financiera.
Precisamente con esta lógica fue como la banca moderna comenzó
suplantando al capital industrial. El capitalismo industrial se convirtió en el
viejo capitalismo, el cual fue quedando atrás, suplantado paulatinamente por el
capitalismo especulativo de la banca, y se fue dando como era natural la
tendencia a llegar a un acuerdo monopolista, al trust de los bancos, evitando así la libre competencia y otras
interferencias.[10] Así,
lo que caracterizaba al viejo capitalismo era que dominaba la libre
competencia, la industria y la exportación de mercancías, y ahora lo que
caracteriza al “nuevo capitalismo” es que impera el monopolio, el capitalismo
financiero y la exportación de capitales.
Al iniciar el siglo XX dominaron los capitales financieros de
Inglaterra, Estados Unidos, Francia y Alemania. En estos países la acumulación
de capitales fue enorme, produciéndose así un excedente de capital en los
países más avanzados los cuales empezaron a “exportar” a otros países más
pobres financiando la construcción, por ejemplo, de infraestructura, la
exportación de capitales repercute en el desarrollo del capitalismo donde es
invertido y así extiende sus redes en el mundo. El primer Banco Central moderno
fuerte fue creado en Inglaterra.Al ir ejerciendo cada vez más influencia sobre
el gobierno el sistema financiero privado impulsó la centralización de la
banca, concentrando la riqueza en Bancos Centrales para impulsar el
Neoliberalismo.
Sector Productivos.
Primario.
Solamente
existen dos fuentes de riqueza en el mundo: los recursos naturales y el trabajo
del ser humano, de ahí se derivan los distintos sectores productivos que son:
El sector primario o agropecuario, sector secundario o industrial y terciario o
servicios.
El sector primario está constituido
por la agricultura, la ganadería, la pesca, la apicultura y la
silvicultura. México a través de su historia se había caracterizado por
resaltar en es sector, las actividades más importantes eran las agrícolas
complementándolas con la minería. Así transcurrió por cientos de años hasta la
llegada del siglo XX, después de la revolución, el país trató de emular los
ejemplos de otras naciones que se habían industrializado y creado grandes
capitales, pero que históricamente no se habían caracterizado por sus
cuestiones agrícolas. Por lo tanto, México para realizar su industrialización
partió de bases muy distintas a las de otros países, y como ya vimos el país no
sólo no supo industrializarse, sino que incluso descuido lo que ya tenía
dominado durante cientos de años, que era la producción del campo, que es la
que había alimentado a la población.
La descapitalización del campo para
apoyar un modelo productivo en el cual no se tenía mucha experiencia fue el
peor error que pudo cometer el país.[11]
El país consecuentemente, con la implantación de los distintos modelos
económicos, no se industrializó y cada vez se hizo más dependiente de otros
países pues también se le retiraron los subsidios, y ahora se tienen que
exportar alimentos para cubrir las necesidades básicas de la población.
En realidad el primer sector, el sector agropecuario, es el
más importante de los tres pues es el encargado de producir los alimentos,
pero, paradójicamente es el más descuidado ya que es el que deja menos
ganancias inmediatas las cuales en realidad se quedan los intermediarios. Así
que tenemos que en la década de 1950 el país en cuestiones agropecuarios
exportaba el 51% de su PIB, y ya para 1982 éstas no superaban el 5.8%.[12]
Sector Secundario.
El
sector secundario está constituido por la industria o sector de transformación.
Está subdividido entre la industria de extracción, minería e hidrocarburos y el
propiamente de transformación: construcción, producción de electricidad,
manufacturas y petroquímica. El sector industrial es el más prolífico de los
tres, pues se ha comprobado que de cada dólar invertido se pueden obtener hasta
diez en ganancias, y produce muchos y muy variados empleos permitiendo
distribuir mejor la riqueza, sin embargo requiere mucha inversión y trabajo y
las ganancias pueden ser vistas sólo a mediano y largo plazo. Otro punto
negativo del sector industrial es la destrucción de la naturaleza y la
contaminación que produce, la cual en muchos casos puede ser irreversible.
Los primeros intentos de una “industrialización” en nuestro
país pueden remontarse al primer gobierno republicano, el de Guadalupe Victoria
(1824-1828), que brindó oportunidades a compañías extranjeras para la
extracción de minerales utilizando tecnología de punta, luego en 1830, don
Lucas Alamán, fundó el Banco de Avío para apoyar con créditos proyectos
productivos fabriles, y así elevar la calidad de los productos mexicanos.[13]
Se crearon industrial textiles que con el paso del tiempo no prosperaron.
También la Constitución de 1857 intentó impulsar la
industria, pues el capitalismo mundial estaba acaparando los mercados
internacionales, apoyó así mismo la construcción de ferrocarriles, pues estos
van de la mano con a industria, muchos de estos proyectos no funcionaron por
los problemas que se vivían en el país, así que el país tuvo que conformarse
con haciendas de producción tradicional altamente dependientes de mano de obra
barata que fue la que se explotó en el país hasta los inicios de la revolución
de 1910. Y el último gran intento de industrialización del país se dio hasta
1941 en adelante cuando se intentó aprovechar la IIGM, y los capitalistas
dejaron las manos libres a México para realizar esta tarea que no prosperó.
Sector Terciario.
El
sector terciario o servicios está formado principalmente por las instituciones
de comercio, salud, transportes, servicios de la banca (financieros),
comunicaciones, educación, recreo, profesional, restaurantes, esparcimiento, etc.
Este sector en teoría no produce tal cual mucho, pero es que hace posible que
los otros sectores realicen sus actividades, de lo contrario no podrían
hacerlo.
En las últimas décadas,
especialmente desde que se implantó el neoliberalismo a nivel mundial, el
sector servicios ha venido creciendo en detrimento de los dos primeros, pues el
es sector que permite más fácilmente la especulación; requiere menos inversión
y las ganancias pueden ser muy altas y a corto plazo dependiendo como se
manipulen las variantes.
Es un sector altamente especulativo
pues es donde intervienen mucho intermediarios que operan entre el productor y
el consumidor. Lo peligroso de que crezca más este sector que los demás es que
hay demasiada oferta, pero no suficiente demanda debido a la falta de
circulación de capitales provocado por la falta de productividad y generación
de riqueza y al estancamiento financiero. A este fenómeno también se le conoce
como Terciarización de la Economía.
Lo ideal es que los tres sectores
se apoyen entre sí para lograr un desarrollo integral de la economía, siempre y
cuando crezcan proporcionalmente conforme a las necesidades así lo demanden.
El sistema político mexicano.
El
sistema político mexicano ha estado moldeándose tras largos años de luchas y
confrontaciones desde México ganó su independencia de España en 1821. Desde
entonces se enfrentaron diversas propuestas entre ellas el monarquismo y la
República, finalmente quedó fuera la posibilidad monarquista y el país se
tambaleó ahora en un confrontación entre el republicanismo federal y el
centralista. Sin embargo la transformación histórica del sistema políticos
mexicano del México contemporáneo quedo definido a la luz de la Revolución
mexicana de 1910 y la Constitución de 1917.
Después de la gran movilización de
los distintos actores sociales y la experiencia de ingobernabilidad que
significó el periodo revolucionario, quedó claro que había que establecer un nuevo
pacto social y político donde todos los actores pudieran participar de forma
justa y equitativa, ello estuvo demandado en los planes que lanzaron las
distintas corrientes revolucionarias del país, desde el Plan de San Luis de
Francisco I. Madero, pasando por el de Guadalupe, el de Agua Prieta hasta el
Plan de Ayala de Emiliano Zapata. A estas y otras demandas tenía que responder
el nuevo sistema político mexicano.
La introducción del voto popular
directo en la Constitución, Sufragio
efectivo. No reelección, fue un gran paso que permitió la participación de
las masas al nuevo sistema gubernamental. El pueblo ejerce su soberanía por
medio de los poderes de la Unión, bajo un contexto liberal-democrático. El
gobierno se hace garante de expandir sus funciones en la organización del
trabajo, los medios de producción y defensor de la vida pública y bienestar del
pueblo; es lo que podríamos entender como un gobierno paternalista.
Porfirio Díaz se había mantenido tanto tiempo en el
gobierno con el pretexto de que el pueblo no estaba listo para una vida
democrática, y después de su derrocamiento la Constitución y los poderes de la
Unión tomaron dicho rol. Por lo tanto, el poder siguió concentrado la
incapacidad de llegar a acuerdos comunes, surgió así la figura de un presidente
fuerte con amplios poderes, fenómeno conocido como Presidencialismo, muy característico hasta nuestros días.
El presidente tuvo que pactar con
los distinto poderes para llegar aun federalismo corporativo. Plutarco Elías
Calles logro obtener el apoyo del movimiento obrero organizado por la CROM y
del Partido Laborista, en el afán de afianzar las conquistas sociales, por lo
que la autonomía de las organizaciones populares y laborales decayeron al
quedar supeditadas al gobierno federal. Se depositaron grandes poderes en la
figura presidencial respaldada por un Partido Oficial, que primero fue el PNR y
luego el PRI.
Así el partido oficial concentró áreas políticas y el
presidente de la República y su gobierno funciones económicas y
administrativas.[14]
Estos poderes se concentraron en pocas manos, con el pretexto que dieron las
crisis que se vivieron durante el siglo XX, poniendo muy en duda la cuestión de
la libertad y la democracia característica de los Estados Republicanos.
El presidente y los poderes de la
Unión se dieron el autoderecho de darse poderes extraordinarios, con las crisis
de 1928, (para defender la Revolución), las expropiaciones iniciados en la
década de 1930 con toques nacionalistas (Facultades extraordinarias en materia
económica y social conferidas por el Congreso al presidente) y el Plan Nacional
de Desarrollo, para crear un pacto de orden corporativo; así el ejecutivo
reorganiza las secretarías y departamentos; más tarde con la inserción del país
en el contexto internacional con la industrialización del país y finalmente con
las crisis económicas de los años 70 y 80, y la inserción de México al modelo
Neoliberal. Estas crisis dieron la impresión de la necesidad de una
centralización, subestimando la capacidad de organización de la sociedad
mexicana.
Únicamente dos partidos políticos han gobernado el país en
un periodo de ochenta años, el PRI y el PAN, dejando fuera de la vida político
a otras organizaciones que no están afiliadas a los partidos oficiales, lo cual
cuestiona la capacidad de la vida democrática y política de incluir otros
sectores de la población al proyecto de nación. El Estado rector se declaró
como capaz de dirigir la economía y el control de la sociedad por medio del
corporativismo, que en realidad no cubrió todos los niveles sociales; no ha
logrado dar respuesta a las nuevas realidades sociales, económicas y políticas
de un mundo cambiante. Con esto surge la necesidad de crear un nuevo pacto
social incluyente.
Partidos políticos.
Podemos rastrear el origen de los partidos
político en México con la consumación de independencia de éste. Los primeros
partidos tuvieron sus orígenes en las antiguas Logias Masónicas, las de York y
la del Rito Escocés. La primera representando los intereses de los liberales y
la segunda los de los conservadores. La vida turbulenta del siglo XIX no hizo
posible la creación de una vida republicana y mucho menos democrática; la
oportunidad de crearla llegó hasta después de la Revolución.
Desde la época del porfirismo se
tiene el registro de algunos partidos independientes del gobierno de auténtica
oposición. Entre ellos destaca el Partido Liberal Mexicano de los hermanos
Flores Magón, o el Partido Nacional Antirreeleccionista de Francisco I. Madero
que se opusieron férreamente al régimen autoritario de Díaz. Otros partidos que
se formaron temprano el siglo XX fueron el Partido Comunista en 1919, el
Partido Laborista Mexicano de 1919, el Partido Nacional Agrarista de 1920,
entre otros.
Después de la contienda revolucionaria los distintos
generales veteranos de la Revolución se disputaban el poder, y cada que había
elecciones éstas iban acompañadas de rebeliones armadas y protestas. Por ello
el general Plutarco Elías Calles propuso la creación de un partido oficial de
Estado, que agrupara a todos los revolucionarios y a partir de sus filas se eligiera
al siguiente presidente del país, esta partido fue el Partido Nacional
Revolucionario o PNR en 1929 tras el asesinato de Álvaro Obregón. Bajo el
gobierno de Cárdenas en 1938 el partido oficial cambió de nombre a Partido de
la Revolución Mexicana (PRM), finalmente desde 1946 adoptó su nombre actual de
Partido de la Revolución Institucionalizada, que gobernó el país de 1929 al año
2000; y luego del 2012 ha nuestros días. En este mismo año se creo la Comisión
Federal de Vigilancia Electoral (CFVE).
El partido oficial de Estado no sólo
se creo para dirimir las diferencias entre los revolucionarios, sino también
para mantener el poder dentro de un grupo selecto de personas. La oposición
oficialmente existe, pero ha sido más nominal que práctica, pues llama la
atención que el sistema electoral establecido sólo simula una democracia
disfrazada con un régimen presidencialista, autoritario, donde el fraude
electoral es una practica cotidiana. Aunque han existido partidos de oposición,
muchos de ello forman parte del partido oficial que los creo para dar la
apariencia de una lucha democrática en las elecciones donde finalmente gana con
apabullante mayoría el parido del Estado. Por lo tanto la única forma de
acceder al poder es a través de el partido oficial. En 1951 se facultó a la
CFVE para arbitrar el registro de nuevos partidos políticos y para emitir
constancias de mayoría.
En 1939 Manuel Gómez Morín
(1897-1972) creo el Partido Acción Nacional. Este partido surgió para que los
empresarios y la extrema derecha defendieran sus intereses de clase y
económicos, ante las medidas nacionalistas, socialistas implantadas por Lázaro
Cárdenas, y para hacerse del poder. Durante mucho tiempo parecía ser una real
oposición al partido oficial, pero después pacto con él tras el fraude de 1988
que subió al poder a Carlos Salinas, y el PRI aceptó una alternancia momentánea
de poder en el año 2000 con este partido.
Se formaron otros partidos de
oposición aunque con menos resonancia. Entre ellos se cuenta al Partido
Nacional Mexicano en 1951, el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana de
1954, el Partido Mexicano de los Trabajadores de 1973 o el Partido del Frente
Cardenista de Reconstrucción Nacional en 1987, que aglutinó a otros pequeños
partidos y apareció el Partido de la Revolución Democrática o PRD, 5 de mayo de
1989, fundado por Cuauhtémoc Cárdenas (hijo de Lázaro Cárdenas) y Porfirio Muñoz
Ledo. Este partido se autodefine como de izquierda, y desde entonces a
competido en las elecciones donde continuamente a denunciado los fraudes
electorales del PRI el PAN a los cuales acusa de estar cooperando
estrechamente, como en las elecciones del 2006 y las del 2012.
El registro de nuevos partidos había
sido tarea exclusiva de criterios manejados en el gobierno. Por este motivo fue
necesaria más reformas electorales, en 1973 se creó la Comisión Federal
Electoral donde los partidos registrados participaban von voz y voto; en 1977
durante el gobierno de José López Portillo (1920-2004), pues cuando éste
presidente fue electo, ningún partido además del PRI presentó candidato. Por
tal motivo se expidió la Ley de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales
(LOPPE), para que los partidos pequeños tuvieran representatividad en el
Congreso; lo cual no afectó mucho el control político del PRI.
No fue sino hasta 1986-1987 cuando
se realizaron reformas para hacer posible una participación más pluralista. Se
aumentó el número de diputados electos a 200. Pero mayores reformas electorales
se demandaron a partir de 1989 cuando el PRI empezó a perder gubernaturas como
las de Baja California, Chihuahua, Guanajuato, Jalisco, Nuevo León y el D.F. Y
después del alegado fraude de 1988, se creo el Instituto Federal Electoral
(IFE) como órgano encargado de organizar y dar validez a las elecciones,
funciones que realizaba el Poder Ejecutivo, y en 1996 se dio completa autonomía
al IFE.
Sindicatos.
Con
el auge de la Revolución Industrial en Europa la necesidad de los obreros de
organizarse para defender sus derechos fue imprescindible.[15]
La industria demostró ser una gran oportunidad de hacer negocios y enriquecerse
con la producción, distribución y venta de mercancías que podían intercambiarse
con muy buenas ganancias.
Sin embargo, la otra cara de la industrialización
presentaba una gran contaminación y destrucción del medio ambiente, así como la
explotación y casi esclavización de los trabajadores, obligándolos a laborar
jornadas inhumanas de más de quince horas diarias sin días de descanso para a
hombres, mujeres, niños pequeños y ancianos; obligándoles a vivir y trabajar
bajo condiciones insalubres y salarios de hambre, a parte de los grandes
riesgos laborales a los que estaban propensos los trabajadores sin ningún tipo
de indemnización o protección.
Así, en Europa aparecen organizaciones que agruparán y
ayudarán a los obreros a luchar por mejores condiciones y salarios. Aparecen
las primeras Uniones y Sindicatos, apoyados por movimientos socialistas y
comunistas que surgieron en toda Europa y se trasladaron a América vía EU. En
México a finales del siglo XIX había poca industria, pero sobresalía la
industria textil que lo mismo que en Europa presentaba condiciones deplorables.
Por ello, durante el Porfiriato estallaron huelgas como las de Río Blanco y
Cananea.[16]
Los obreros empezaron a agruparse en gremios de alijadores,
canteros, tranviarios y otros. Surgió la Casa del Obrero Mundial como
agrupación importante con una ideología anarcosindicalista[17]
importada por españoles. Los revolucionario como Madero buscaron el apoyo de
este tipo de organizaciones para llegar al poder. Los distintos gobiernos que
siguieron a Madero asumieron distintas posiciones hacia los obreros y sus
organizaciones, tratando de utilizarlos como mejor conviniera. Una vez en el
poder, por ejemplo, Carranza, optó por un política dura e intransigente hacia
los obreros; en su administración estallaron huelgas de electricistas,
tranviarios y obreros, a los cuales reprimió sin misericordia, y clausuró la
Casa del Obrero Mundial. Pero no dudó en formar los Batallones Rojos compuestos
de obreros para combatir a los campesinos a cambio de mejoras laborales. Con
esto el gobierno pronto se dio cuenta del enorme potencial de los obreros en la
toma y mantención del poder político.[18]
Con este fin el gobierno empezó a apoyar y a formar
organizaciones obreras. Con lo que quedó claro que la libertad sindical quedó
manipulada y supeditada a los intereses del gobierno. Por esto Obregón en su lucha
contra Carranza se apoyó en la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM) y
su líder Luis Napoleón Morones.[19]
En 1921 se creó la Confederación General de Trabajadores (CGT) que afilió a
ferrocarrileros, petroleros, etc.; y en 1922 el clero político fundó la
Confederación Nacional Católica del Trabajador para que la iglesia tuviera
mayor influencia en la sociedad. Más tarde Calles siguió utilizando estas
organizaciones y amplio la filiación a la CROM, para someter a más de un millón
de afiliados, reprimir huelgas de ferrocarrileros y demás.
También los obreros jugaron un papel crucial entre las disputas
de Cárdenas y el Jefe Máximo Calles. Entre 1934 y 1935 estallaron más de 600
huelgas, entre ellas las de los telefonistas las de los petroleros de la
Huasteca Petroleum Company. Cárdenas apoyo las huelgas y la formación de otras
organizaciones como la Unión General de Obreros y Campesinos de México (UGOCM),
que organizó un Comité Nacional de Defensa Proletario; a finales de 1935 se
disolvió la UGOCM y se creó la Confederación de Trabajadores de México (CTM),
que nombró como secretario general a Vicente Lombardo Toledano y como
secretario de propaganda a Fidel Velázquez, juntos ayudaron a la expulsión de
Calles. En 1938 se formó el PRM y la CTM fue su base estructural.[20]
Desde entonces los líderes obreros tienen como trabajo
apoyar las políticas del gobierno. Durante Ávila Camacho, la CTM se comprometió
a no organizar huelgas ni reclamos y lo mismo sucedió durante las demás
presidencias, cuando el Estado pacta con los líderes de los trabajadores, es
porque éstos se comprometen a no pedir aumentos salariales ni a organizar
huelgas. El gobierno impuso líderes “charros” es decir, ilegítimos y corruptos
para que controlaran a los obreros disidentes; Miguel Alemán los utilizó para
reprimir a obreros que protestaban por los bajos salarios y la antidemocracia sindical.
En 1957 estalló el movimiento ferrocarrilero acompañado del
de maestros de la sección IX del Sindicato Nacional de Trabajadores de la
Educación (SNTE), se unieron estudiantes, el movimientos de telegrafistas, el
sindicato de Petroleros y trabajadores de El Ánfora y los de Euskadi; el
gobierno persiguió, asesinó o encarceló a su líderes como Demetrio Vallejo, al
pintor David Alfaro Siqueiros, al escritos José Revueltas, al periodista
Filomeno Mata, Valentín Campa, Othón Salazar y Eleazar Pérez Rivero, entre
otro. La represión por parte del gobierno se incrementaría en las siguientes
décadas al sentir que su poder e influencia se debilitaban.
Otros sectores se unirían a las demandas de los obreros
como los estudiantes, médicos, maestros y elementos de la sociedad civil. Todo
ello desembocó en el asesinato y desaparición de estudiantes y líderes y la
aparición de guerrillas en el campo y la
ciudad.
Como hemos apreciado el sindicalismo en México fue creado
para apoyar al gobierno. Desde las cúpulas más altas vemos que se imponen a los
líderes sindicales, como cuando Salinas bajo su gobierno impuso como lideresa
de la SNTE a Elba Esther Gordillo; este tipo de líderes son puestos y quitados
a conveniencia cuando ya no hacen falta. Por ello, un sector importante de
trabajadores han luchado de forma independiente por una auténtica representación
de sus intereses y los de la nación.
Las reformas políticas.
La
redacción de la Constitución de 1917 permitió crear un ambiente jurídico legal
que hiciera posible los cambios tan esperados en el México postrevolucionario.
La Constitución como ley suprema estuvo pensada para responder a las
necesidades del país, pensándolo como gente; esto es, estaba pensada para el
beneficio del pueblo mexicano, no de corporaciones o instituciones que funcionaran
como entes aparte, se pensaba que éstos debían trabajar para mejorar el nivel
de vida de la población; pues la soberanía nacional debía recaer en el pueblo,
de esta manera quedaba sellado el nuevo pacto entre los poderes.
Ciertos ajustes y reformas se fueron
aplicando en los años de 1970 cuando el sistema ya no pudo disimular la crisis.
Así el Estado comenzó a aplicar una serie de estrategias para permitir mayor
libertad de expresión y de asociación por la perdida de credibilidad del
gobierno tras la represión estudiantil de 1968 y 1971; para promover mayor
participación de los partidos de oposición, que daría paso a la Ley Federal
Electoral. Y buscar atraer intelectuales de izquierda para calmar a la
oposición.
El gobierno, para no perder sus vínculos con la sociedad,
creo la Coordinadora Nacional de Movimientos Urbanos Populares (CONAMUP) en
1981. Así, el gobierno trató de volver a incorporar a movimientos urbanos,
campesinos y de trabajadores y consolidar así un proyecto de carácter nacional
o Proyecto Nacionalista.
Bajo las gestiones de Miguel de la Madrid
Hurtado y de Carlos Salinas de Gortari se hicieron modificaciones a la Carta
Magna para preparar al país a los nuevos cambios. Las modificaciones se
hicieron con el fin de introducir al país al nuevo orden internacional o
Neoliberalismo y así facilitar la transición política y económica. Las reformas
políticas modificaron el carácter proteccionista que caracterizaba a las leyes.
Lo cual dio como resultado que el 38.5% de los artículos de la Constitución
fueran modificados.
Entre los artículos más importantes que fueron modificados
destacan el Artículo 3º que autoriza a las ordenes religiosas a ejercer la
enseñanza, respetando los planes y programas de estudio oficiales, y los
institutos privados podrán impartir educación religiosa; Artículo 5º Se anula
la prohibición de establecer órdenes de clero regular de frailes o monjas;
Artículo 24 autoriza la realización de manifestaciones religiosas fuera de las
iglesias y templos; Artículo 27 que hacer referencia a la tenencia y propiedad
de la tierra, pone fin al reparto agrario, permite la parcialización, renta o
venta de la propiedad ejidal que pasó a ser propiedad privada, así mismo se
permite a la asociaciones religiosas adquirir, poseer o administrar los bienes
que les fueran indispensables para impartir el culto; el Artículo 28 Permite el
establecimiento de un banco central que funcione de manera autónomo en el
ejercicio de sus funciones, y ninguna entidad podrá obligarlo a conceder
financiamiento; Artículo 82, permite que los ciudadanos participen en puestos
públicos o de elección popular aún cuando sus padres sean extranjeros; y el
Artículo 130 regula las relaciones del Estado con la Iglesia. Se restablecen
las relaciones entre ambos, las iglesias y las agrupaciones religiosas tendrán
personalidad jurídica propia, se reitera la libertad de culto, los ministros de
cultos podrán desempeñar cargos públicos pero no podrán asociarse con fines
políticos ni realizar proselitismo.
Los cambios también se efectuaron tras las demandas de
organizaciones obreras, urbanas, campesinas y los partidos políticos de
oposición. Uno de estos fue el de la Revolución Democrática o PRD, que tras el
fraude electoral de 1988 el gobierno tuvo que abrir nuevos canales de diálogo y
negociación. Por ello se creo el Código Federal de Instituciones y Procesos
Electorales (COFIPE), con esto los paridos de oposición recibieron recursos
económicos por parte de el gobierno y les otorgó espacios publicitarios. Además
se otorgó la Autonomía real a los gobernantes de los diferentes Estados de la
República, dando mayores libertades locales; se permitió elegir un gobernador
independiente para el Distrito Federal, se funda la Asamblea de Representantes
del Distrito Federal para proponer iniciativas de ley. Estas reformas
demandaban una alternancia y descentralización del poder, lo cual dio pauta a
que otros partidos como el PAN se hicieran de el poder del 2000 al 2012.
Política exterior.
La
política exterior son las relaciones públicas que el país establece con
respecto a su posición en el mundo y con otros países. Tiene como objeto
defender los intereses nacionales en el exterior. La política exterior está
fuertemente vinculada con la historia del país, desde antes de la fundación
oficial de éste; los territorios estuvieron inmersos en una relación
internacional, por lo que constantemente ha tenido que luchar y negociar con
otros países para que reconozcan su existencia, sus instituciones, sus derechos
y posición en el mundo.
La negociación con otros países para
lograr estos objetivos no ha sido fácil, pues durante las crisis y conflictos
vividos tenemos a los países imperialistas como España, Francia, EU o
Inglaterra tratando de influenciar los asuntos internos de la nación. Así,
durante y después de la revolución intentaron tomar una posición importante
para ser considerada en nuestro país. A partir del gobierno del presidente
Venustiano Carranza, se puso muy en claro la posición de México con respecto a
otros países, exigiendo por parte de éstos respeto a la soberanía nacional.
Así, presentó una fuerte oposición a la ocupación de E.U.
del puerto de Veracruz en 1914 o a la persecución punitiva en contra de Villa
en 1916. La misma postura demostró frente a Alemania y EU con la cuestión del
telegrama Zimmerman donde Alemania proponía una alianza con México. Después el
los gobierno de los sonorenses demostraron una posición mucho más laxa hacia
los países imperialistas, al no aplicar la Constitución a cambio del
reconocimiento oficial, firmando los Acuerdos de Bucareli (1923) para las
cuestiones petroleras y Tratados de Amistad y Comercio en perjuicio de México.
Lázaro Cárdenas volvió a restaurar
la soberanía nacional y a exigir respeto hacia el país. Aprovechando la
proximidad de la IIGM implantó una ideología nacionalista y comenzó la
expropiación petrolera y demás recursos naturales del país, retando y no
dejándose intimidar ante las grandes potencias. México continuó su política
nacionalista y la exigencia del reconocimiento de los derechos de las naciones
a gobernarse así mismas hasta la década de 1970. Durante el gobierno de Adolfo
Ruiz Cortines se mejoraron las relaciones con EU, Europa y los demás países de
América Latina, y en común acuerdo con el vecino del norte se construyó la
presa Falcón en el cause del río Bravo. López Mateos empezó las gestiones para
que en 1968 se organizaran las Olimpiadas en nuestro país y reforzó sus relaciones
con Francia, la URSS y otras naciones comunistas. México apoyó la revolución
cubana y condenó la guerra de Vietnam y la intervención de los poderosos en
naciones débiles.
En los años de 1970 como parte de las políticas populistas
de Echeverría, el presidente defendió los intereses de los países del Tercer
Mundo, proponiendo foros de cooperación para acabar con las brechas de pobreza
entre las naciones con intercambios de tecnología y recursos. A esto se le
conoció como Carta de los Deberes y Derechos Económicos de los Estados, pero no
fructificó, así mismo el país fue victima de embargos económicos por sus
críticas al Estado de Israel calificándolo de racista. De igual manera apoyó al
presidente chileno Salvador Allende y condenó su derrocamiento en 1973 por
parte de la CIA. En 1977 el país restableció relaciones con España tras la
muerte del dictador Francisco Franco.
El país funcionó de mediador en algunos problemas y guerras
en Centro América y el resto del continente e incluso recibió refugiados
políticos de varias naciones. A partir
de 1980 la soberanía y las opiniones políticas de México han sido influenciadas
desde su acceso a las políticas neoliberales del FMI y el BM. Con el ascenso del
PAN al poder las relaciones de México con otros países latinoamericanos se
deterioraron, llegando casi al punto del rompimiento, como fue el caso con Cuba
y Venezuela, donde se vio claramente la influencia de E.U. sobre las opiniones políticas
expresadas por Vicente Fox y Felipe Calderón hacia estos países.
[1] Barroy Sánchez, Héctor, Historia de México II, México, Mc Graw Hill, 2007, pp. 161-185.
[2] MacGregor, Josefina, Historia de México, México, McGraw Hill, 2009, pp. 215-221.
[3] MacGregor, Josefina, Historia de México, México, McGraw Hill, 2009, pp.222-223.
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[16] Ramos Escandón, Carmen, La industria textil y el movimiento obrero en México, México,
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[17] Kropotkin y Bakunini fueron los exponentes más
importantes del anarcosindicalismo, que proponía la negación de la autoridad,
en México su exponente más importante fue Ricardo Flores Magón.
[18] Carr, Barry, El
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[19] Carr, Barry, El
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[20] Meyer, Lorenzo, “La institucionalización del nuevo
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